Desde su aparición hace más de 90 años en la región de las Américas, el régimen de zonas francas se ha transformado en el principal instrumento de generación de empleos, de captación de inversión extranjera directa y de diversificación industrial en los países de la región, concluyeron más de 250 participantes que se dieron cita en la XIX Conferencia de Zonas Francas de las Américas, celebrada en Managua.
Juan Pablo Rivera, presidente de la Asociación de Zonas Francas de las Américas (AZFA), aseguró que hay alrededor de 385 zonas francas en todo el continente americano y en España, las cuales representan el 12,5% de las zonas francas a nivel mundial y reúnen cerca de 8.000 empresas de diversos sectores productivos y de servicios.
Además, el régimen de zonas francas en las Américas genera 925.000 empleos directos y alrededor de 1.180.000 empleos indirectos, indicadores que confirman que son un instrumento atractivo para los gobiernos, ya que traen consigo grandes beneficios para los países de la región.
"El futuro de las zonas francas es seguir creciendo, yo no veo otra posibilidad, siempre y cuando los países se ajusten a los requerimientos de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y que los gobiernos desarrollen políticas públicas de apoyo al instrumento. Es decir, que no haya incentivos que distorsionen el comercio internacional, sino incentivos para la promoción de empleos, para la captación de inversiones", señaló Rivera.
El presidente de AZFA puso de ejemplo a Colombia, país que introdujo cambios en la legislación relacionada con el régimen de zonas francas y pasó de tener once a registrar ahora 102 zonas francas, entre 2005 y 2015, donde operan 780 empresas, las cuales generan 71.000 empleos directos y representan el 14% de las exportaciones totales del sector manufactura.
Raúl Torres, experto de la OMC, aseguró a E&N que para el organismo mundial las zonas francas no tienen que ser desmontadas del todo, ya que lo que se cuestiona son los subsidios que se otorgan a la exportación o a la sustitución de importaciones, los cuales son prohibidos y pueden ser impugnados por los otros miembros bajo el mecanismo de solución de diferencias de la OMC.
Torres agregó que la prohibición de subsidios a la sustitución de importaciones se aplica a todos los países de Centroamérica. Mientras que la prohibición de subsidios a la exportación no se aplica a Honduras y Nicaragua por ser países con un PNB per cápita inferior a US$1.000 constantes de 1990.
"En cuanto a El Salvador, Panamá, Costa Rica, Guatemala y República Dominicana, estos países obtuvieron una prórroga de la no aplicación de la prohibición de subsidios a la exportación para sus zonas francas. Esta prórroga se vence este año. Esto no significa que las zonas francas tienen "sus días contados", varios de los países que obtuvieron prórrogas ya han modificado sus regímenes de zonas francas para eliminar el elemento de subsidio a la exportación", dijo Torres.
De acuerdo con la presentación "Panorama de las zonas francas en el mundo: perspectivas y reflexiones para Colombia", divulgada el 1 de octubre del presente año por AZFA, en Centroamérica, Panamá y República Dominicana operan alrededor de 228 parques industriales, en los cuales operan miles de empresas de zonas francas.
Entre los países más destacados de la región Cafta-DR están República Dominicana con más de 600 empresas de zonas francas, Guatemala (260), El Salvador (200) y Nicaragua (173), entre otros.
"Creo que las zonas (francas) seguirán creciendo ya que su atractivo va más allá de los incentivos fiscales. Presentan una gran ventaja en cuanto a que pueden ofrecer otros atractivos como acceso a una infraestructura mejorada, a servicios públicos y privados más eficientes y la posibilidad de implementar de manera acelerada medidas de facilitación del comercio. Es por esto que aun sin otorgar beneficios fiscales, las zonas pueden seguir siendo polos de desarrollo atractivos para los inversionistas", concluyó Torres, experto de la OMC.
Mayor valor agregado
Nicaragua, país anfitrión de la XIX Conferencia de Zonas Francas de las Américas, también registra una evolución del instrumento. Al respecto, el general álvaro Baltodano, delegado presidencial para las inversiones, explicó que la generación de empleos en las zonas francas aumentó en más del 54% en el periodo 2009-2015, alcanzando a noviembre de 2015 la suma de 110.000 empleos directos.
En el mismo periodo, Baltodano dijo que las exportaciones de zonas francas aumentaron en más del 100%, alcanzando niveles cercanos a los US$2.500 millones anuales. Además, señaló que la diversificación industrial es un hecho, ya que del total de las exportaciones en 2014, las de textiles y confección representaron 27,2%, arneses automotores 11%, y puros y tabaco 3,9%.
"Hay cambios en la matriz productiva hacia productos de mayor valor agregado. Nuestra estrategia se encamina hacia mejores empleos. Buscamos desarrollar la cadena de valor completa en el caso de textil-confección", dijo el general Baltodano en rueda de prensa.
El delegado presidencial para las inversiones en Nicaragua refirió que el país busca incursionar en la elaboración de ropa de mayor valor, en autoparques, en ensamblaje de electrodomésticos de línea blanca, en un mayor aprovechamiento del potencial agroindustrial y en seguir fortaleciendo el sector servicios.
