Claves del día

¿Existirán los bancos en diez años? El ‘Fintech’ acelera y amenaza

Los ‘Fintech’ son ‘startups’ que brindan, a través de la tecnología, los servicios financieros, existen unos 15.000 en el mundo. 33 % de ‘millennials’ afirman no necesitar un banco para nada. Incluso un 71 % dicen preferir ¡visitar al dentista antes que al banco!

2016-06-13

Por: xataca.com

El 71% de los millennials (aquellos nacidos entre los años 1981 y 2000) prefiere ir al dentista que al banco. Parece que por insufrible que sea someterse a una limpieza dental, lo es más escuchar la oferta de productos de su entidad financiera. Esta es una de las conclusiones de una encuesta a 10.000 jóvenes estadounidenses entre 16 y 34 años. De ellos, el 33% afirma que no necesita un banco para nada. Y puede que sea cierto.

Muchos de los servicios financieros antes ligados exclusivamente a grandes entidades hoy los brindan fintech, startups basadas en soluciones tecnológicas. No cabe duda, tendremos que seguir yendo a la clínica dental, pero ¿nos libraremos de ir al banco?

¿Qué va a pasar con los bancos tradicionales?, ¿tienen margen de negocio?, ¿cómo será la nueva oficina bancaria resultante del reto digital? Es más, ¿existirá esa oficina?

Según un informe elaborado por PwC, las entidades financieras tradicionales temen que estas nuevas empresas se puedan comer hasta el 25% de su negocio actual durante el próximo lustro. Las propias fintech consideran que el bocado podría ser todavía mayor, hasta un 33%.

Los encuestados en el informe aseguran que la banca retail -o de consumo-, el negocio de los medios de pago y los servicios relacionados con la gestión de activos y de patrimonios son los que se van a transformar de una forma más radical. La aparición de nuevas plataformas online que permiten la concesión de préstamos directos entre empresas y consumidores sin necesidad de intermediación bancaria o la proliferación de nuevos sistemas de pago y aplicaciones móviles son algunos ejemplos claros.

Parece cada vez más evidente que limitar las operaciones en función de un horario comercial establecido no tiene ningún sentido en esta nueva era. Igualmente frases como "para realizar esta operación debe acudir a su oficina" nos suenan ya a cosa del pasado. Dice Brett King, economista de referencia mundial y creador de la aplicación de banca móvil Moven, que "el cajero (persona) es hoy en día lo que el operador del telégrafo fue en el pasado" y augura que este año asistiremos a un descenso importante en el número de sucursales que mantienen operativas los bancos, algo que aún será más notable en los próximos años.

Las cifras fintech o las orejas del lobo

"Ya hay competidores que hacen las cosas de manera distinta y mejor que la banca tradicional. Las fintech son capaces de dar mejor servicio que los bancos al ofrecer operaciones más sencillas, más transparentes, más rápidas y más baratas para el cliente". ¿Otro millennial desencantado con la banca? No. El que hablaba así recientemente en el XXIII Encuentro Finaciero ABC - Deloitte era Carlos Torres, consejero delegado de BBVA, una de las entidades que más claro tiene que estamos ante un nuevo ecosistema financiero digital.

Palabra de banquero

La cosa se pone seria. ¿Empiezan a verle las orejas al lobo? Las posibilidades de la tecnología son ilimitadas y la pujanza del fintech es evidente. Estamos hablando de startups que ofrecen alternativas muy atractivas en sectores como el de los pagos móviles o transferencias, de brokers online que no cobran comisiones o robots automáticos que permiten gestionar las inversiones a un coste mucho menor que la industria tradicional de gestión de activos.

Todas estas empresas con base tecnológica se especializan de forma vertical en productos muy concretos o segmentos determinados de la cadena de valor del negocio financiero. Ya hay en torno a 15.000 a nivel global y junto a gigantes como Google, Facebook, Amazon o Paypal -la abuela de las fintech- amenazan a la industria bancaria. Los inversores apuestan con fuerza por estas compañías. Más US$22.000 millones de financiación en 2015, un 75% más que en 2014, recoge el último informe de tendencias titulado La Revolución Fintech lanzado por Finnovating.

El epicentro de esta revolución está localizada en el mundo anglosajón -de las 100 fintech de mayor tamaño y más innovadoras, 40 son estadounidenses y 18 británicas-.

Los bancos, que en un inicio menospreciaron la fuerza de las fintech, son ahora conscientes de su enorme potencial, se han puesto alerta y se muestran predispuestos colaborar con ellas. En lugar de entrar en luchas, prefieren ver este escenario de competencia como una oportunidad para innovar, transformarse, potenciar su vertiente más digital y satisfacer las nuevas demandas de sus clientes.

En un reciente estudio elaborado por Finextra se comparaba este fenómeno con el momento en que se obligó a las firmas de telecomunicaciones a compartir sus infraestructuras para permitir la entrada de nuevos competidores.

Los bancos tradicionales hacen frente a las fintech acordando con ellas "matrimonios de conveniencia", realizando inversiones estratégicas y desarrollando aplicaciones y plataformas propias

Los bancos se están preparando, avanzan en su proceso de digitalización y desarrollan aplicaciones de pago propias y plataformas móviles, ponen en marcha programas de incubación de startups y llevan a cabo inversiones estratégicas.

Los retos

  • Confianza: las innovaciones tecnológicas necesitan tiempo hasta incorporarse por completo a nuestra rutina, más aún si tienen que ver con nuestro dinero. Los más jóvenes lo asumimos como algo más natural, pero las fintech deben conseguir reputación y ganarse la confianza de todos los usuarios si quieren ser la opción de preferencia antes que un banco tradicional.
  • Seguridad: unido a la confianza, aparece el factor de la seguridad. Cualquier medida parece insuficiente a la hora de garantizar que nuestras finanzas están en buenas manos. Las fintech deben implementar altos niveles de seguridad y ser capaces de explicar a los usuarios cómo eliminan los riesgos propios de sector tecnofinanciero.
  • Valor de marca y diferencial: las fintech están en pleno proceso de construcción de su imagen de marca. Tienen que convertirse en una solución familiar y reconocible para los usuarios, particulares y empresas, sinónimo de confianza, seguridad y garantías. Pero además, deben trabajar su diferenciación en la oferta, no sólo respecto a los bancos sino comparativamente con el resto de fintech.
  • Regulación: muchas tienen su sede en Londres. Esto se debe en gran parte al papel de la City como centro financiero global, pero además la capital británica ha sabido crear un ecosistema propicio para el desarrollo de estas firmas. Las empresas financieras no intermediarias de crédito (entre las que se incluyen los diferentes modelos de negocio fintech) están reguladas por la Financial Conduct Authority (FCA) y aquellas entidades que sí requieran de una licencia bancaria para operar están reguladas por la Prudential Regulation Authority (PRA), autoridad dependiente del Banco de Inglaterra.
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