'Queremos que siete altos dirigentes de sociedades farmacéuticas comparezcan ante un tribunal correccional', declaró a la AFP un portavoz de la fiscalía de Bélgica, Eric Van Der Sypt, confirmando informaciones de la prensa belga.
La justicia ya había iniciado una investigación en 2009 sobre la base de informaciones reunidas por la policía y la aduana belgas, recordó Van Der Sypt y precisó que los hechos tuvieron lugar entre 2006 y 2011.
El portavoz dijo no poder comunicar el nombre de las empresas ni de los dirigentes concernidos.
Según medios de prensa, las sociedades belgas proveyeron medicamentos con efedrina, un producto que aumenta la presión arterial y que se utiliza principalmente en jarabes para la tos, pero que también sirve para fabricar metanfetamina, una droga altamente adictiva.
El presunto comprador es el mexicano Ezio Figueroa Vásquez, a quien el departamento del Tesoro estadounidense describía en 2012 como un traficante de droga a nivel internacional, según el periódico Nieuwsblad.
Las empresas vendieron cerca de cuatro toneladas de efedrina a Vásquez, quien la destilaba en México, según el diario. Eso permitió producir unos 66 millones de píldoras de metanfetamina --droga también conocida como 'ice meth' o 'crystal meth'-- por un valor de 360 millones de euros (casi US$400 millones).
La fiscalía belga no confirmó las cifras, dado que son 'estimaciones difíciles de evaluar'.
El abogado de dos dirigentes de una de las firmas presuntamente implicadas, Andacon, dijo a la agencia de prensa Belga que 'la empresa efectuó en 2006 dos entregas de dos millones de píldoras conteniendo seudoefedrina', un medicamento 'de venta libre' y que sus clientes trataron con 'un socio comercial fiable y no tenían idea del mal uso de los medicamentos'.
