Pero esta guerra podría estar cerca de vivir una tregua. Al menos así se especula en el mercado tras las últimas llamadas al apaciguamiento, en un momento en el que todo el mundo, desde Arabia Saudí hasta Canadá pasando por multinacionales, está sufriendo las consecuencias.
En esta línea se manifestaba esta semana el secretario general del cártel petrolero, Abdullah al-Badri. 'Todos deberíamos trabajar juntos, OPEP y no OPEP, trabajar juntos para deshacernos de este excedente', señaló en una conferencia en Londres. 'Hay un problema al que nos enfrentamos: el excedente de 200 millones de barriles'.
'No tenemos problema en cooperar con cualquiera, incluso con los productores de EEUU. Si quieren hablar con nosotros, estamos dispuestos a hablar con ellos, porque ahora mismo la situación está afectando realmente a todo. EEUU, OPEP, no-OPEP, todo el mundo', añadió el jefe del cártel.
El papel de Rusia
La organización, liderada por Arabia Saudí, controla más del 40% del mercado global, pero hasta ahora no ha conseguido la cooperación de los miembros ajenos, como Rusia, que actualmente es el primer productor de petróleo del mundo. Mientras, EEUU sigue incrementado su producción y sus reservas, mostrando mucha resistencia a los bajos precios a pesar del recorte de inversiones y empleo en el sector.
Pero empieza a haber acercamientos. Este fin de semana, el ministro de Energía ruso, Alexander Novak, aseguró que está dispuesto a reunirse con miembros de la OPEP y de fuera de la OPEP para discutir la situación actual del mercado de petróleo. Por su lado, Rusia y Arabia Saudí tiene previsto un encuentro a finales de este mes.
La próxima reunión del cártel del próximo 21 de octubre incluye una invitación a los países productores que no forman parte de la organización para que participen discusiones técnicas, algo similar a lo que ya se produjo en mayo, confirmó al-Badri.
La participación de Rusia es una demanda que lleva meses pidiendo Venezuela, miembro de la OPEP y quizá el país más afectado por el hundimiento de los precios del petróleo. La organización no revisará su producción, que hasta ahora no ha sido alterada para intentar contener las caídas, hasta el encuentro de diciembre.
Estabilización del petróleo
El petróleo comenzó su desplome a mediados del año pasado, cuando el barril cotizaba ampliamente por encima de los US$110. Desde entonces ha caído a menos de la mitad, con el Brent, referencia en Europa, cotizando en el entorno de los US$50 y el West Texas, referencia en EEUU, moviéndose algo por encima de los US$45 tras marcar mínimos por debajo de US$40 este verano, mínimos de seis años.
La irrupción del petróleo y el gas estadounidense gracias al fracking trajo consigo un incremento de la producción que inició los descensos. La OPEP decidió no recortar su producción, buscando defender su cuota de mercado gracias a que su petróleo, especialmente en Oriente Medio, es mucho más barato de extraer, mientras se reequilibraba el mercado.
En los últimos tiempos, parece que el mercado se ha estabilizado, y muchas empresas se han visto obligadas a reducir su producción para afrontar la nueva situación, lo que en cierta manera se puede considerar una 'victoria' de Arabia Saudí, aunque una victoria no exenta de costes, como muestra el hecho de que el país vaya a tener un déficit público del 20% este año.
'Hay una mejora en el mercado. La situación puede no durar demasiado, no más de dos años', sentenció Abdullah al-Badri a la pregunta de cuánto tardaría en reequilibrarse el mercado.