'Hemos visto, solo en el mes de agosto, un aumento sorpresivo' del número de niños, dijo Earnest durante una conferencia de prensa, indicando que por las altas temperaturas del verano los cruces en agosto suelen disminuir.
Aunque no detalló el número exacto de menores indocumentados que cruzaron la frontera en agosto, Earnest resaltó que era 'mucho menor' comparado con el mismo mes del año pasado, cuando el país atestiguó una oleada migratoria sin precedentes de niños centroamericanos.
No obstante el portavoz de la Casa Blanca declaró que el repunte en el último mes 'es algo que es preocupante'.
La Casa Blanca 'toma muy seriamente' la situación y la vamos a 'vigilar de cerca en los próximos meses', señaló.
Entre septiembre de 2013 y octubre de 2014, las autoridades estadounidenses interceptaron a más de 67.000 niños sin sus representantes -provenientes principalmente de Honduras, El Salvador y Guatemala- en la frontera de Estados Unidos con México.
En los once meses siguientes esa cifra cayó a 34.988, según datos de la Patrulla Fronteriza, que sin embargo no desveló el número de niños capturados solo en agosto.
Tras la crisis del año pasado, los gobiernos centroamericanos reforzaron los controles fronterizos y diseñaron políticas para atacar la pobreza y la violencia, que empujan a sus ciudadanos a emprender el peligroso viaje hacia Estados unidos.
Asimismo, la Casa Blanca ofreció US$1.000 millones de ayuda en cinco años para Guatemala, El Salvador y Honduras en el marco del plan Alianza para la Prosperidad. El proyecto aún no ha sido discutido en el Congreso.
Pero la ola migratoria no se ha detenido, solo que ahora los inmigrantes centroamericanos son capturados en la frontera sur de México, que lanzó hace un año el plan Frontera Sur, con el despliegue de 5.000 agentes y una ampliación de los controles migratorios.
