Claves del día

Iowa define primeros puntos en la carrera a la Casa Blanca

El estado de Iowa definirá este lunes 1º de febrero los primeros puntos en la carrera de las nominaciones a las presidenciales de Estados Unidos, revolucionada por la irrupción del millonario Donald Trump y del senador Bernie Sanders.

2016-01-29

Por: AFP

El estado rural al borde de las grandes planicies estadounidenses tiene una historia irregular en escoger el eventual ocupante de la Casa Blanca, pero bien puede redefinir la carrera, a casi nueve meses de las elecciones presidenciales de noviembre.

La exsecretaria de Estado Hillary Clinton, de 68 años, se mantiene como la favorita de los demócratas, pero ya no es la incontestable candidata. Sanders, el senador 'socialista' de 74 años conquista la juventud demócrata que sueña con una revolución en Washington y cárcel para Wall Street.

En el lado republicano, Trump, el magnate inmobiliario de 69 años y el senador ultraconservador de origen cubano Ted Cruz, de 45, se disputan la voz de los votantes más conservadores molestos con las élites y el 'establishment' en Washington y su propio partido.

Trump lidera los sondeos republicanos a nivel nacional desde julio con una retórica incendiaria. Insultos por doquier, ataques contra inmigrantes y musulmanes, apologías al uso de la tortura contra prisioneros: el millonario rompe añicos todos los tabúes de las campañas políticas.

Pero en Iowa enfrenta una batalla cerrada con el senador Cruz, estandarte de la derecha religiosa.

La complejidad de los caucus

Tras meses de sondeos imperfectos, Iowa será la primera prueba real del temple y atractivo de los candidatos. Es la tradición desde 1972: Iowa lanza el periodo de primarias. Los 49 estados restantes de la Unión y cinco territorios como Puerto Rico votarán luego, hasta junio, para determinar los delegados de los candidatos, que en las convenciones nacionales de julio investirán el candidato demócrata y el republicano para las presidenciales del 8 de noviembre.

En Iowa, donde solo se elige el 1% de los delegados, lo importante es la simbología.

Y la forma cómo se desarrolla el proceso solo acentúa la imprevisibilidad de los resultados. A diferencia de las primarias normales, en Iowa los electores son convocados a 'caucus' o asambleas del partido. Los republicanos votan en secreto, pero los demócratas deben declarar a cual candidato prefieren. Esas peculiaridades reducen la participación a los más comprometidos políticamente.

En los últimos días, los equipos de los candidatos invadieron el terreno: legiones de voluntarios tocan puertas de votantes potenciales para recordarles de ir a votar puntualmente.

Poco se sabe de la capacidad de movilización de Trump, quien prefiere hablar a sus seguidores desde una alejada tarima. Cruz, estrella del movimiento ultraconservador Tea Party, visita personalmente restaurantes y plazas, y se jacta de movilizar una fuerza 12.000 voluntarios y empleados en todo el estado.

'En Iowa, el apoyo de la derecha religiosa y del movimiento de enseñanza en el hogar da una gran ventaja sobre otros candidatos', dijo a la AFP el politólogo Cary Covington de la Universidad de Iowa, quien predice que 'eso virtualmente asegura Iowa para Cruz'.

Entusiasmo versus movilización

En total, 12 republicanos y tres demócratas están en liza.

Pero solo tres sobreviven después de Iowa, según el consenso político. Un candidato que termine de después del tercer lugar difícilmente obtendrá la nominación del partido.

El excandidato republicano John McCain ha sido el único miembro de ambos partidos en obtener la nominación presidencial a pesar de haber quedado más abajo del tercer lugar en 2008 en Iowa desde que los caucus de este estado comenzaron a lanzar las primarias en 1972.

Pero un cuarto lugar en Iowa generalmente significa el principio del fin de los apoyos, las donaciones y la cobertura mediática.

Son duras noticias para el exgobernador de Florida Jeb Bush, hijo y hermano de expresidentes; el gobernador de New Jersey, Chris Christie; y el de Ohio, John Kasich, políticos experimentados que desfallecen en los sondeos republicanos.

En el campo demócrata, Sanders espera un déjà vu a 2008, cuando el casi desconocido senador Barack Obama le arrebató el caucus a la exprimera dama para terminar ganando la nominación y luego la presidencia.

El llamado del senador que los estadounidenses emprendan 'una revolución política' puede beneficiarle en Iowa, donde acuden a votar quienes tienen posiciones más extremas.

Una victoria en Iowa consagraría su credibilidad e impulsaría sus posibilidades en las siguientes primarias: el 9 de febrero en New Hampshire y luego en Carolina del Sur el 20.

Pero la cuestión será si el entusiasmo de sus seguidores podrá contra el poder de movilización de la maquinaria Clinton.

'El momentum y la emoción parecen estar más del lado de Sanders, pero puede estar dependiendo demasiado de una base de apoyo que no está muy bien distribuida a lo largo del estado y un poco menos dada a participar en los niveles que él necesita', escribieron los analistas Larry Sabato y Kyle Kondik en internet.

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