El trasvase de las aguas del Cocibolca al Xolotlán, que se constituyó en el nuevo megaproyecto ofrecido por Daniel Ortega, es una idea concebida y discutida desde la década de los años sesenta del siglo pasado para irrigar occidente, cuando el país era gobernado por la dictadura de los Somoza.
El ingeniero Jaime Matus, director ejecutivo de la Asociación Nicaragüense de Ingenieros y Arquitectos (ANIA), que conoce el proyecto, explica que trasvasar las aguas del Cocibolca conlleva una seria dificultad, por cuanto éste lago está más bajo que el Xolotlán.
El ingeniero Agustín Jarquín recuerda que el proyecto fue planteado en los años sesenta, y que si no se ejecutó fue porque "no ha habido continuidad en la realización de un plan de nación. Los abruptos cambios de gobierno han impedido la continuidad, como sí ha sucedido en otros países", por lo que Nicaragua no ha podido hacer como las democracias estables, que deciden qué país quieren para 30 a 40 años a futuro, y se comprometen a ello.
"Yo creería que eso no tiene factibilidad. Está certificado que el agua del Cocibolca es buena para riego, mientras que la del Xolotlán no", explicó Jarquín.
¿Y el Canal?
Si ya el proyecto es difícil por razones puramente físicas y de recursos económicos, la contaminación de ambos lagos (más el Xolotlán que el Cocibolca), el problema de la falta de agua (que se ve apremiado por la sequía y los efectos del cambio climático), se agrava al considerar otro megaproyecto que sigue en el papel: el canal interoceánico.
Por muy grande que sea (más de 8.200 kilómetros cuadrados), el lago Cocibolca no puede usarse a la vez para que lo atraviesen grandes cargueros y servir como fuente de agua potable. Tampoco para irrigar los inmensos terrenos a su alrededor, y menos para trasvasar el agua hacia el Xolotlán, para irrigar occidente, como pretende ahora Daniel Ortega.
No hay tanta agua para todo, y de todos modos, si se usa como tramo del canal interoceánico, ya no puede usarse para nada más.
"En los diferentes foros científicos que se han organizado en el país, ha quedado claro una cosa que han dicho los expertos en hidrología: usar el lago para navegación, es un uso excluyente para los otros usos, porque la construcción del canal dentro del Lago afectará definitivamente la calidad del agua del Gran Lago", señaló Mónica López, directora de la Fundación Popol Nah.
"Si anuncian que van a usar el agua del lago para irrigación, eso indicaría que no van a construir el canal, porque ambos son excluyentes. No puede usarse para navegación, para consumo humano, y para irrigación al mismo tiempo", añadió.
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