Claves del día

Inicia histórica conferencia sobre clima en París

Un total de 183 países ya han presentadocompromisos de reducción de gases con efecto invernadero, algo sin precedentes. Los científicos advierten que si el planeta sufre un aumento de su temperatura media de más de 2 ºC respecto a los niveles de la era preindustrial, los efectos serán irreversibles.

2015-11-30

Por: AFP

La 21ª conferencia del clima (COP21) se inició este lunes en París en presencia de unos 150 jefes de Estado y gobierno y bajo la presidencia del canciller francés Laurent Fabius, que prometió un liderazgo 'imparcial y respetuoso' de las deliberaciones conducentes a un acuerdo mundial.

El ministro de Medio Ambiente de Perú y presidente de la COP20, Manuel Pulgar Vidal, abogó por trabajar conjuntamente 'contra el cambio climático y el terrorismo global', antes de pasar la presidencia a Fabius, que fue oficialmente electo por aclamación presidente de la COP21.

Fabius prometió que la COP21 será 'una conferencia imparcial y respetuosa de todos', 'transparente' e 'inclusiva, que cree en la confianza de todas las partes'.

'El éxito está a nuestro alcance pero no está ganado de antemano', advirtió Fabius.

Christiana Figueres, principal responsable de la ONU sobre el clima, dijo por su parte que 'nunca una responsabilidad tan grande estuvo en manos de tan poca gente'.

Más de 150 jefes de Estado participan en esta gran conferencia sobre el clima, la mayor jamás organizada, con la esperanza de alcanzar un acuerdo para limitar el calentamiento global.

'El mundo enfrenta actualmente dos grandes amenazas, el cambio climático y el terrorismo', dijo Pulgar. 'Podemos trabajar juntos contra el cambio climático y contra el terrorismo global', agregó.

China y EE.UU. asumen responsabilidades

China y Estados Unidos, los dos mayores emisores de gases de efecto invernadero, asumen sus respectivas responsabilidades en la lucha contra el calentamiento global, afirmó el presidente norteamericano Barack Obama tras entrevistarse el lunes en París con su homólogo chino Xi Jinping.

'En tanto que mayores economías mundiales y mayores emisores de carbono, hemos determinado que ambos tenemos la responsabilidad de tomar medidas', declaró Obama tras la reunión sostenida al margen de la conferencia sobre el clima de París (COP21).

'Nuestro liderazgo en este tema es vital', agregó.

Obama también insistió en la necesidad de 'reforzar la transparencia para construir la confianza' en las negociaciones sobre el clima de París (COP21).

Xi recordó las dificultades acuciantes a las que se ve confrontada la comunidad internacional.

'Actualmente, la economía mundial se recupera lentamente. Hay un auge del terrorismo y el cambio climático representa un gran desafío. Hay más inestabilidad e incertidumbre en la situación internacional', declaró.

Por eso, prosiguió, 'es muy importante que China y Estados Unidos mantengan un firme compromiso con la construcción de un modelo de relaciones entre grandes países (...) trabajando juntos para combatir todas las formas de terrorismo y asociándose para ayudarse mutuamente para que la conferencia sobre el clima alcance sus metas'.

China y Estados Unidos son los dos principales emisores de gases de efecto invernadero, respectivamente con un 24% y un 15% del total, según la consultora Climate Analitics.

Un total de 195 países participan en esta conferencia, que se prolongará hasta el 11 de diciembre, en busca de un acuerdo para limitar el calentamiento global a un máximo de 2º respecto a la era preindustrial.

Qué debatirá la cumbre

Desde el carácter vinculante del futuro acuerdo hasta sus propios objetivos, quedan importantes temas por resolver si la comunidad internacional quiere frenar eficazmente el peligroso calentamiento del planeta.

- Objetivos a largo plazo.
Limitar el alza de la temperatura mundial a un máximo de 2 ºC respecto a la era preindustrial es un objetivo compartido por todos, pero algunos países como los Estados insulares defienden una meta más ambiciosa, de 1,5º.

Para conseguir la meta de los 2º se necesitará una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Pero la formulación de este objetivo puede ser muy precisa -fijando, por ejemplo, una fecha límite para el tope de emisiones- o mucho más vaga, con términos como 'transformación global de bajo nivel de carbono' o 'la neutralidad de carbono', que consiste en lograr que el balance entre el carbono liberado en la atmósfera y la cantidad equivalente retenida o compensada sea igual a cero.

Los países estudian la posibilidad de hacer balance de las acciones emprendidas para frenar el cambio climático, pero la fecha suscita debate. Algunos quieren hacerlo antes de 2020, fecha de entrada en vigor del futuro acuerdo.

Para permanecer por debajo de una subida de 2º, los científicos y los economistas recomiendan más esfuerzos antes de 2020. Actuar más tarde saldrá más caro, avisan.

- Revisar los compromisos al alza.
Al menos 161 países anunciaron sus objetivos nacionales para reducir o limitar las emisiones de gas de efecto invernadero antes de 2025 o 2030.

Si respetan sus compromisos, el alza prevista de la temperatura mundial pasaría de más de 4ºC a unos 3ºC, es decir un nivel aún insuficiente.

Para reducir la diferencia entre esos 3ºC y el objetivo de 2ºC, muchos países abogan por que se publiquen nuevos compromisos, más ambiciosos, cada cinco años.

- Financiamiento.
En 2009, los países desarrollados se comprometieron a reunir cada vez más fondos para financiar proyectos climáticos (reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero o acciones de adaptación al calentamiento global) hasta alcanzar los 100.000 millones de dólares en 2020.

Para los próximos años, habrá más financiación, como la que aportarán los bancos multilaterales de desarrollo. El Fondo Verde para el Clima, dotado con 10.000 millones de dólares hasta 2018, ya comenzó a financiar sus primeros proyectos en 2016.

Los países en vías de desarrollo exigen que los fondos para proyectos climáticos no sustituyan la ayuda para el desarrollo, sino que se añadan a ésta.

También reclaman que se reequilibre la financiación entre la adaptación al cambio climático y la reducción de los gases de efecto invernadero, que se lleva la mayor parte de los fondos.

- Carácter vinculante.
Los países se pusieron de acuerdo en 2011 en Durban para alcanzar en 2015 un 'protocolo, u otro instrumento legal, o una solución concertada que tenga fuerza legal', lo cual deja varias opciones abiertas. Desde entonces hubo pocos avances.

Es necesario definir si se tratará de un tratado, protocolo, sometido a ratificación por los Parlamentos (como el protocolo de Kioto que cederá la posta al que se alcance en París), o una simple declaración política.

Estados Unidos aclaró de antemano que no podrá ser un tratado, lo cual implicaría una ratificación por un Congreso republicano poco favorable a la causa del clima.

También será necesario definir el estatuto jurídico de los compromisos nacionales de reducción de gases con efecto invernadero, que actualmente se encuentran en estado de 'contribuciones', término que a partir de 2013 sustituyó al de 'compromisos' para lograr una mayor adhesión de países.

En cuanto a la verificación y el control de lo acordado, en ningún caso se prevé de momento un mecanismo de sanciones.

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