Además de los US$750 millones para esos tres países centroamericanos, el texto incluye una partida de US$100 millones más para la lucha contra el tráfico de drogas en el vecino México.
La cantidad es levemente menor a la solicitada por el presidente estadounidense, Barack Obama, quien tras la crisis de inmigración infantil que vivió el país el pasado año en la frontera sur solicitó US$1.000 millones para que dichos países puedan trabajar por persuadir a sus ciudadanos de emigrar al norte.
Dicha cantidad forma parte del acuerdo presupuestario aprobado hoy por el Capitolio y que asciende a US$1,15 billones (millones de millones) para los próximos 10 meses, el cual también prevé recortes fiscales para las empresas y los pequeños trabajadores valorados en US$680.000 millones.
Tras la crisis migratoria infantil que agolpó a decenas de menores no acompañados en la frontera entre EE.UU. y México, principalmente provenientes de Guatemala, El Salvador y Honduras, la Casa Blanca acordó un programa de inversión en esos países en colaboración con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que asciende a US$2.800 millones para el próximo año en toda la región.