En ese sentido, Stefan Bude, presidente de la firma Dräxlmaier, que opera una planta de ensamblaje de arneses eléctricos para vehículos Volkswagen y BMW, aseguró a E&N que tiene planes de aumentar la operación en el municipio de Nindirí, en Nicaragua, pero se hará conforme se materialicen más contratos.
En la actualidad emplean a 2.000 personas en la planta que opera en Nicaragua desde 2008, la cual aseguró que comprarán como muestra del compromiso con el país.
Bude afirmó que el principal obstáculo para crecer es el problema logístico, ya que los proveedores de autopartes trabajan bajo el concepto de procesos justo a tiempo y justo en secuencia, y eso implica producir y entregar el producto a más tardar en una semana en México o Estados Unidos, y eso resulta imposible de lograr con los cuellos de botella que se forman en las fronteras centroamericanas.
Claudia ávila, directora general de la Asociación Mexicana de Parques Industriales (Ampip), expuso el caso de su país, donde funcionan actualmente 230 parques industriales en 24 estados, que suman 25.000.000 de metros cuadrados en edificios industriales, 2.500 empresas inquilinas que generan 1.7 millones de empleos.
Entre los parques industriales, ávila señaló que hay edificios Clase A de grandes dimensiones, a partir de 10.000 metros cuadrados, que albergan ahora industria maquiladora de alto valor agregado, entre estas de los sectores automotor, aeroespacial, de dispositivos médicos, electrodomésticos, farmacéuticos y alimentos procesados.
Por ello, hoy el cluster de la industria automotriz en México es responsable del 80% de la producción mundial de vehículos ligeros y el sexto productor global de autopartes, ya que ahí operan las plantas de 16 fabricantes globales, entre ellos, Toyota, Nissan, Audi, Ford, Volskwagen y Kia. Además, hay más de 300 proveedores de autopartes.
ávila señaló a E&N que el régimen de zonas francas irrumpió en México en los años 60, para paliar el desempleo que se generalizó en las zona norte de su país, al concluir el Programa Braceros entre México y Estados Unidos. Posteriormente cobró fuerza a partir de los años 80, con la suscripción de los primeros tratados de libre comercio, entre ellos el Nafta con Estados Unidos y Canadá.
Además de la ubicación geográfica de México, destacó que el país resulta atractivo porque ha sido capaz de revolucionar su mano de obra, para poder aspirar a atraer sectores que requieren de alta ingeniería. En ese sentido, destacó las políticas públicas impulsadas por los gobiernos de su país, que permitieron la apertura y funcionamiento de la Escuela Aeroespacial en Querétaro y han promovido becas para las escuelas de Ingeniería en las universidades mexicanas.
Daniel Lizarro, de República Dominicana, destacó que el programa de zonas francas de su país tiene más de 45 años y se ha convertido en un programa modelo para Centroamérica y el Caribe, ya que empezó con ensamblaje liviano, especialmente de confección y textiles, y ahora ha evolucionado hacia productos médicos, calzado, joyería, artículos electrónicos y del sector servicios (call centers y BPO).
"Nosotros vamos hacia procesos más completos de integración vertical, trabajamos para la formación de clusters. Ya tenemos en República Dominicana el cluster de manufactura de cigarros, de puros, y queremos esa integración vertical también en calzado, en productos médicos y en bienes electrónicos", dijo Lizarro a E&N.
En el país caribeño, de acuerdo con el estudio titulado "Zonas francas: éxito de una alianza público-privada", divulgado por la Asociación Dominicana de Zonas Francas (Adozona), la producción de las empresas bajo este régimen representó en 2014 el 3,2% del PIB, el 10,2% de la inversión extranjera directa y el valor de sus exportaciones alcanzó US$5.589 millones, equivalente al 56% del total de las exportaciones del país.
Por otra parte, en 2014 las zonas francas empleaban a 153.342 personas, representando 12% de los cotizantes privados de la Tesorería de la Seguridad Social de ese país, y un 33,4% del empleo de la industria de manufactura.
"El mejor negocio del mundo para nuestros países es la zona franca", aseveró José Torres, vicepresidente ejecutivo de Adozona.
Martín Ibarra, de origen colombiano y vicepresidente de la junta directiva de la Organización Mundial de Zonas Francas, confía en que estas zonas seguirán creciendo a nivel global y, en particular, en nuestra región. Sin embargo, abogó por un mayor apoyo por parte de los gobiernos para potenciar aún más el instrumento.
El experto señaló que en el mundo hay 3.500 zonas francas, que generan alrededor de 70 millones de empleos directos, cifra que equivale al 1% de la población mundial. En China Popular, donde él fue testigo de la irrupción de las zonas francas 35 años atrás, hoy estas emplean a 40 millones de personas.
"He visto el poder de las zonas francas y el secreto está en el apoyo político de los gobiernos, en convencerlos de que no hay mejor instrumento para importar oportunidades de inversión y producción que las zonas francas", concluyó Ibarra.
