Las ventajas competitivas que ofrecen en conjunto Puerto Cortés en Honduras y las terminales de Castilla y Barrios en Guatemala, en la costa atlántica norte de Centroamérica, presentan una gran oportunidad para la generación de un nuevo polo desarrollo para la región en materia portuaria y comercial.
Las tres terminales pueden convertirse en una nueva puerta de entrada para mercancías provenientes de Estados Unidos y Europa, y para aquellas que podrían viajar vía terrestre hacia y desde la costa pacífica, representando beneficios y ahorros significativos para el intercambio comercial, la cadena logística y la carga terrestre regional, en comparación con las rutas tradicionales que hacen que los buques viajen con dirección más al sur del istmo por el Canal de Panamá.
Las cifras preliminares registradas para 2014 por la Comisión Centroamericana de Transporte Marítimo (COCATRAM), apuntan a que Puerto Cortés, Castilla y Barrios juntos fueron capaces de recibir en total 178 buques con carga frigorífica, 119 graneleros líquidos, 263 graneleros sólidos y 2.436 portacontenedores.
Estos números representan la apertura de una nueva ventana de oportunidades, que podría atraer más inversión y desarrollo a la región, similares a los que generan grandes terminales como Limón-Moín en Costa Rica y Manzanillo en Panamá, que en tema de portacontenedores llegaron a recibir 1.005 y 2.246 buques respectivamente, el año 2014 según COCATRAM.
A este escenario favorable se suma que Puerto Cortés en Honduras, desde la llegada de Operadora Portuaria Centroamericana (OPC), ha realizado el mejoramiento de la infraestructura de la terminal y ha puesto en marcha diversos procesos de clase mundial.
También en el territorio hondureño, la Comisión para la Promoción de la Alianza Público-Privada (COALIANZA) ha establecido entre sus proyectos primordiales la creación del "Corredor Logístico de Honduras", que funcionará como un gran canal seco de 391,81 kilómetros. para el tránsito terrestre y será construido con la finalidad de integrar social y económicamente a los departamentos de Francisco Morazán, Valle, La Paz, Comayagua y Cortés.
Además, se invertirán más de US$260 millones para la rehabilitación y la expansión de 122,6 kilómetros de la red vial en la costa norte hondureña, esto será a través de la materialización del "Corredor Turístico de Honduras". Este otro proyecto se extenderá en los departamentos de Cortés, Yoro y Atlántida.
Todas las razones anteriores, confirman el enorme potencial que la costa atlántica hondureña y guatemalteca presentan al desarrollo de la región, permitiéndole aspirar al incremento de la inversión internacional, un intercambio comercial más eficiente con menores costos y tiempos; así como a un tránsito más fluido y con mayores facilidades para turistas del istmo e internacionales, para dar de este modo un aporte significativo a la integración centroamericana.
