Economía Naranja: la revolución que factura poniendo mente y corazón

Infraestructura. Para abordar de forma integral las necesidades de infraestructura sobre la cual se apoya la Econom&iacute;a Naranja, los expertos han creado el concepto de &quot;Kreat&oacute;polis&quot;, del griego krea (creaci&oacute;n) y polis (ciudad-estado). Se trata de un concepto en desarrollo que busca encapsular la complejidad del ambiente &oacute;ptimo que la creatividad necesita para desarrollarse.Hoy se sabe que los bienes y servicios intangibles se desarrollan bien en el marco de dos &quot;ecosistemas naranjas&quot; (la Kreat&oacute;polis), claramente identificados, que se relacionan y contienen. Ellos son: los cl&uacute;sters creativos y los hub creativos.La c&eacute;lula madre es el cl&uacute;ster. Hace referencia a espacios relativamente peque&ntilde;os (un edificio, un barrio o un parque) que concentran empresas del sector. Estas compa&ntilde;&iacute;as interact&uacute;an entre s&iacute; de manera coopetitiva (cooperar para hacer crecer la torta, competir para dividirla), permitiendo que sus recursos se sumen para optimizar su capacidad de crear bienes y servicios. Ejemplos son el Centro de Dise&ntilde;o de Buenos Aires (Argentina) o la Ciudad Digital de Guadalajara (M&eacute;xico).El segundo escal&oacute;n es el hub creativo. Se refiere a un centro de conexiones en el que cl&uacute;sters, infraestructuras especializadas, capitales, talentos y tecnolog&iacute;as se concentran, independientemente de su proximidad geogr&aacute;fica. Un hub enfocado en la m&uacute;sica es Miami (EE.UU.); otro especializado en moda surgi&oacute; en São Paulo (Brasil). A nivel mundial, el m&aacute;s reconocido es el Sillicon Valley (California, EE.UU.), donde las &quot;ideas de garaje&quot; han revolucionado la econom&iacute;a y la sociedad misma, desde el conocimiento aplicado a la tecnolog&iacute;a.Estos centros requieren de v&iacute;as de acceso, fibra &oacute;ptica, sat&eacute;lites, antenas de comunicaci&oacute;n. La conectividad es clave para facilitar el contacto entre audiencias, contenidos, artistas, creativos y emprendedores. Aquellas ciudades capaces de desarrollar cl&uacute;sters y facilitar la conexiones en los hub, se convierten en verdaderas ciudades creativas. Industria &quot;mente-facturas&quot; . Duque M&aacute;rquez y Buitrago Restrepo enfatizan que los negocios digitales dependen de las capacidades de los individuos por lo que se necesita un cambio en la mentalidad para entender que los activos m&aacute;s valiosos de las empresas modernas &quot;se van a la casa todos los d&iacute;as y pueden decidir si regresan o no al d&iacute;a siguiente&quot;.En ese marco se plantea el desaf&iacute;o de desarrollar una temprana adopci&oacute;n de esquemas de negocios basados en las mente-facturas que tienen un valor simb&oacute;lico intangible que supera su valor de uso. Se trata de un cambio de modelo productivo; implica pasar del sistema de producci&oacute;n de las manufacturas a uno nuevo en el que ideas y capacidad creativa juegan un rol fundamental.Buitrago Restrepo afirma que Buenos Aires, São Paulo, R&iacute;o de Janeiro y M&eacute;xico D.F. vienen surgiendo como polos de Econom&iacute;a Naranja por comprender el concepto de cambio. Se le suman Santiago de Chile, Lima y Bogot&aacute;, impulsadas por el crecimiento econ&oacute;mico y las articulaciones en el &aacute;rea de la creatividad. &quot;Colombia en la m&uacute;sica; Per&uacute; en la gastronom&iacute;a y Chile con una mirada m&aacute;s global&quot;, afirma. Integraci&oacute;n de contenidos y tecnolog&iacute;a . El gran cambio y la gran oportunidad -para Buitrago- se produce por la articulaci&oacute;n de los contenidos culturales con las nuevas tecnolog&iacute;as que eliminan barreras de acceso al mercado. Por ejemplo, los artistas musicales bajan costos de producci&oacute;n y promoci&oacute;n, y logran masividad, gracias a YouTube.Las nuevas tecnolog&iacute;as son hoy lo que fue la irrupci&oacute;n del cine, que quebr&oacute; el paradigma de la comunicaci&oacute;n audiovisual. &quot;Hay una recomposici&oacute;n, no una desaparici&oacute;n de tecnolog&iacute;as; estamos en un periodo de ajuste y no hay una forma de dominaci&oacute;n sino que todas las formas conviven.Por el lado digital est&aacute; el surgimiento de nuevos actores y por el anal&oacute;gico, hay una redefinici&oacute;n de los actores&quot;, se&ntilde;ala el consultor del BID. Explica que la naturaleza del consumo de contenidos es de nicho. &quot;Gracias a Internet, los nichos ya no conocen de geograf&iacute;a, por lo que hay que globalizar las estrategias comerciales y dejar de temer a la competencia regional&quot;. En su criterio deber&iacute;a crearse el Mercado Interamericano de Contenidos Originales.

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