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La ONU apuesta acabar con la pobreza en 2030

Los líderes del planeta adoptaron este viernes un ambicioso programa que pretende acabar con la pobreza en los próximos 15 años, que el papa llamó una 'señal de esperanza' aunque exhortó a tomar acciones concretas.

2015-09-25

Por: AFP

En la apertura de una cumbre que reunirá hasta el domingo a más de 150 jefes de Estado y de gobierno en la sede de la Naciones Unidas en Nueva York, los países fijaron 17 metas, divididas en 169 objetivos, a cumplirse hasta 2030.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, señaló que la nueva agenda representa una 'visión del mundo universal, integrada y transformadora'.

Pero advirtió de la necesidad de que la comunidad internacional se comprometa con la implementación del plan. 'Necesitamos acciones de todos en todas partes'.

El programa busca acabar con la pobreza, promover la educación, garantizar vidas más saludables y combatir el cambio climático.

Para el papa Francisco, que momentos antes se dirigió a los líderes desde la tribuna del auditorio de la Asamblea General, el nuevo plan de desarrollo 'es una importante señal de esperanza'.

'No bastan, sin embargo, los compromisos asumidos solemnemente, aun cuando constituyen un paso necesario para las soluciones', señaló.

'El mundo reclama de todos los gobernantes una voluntad efectiva, práctica, constante, de pasos concretos y medidas inmediatas para preservar y mejorar el ambiente natural y vencer cuanto antes el fenómeno de la exclusión social y económica', dijo el papa argentino, el primero del continente americano.

El documento, de 41 páginas, fue ratificado durante la inauguración de la Cumbre sobre el Desarrollo Sostenible 2015, preludio de los debates generales de la 70ª Asamblea General de la ONU la semana próxima.

El objetivo número uno es 'poner fin a la pobreza en todas sus formas': 836 millones de personas viven aún con menos de US$1,25 al día.

Más de US$3,5 billones

El plan también prevé garantizar el acceso universal a la educación y la salud, luchar contra las crecientes desigualdades, promover el desarrollo de las mujeres, y limitar el calentamiento global.

Ese faraónico listado guarda similitudes con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) propuestos para el período 2000-2015.

'Esta agenda no parte de cero ni es ingenua, tenemos la experiencia de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que permitieron hacer converger esfuerzos y alcanzar resultados en torno a metas comunes', dijo la mandataria chilena, Michelle Bachelet.

Pero el nuevo plan es mucho más ambicioso que los ocho objetivos del Milenio, que fueron enfocados en la pobreza y la salud en los países en desarrollo.

Los países industrializados también participarán, y se abordarán asuntos tan delicados como el buen gobierno, la igualdad de género y la lucha contra la corrupción.

El desafío es enorme: encontrar recursos para financiarlo, asegurar que los gobiernos lo cumplan y garantizar que nadie se quede por el camino.

Las metas no son vinculantes y cada país es libre de priorizar los objetivos y administrar los recursos, pero 300 indicadores le permitirán a Naciones Unidas evaluar los avances.

'Tenemos una gran historia de hacer promesas en la ONU, pero el asunto es si la promesa siempre es cumplida', señaló Jamie Drummond del grupo activista ONE.

Expertos calculan que se necesitarán entre 3,5 y 5 billones de dólares cada año durante 15 años para financiar la ambiciosa iniciativa, en un contexto de crisis económica mundial que ha reducido las colaboraciones de las naciones ricas a las más pobres.

Instituciones financieras internacionales como el Banco Mundial proveerán recursos para grandes proyectos de infraestructura que podrían tener un efecto en el combate a la pobreza.

Los resultados de las anteriores metas son contradictorios. La pobreza extrema y la mortalidad infantil cayeron a la mitad respecto a 1990. Pero el ambiente ha recibido los embates del crecimiento acelerado de China e India, y las desigualdades económicas se ensanchan.

'Condiciones' para la paz

Bachelet y su par colombiano, Juan Manuel Santos, se comprometieron con entusiasmo a implementar las nuevas metas.

La agenda 'se hace cargo de los grandes desafíos de una realidad que no admite dilaciones', dijo Bachelet.

Para Santos, las metas de desarrollo son 'condiciones necesarias para la construcción de paz' en su país, que avanza hacia el fin de un conflicto armado de más de medio siglo, el último de la región.

'La paz en Colombia tendrá unos altísimos dividendos precisamente en lo económico, lo social y lo ambiental', afirmó.

Por su parte, el presidente boliviano, Evo Morales, elevó una rotunda condena a la 'dictadura' del sistema capitalista'.

'El capitalismo convierte a los pueblos en extrema pobreza', zanjó.

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