La fuga del narcotraficante Joaquín "el Chapo" Guzmán no pudo llegar en mejor momento para la estrategia de marketing político del magnate y aspirante a la presidencia de Estados Unidos Donald Trump. Luego de estar en el centro de la polémica al acusar a los inmigrantes mexicanos de ser asesinos y violadores, ahora usa el tema de "el Chapo" a su favor en un entorno en el que continúa su ascenso en las preferencias de los republicanos y conservadores.
El fin de semana, Trump realizó una gira por las ciudades de Phoenix, Arizona, y Las Vegas, Nevada, en donde endureció su discurso en contra de los inmigrantes mexicano. Acusó al gobierno de México de enviar a las peores personas a Estados Unidos y propuso cobrarle US$100.000 por cada indocumentado que cruce la frontera.
El domingo las cosas no pudieron ser mejores para la estrategia de Trump. La fuga de "el Chapo" Guzmán de un penal de alta seguridad del Estado de México le dio nuevas armas para acusar a la administración de Enrique Peña Nieto de ser ineficiente en lo que se refiere a la lucha contra las drogas y el poder mantener a los más peligrosos criminales en la cárcel.
Pese a estar en el centro de la polémica por sus posturas, Trump ha tenido un ascenso importante en las preferencias de los republicanos y sectores más conservadores. De acuerdo con un reporte de Reuters, Trump tiene el 15,8% de las simpatías de los encuestados que se identificaron como republicanos, detrás del 16,1% por ciento de Jeb Bush, quien antes de la escalada de Trump parecía tener el camino libre.
