Claves del día

Lamborghinis frente a 'salarios basura': la creciente desigualdad en España

Un estudio de la ONG Oxfam que define a España como uno de los países más desiguales de Europa. Un 53% de los españoles considera haber vivido un descenso de clase social. Con la crisis, las cosas han mejorado para los directivos, pero han empeorado para muchos más

2015-12-16

Por: AFP

En Pozuelo de Alarcón, cerca de Madrid, Lamborghini abrió en 2013 su primer concesionario en España; desde entonces, el negocio prospera en el país, donde la crisis disparó las desigualdades sociales, uno de los principales temas de campaña de las legislativas del domingo.

En su escaparate muestran un brillante bólido rojo del constructor automovilístico italiano por un precio de 272.000 euros. En el interior, tres modelos de 418.000 euros esperan comprador. 'Nos está yendo muy bien. Estamos cumpliendo todos nuestros objetivos, no podemos quejarnos', explica su vendedor, Alberto Pajuelo Fernández.

No revela su facturación pero en 2014 vendieron nueve coches de lujo. Para 2015 esperan mejorar los resultados en un país donde más del 21% de la población activa está sin empleo, la segunda tasa más alta de la Unión Europea después de Grecia.

La tienda se abrió en esta localidad al noreste de Madrid, conocida por tener una de las rentas per cápita más altas de España y ser la residencia de grandes ejecutivos y conocidos futbolistas, como el portugués Cristiano Ronaldo.

Cerca del concesionario, se levanta un lujoso complejo residencial, cerrado al público y altamente vigilado: 'La Finca', con un campo de golf y mansiones de 600 metros cuadrados con piscinas, a la venta a partir de 1,5 millones de euros.

Mientras, las revistas del corazón siguen de cerca las competiciones hípicas y los amores de Marta Ortega, presunta sucesora del imperio textil Inditex (Zara) fundado por su padre, Amancio Ortega, la cuarta persona más rica del mundo.

Su fortuna, como la de otros millonarios españoles, no dejó de crecer durante los peores años de la crisis.

Entre 2008 y 2014, el número de españoles con más de un US$1 millón --sin contar su residencia y los bienes de consumo-- se disparó, en consonancia con la evolución internacional, en más del 40% hasta establecerse en 178.000, según la consultora Capgemini.

En cambio, el número de personas que sufren 'privaciones materiales severas' se duplicó desde 2007, superando los tres millones de personas sobre una población de 46,5, según un estudio de la ONG Oxfam que define a España como uno de los países más desiguales de Europa.

'Salarios basura'

'Tengo la sensación de que estamos al borde de un abismo, incluso de un potencial estallido social', confiesa el director de Oxfam en España, José María Vera.

Los expertos atribuyen esta desigualdad a la pérdida de empleos, las medidas de austeridad y los bajos salarios, mientras que los impuestos para los más adinerados bajaron.

'Los salarios altos siempre han existido. Lo nuevo es la gran cantidad de salarios basura', dice Vera.

Según un estudio de ICSA Group, especializado en recursos humanos, y la escuela de comercio de Barcelona EADA, los directivos obtuvieron subidas de salarios por encima de la inflación.

Su remuneración media anual pasó de 68.705 euros en 2007 a 78.840 euros en 2014 (+14,75%), mientras que la inflación acumulada en este periodo fue del 13,1%. El salario medio español aumentó sólo un 11,1% hasta situarse alrededor de 21.700 euros.

'Los directivos son los únicos que han ganado poder adquisitivo', señala el profesor de EADA Jordi Costa.

Un 53% de los españoles considera haber vivido un descenso de clase social, explica la socióloga Belén Barreiro, directora del instituto demoscópico MyWord. De golpe, personas que podían viajar, comprarse un vehículo o ir al fútbol, tuvieron que renunciar a todo ello.

'Para unos cuantos, las cosas van bien o bastante mejor. Para el resto, los últimos años han sido duros', asegura Ligia Fernandes, de 47 años, una mujer de la limpieza que toma un café en Pozuelo antes de empezar su jornada.

Fernandes, originaria de Brasil, llegó a España hace una década. En 2012 perdió su empleo fijo en un hotel madrileño y tiene que sobrevivir limpiando varios pisos por la mitad del dinero que cobraba entonces. 'No me queda otra', se resigna.

En esa misma calle, un cartel electoral del Partido Popular de Mariano Rajoy, jefe del gobierno conservador saliente, defiende su balance: 'un millón de empleos creados' desde 2014.

Una lectura optimista denunciada constantemente por la izquierda, desde Podemos (antiliberal) hasta los socialistas del PSOE, que señalan las desigualdades y reclaman medidas de urgencia social.

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