La apatía de los guatemaltecos hacia la clase política se acrecentó luego que el mandatario fuera vinculado como cabecilla, junto con su ex vicepresidenta Roxana Baldetti, de una estructura de defraudación aduanera cuya revelación hundió al país en una crisis política.
Tras la denuncia, los 14 candidatos a la presidencia centraron sus baterías en el combate a la corrupción, sin propuestas para combatir la pobreza que afecta al 54% de los 15,8 millones de habitantes, y la migración ilegal de miles de personas hacia Estados Unidos en busca de una vida mejor.
La exigencia de transparencia también desplazó de la agenda electoral a la ola de violencia que deja unos 6.000 muertos cada año, y el combate al narcotráfico, que junto con las violentas pandillas son responsables de la mayoría de los crímenes, según las propias autoridades.
El director del Centro Internacional de Investigaciones de Derechos Humanos (CIIDH), Jorge Santos, afirmó a la AFP que por el momento 'existe una ausencia en la discusión política partidaria de los problemas estructurales' que afectan al país.
Santos aseguró que eso demuestra que en Guatemala 'no existen estructuras de organizaciones políticas fuertes que tengan un plan de trabajo', sino más bien 'maquinarias fabricadas solo para el proceso electoral'.
'Ante el hallazgo de la corrupción, modificaron la oferta porque son oportunistas y dejan por un lado temas fundamentales como el combate a la pobreza y las drogas', afirmó.
Este lunes, el mandatario aseguró que no recibió 'ningún centavo' de la red que orquestó una estafa millonaria en las aduanas y descartó renunciar al cargo, como le exigen ONG, estudiantes, cámaras empresariales y manifestantes indignados con el fraude.
El presidente brindó su primera conferencia de prensa desde que fuera señalado por la Fiscalía como cabecilla del grupo delictivo.
Su ex vicepresidenta Baldetti guarda prisión preventiva desde el 21 de agosto por el mismo caso.
Un sistema corrupto
Para Manfredo Marroquín, director de Acción Ciudadana, capítulo local de Transparencia Internacional, el descontento radica en que hay 'hartazgo del sistema de gobierno mafioso que se ha implanto en Guatemala desde hace más de 30 años'.
'Es un proceso de acumulación y estalla porque hay cansancio, agotamiento por las mafias que básicamente capturaron el Estado y sus instituciones para hacer negocios', dijo Marroquín a la AFP.
'Básicamente la corrupción se comió literalmente al Estado' y el nuevo gobierno que asumirá el 14 de enero próximo llegará con 'mucha precariedad y con todos los servicios públicos colapsados', lamentó.
Asimismo, Marroquín calificó como un 'peligro muy alto' para la institucionalidad del país que el presidente 'siga aferrado al poder'.
'Es un presidente tramposo' y de continuar en el puesto 'podría generar violencia. Vamos a unas elecciones donde cualquier cosa puede pasar', sostuvo.
Según Marroquín, los candidatos están bajo cuestión o escrutinio y 'la gente ya no les cree y por eso no están ofreciendo nada. Es una campaña completamente desquiciada, loca'.
Voto con descontento
El director de Acción Ciudadana, aseguró que gane quien gane el domingo 'la crisis no se va a detener, más bien se va a ir potenciado cuando tome posesión el nuevo gobierno porque va a estar bajo un escrutinio muy alto'.
En tanto, el arzobispo católico óscar Vian instó a los guatemaltecos a acudir masivamente a las urnas, aunque también les pidió analizar el voto.
'No tengamos miedo de ser coherentes, no nos quedemos solo en las prácticas religiosas que abundan en nuestras parroquias', dijo el religioso el domingo.
'Abstenerse a votar o votar nulo para expresar la inconformidad es dejar la responsabilidad en manos de otros', puntualizó.
Más de 7,5 millones de guatemaltecos están convocados para elegir al nuevo presidente, un vicepresidente, 338 alcaldes, 158 diputados y 20 diputados al Parlamento Centroamericano.
