Por Alberto López, estrategiaynegocios.net
Muchos sectores en El Salvador, sobre todo del rubro empresarial, aseguran que sin plan de seguridad no puede hablarse de aumento de fondos en el presupuesto o impuestos especiales para esa área de combate a la delincuencia y el crimen.
El ex secretario técnico de la Presidencia de Mauricio Funes (2009-2014) y hoy presidente de Instituto Centroamericano de Investigaciones para el Desarrollo y el Cambio Social (Incide), Alexander Segovia, dio la razón al sector empresarial de que no estén de acuerdo con algún aumento de fondos, creación de impuestos especiales u orientación de los actuales, para reforzar el combate al crimen, si no hay un plan concreto y claro que marque el rumbo y las estrategias.
"El país necesita una reforma fiscal, pero eso no es nuevo, el país siempre ha necesitado y siempre se ha opuesto el sector empresarial, que en parte tienen razón, pero ahora con el tema seguridad es una contradicción, porque quieren que se solucione, pero no quieren pagar la cuenta, yo creo que tienen razón en un punto, nadie va estar dispuesto, ni las clases medias ni los empresarios, en pagar un impuesto si no ven que hay una estrategia clara de seguridad, si no hay un plan ningún Gobierno puede venirle a pedir dinero a los ciudadanos y a los empresarios", dijo Segovia.
Pero para cualquier plan o estrategia anti-delincuencial que se emprenda se necesita de más fondos, por simple lógica y sentido común.
Por ejemplo, la estrategia que el ex alcalde de Nueva York en la época del ataque terrorista al Centro Mundial del Comercio (WTC, en inglés), el 11 de septiembre de 2001, Rudoph Giuliani (periodo 1994-2001), contratado ahora para la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), es cara; así lo confirmó el mismo Giuliani, que ahora posee una agencia de asesoría en seguridad (Giuliani Partners LLC ), en la entrevista televisiva matutina de TCS, este lunes por la mañana.
Guliani también se pronuncia, entre sus recomendaciones a la ANEP, que se debe otorgar una especie de "bono", aparte del sueldo, para aquellos "buenos policías" que si cumplan efectiva y eficientemente con el combate al crimen.
Como quiera que se vea, se necesita de más fondos y presupuesto para la Seguridad Pública y, de alguna forma, también para Defensa Nacional que también colabora con la seguridad, a la par de los policías, desde la administración Funes y que el actual mandatario, Salvador Sánchez Cerén, ha mantenido también.
En ese sentido, los presupuestos de Defensa en El Salvador se han venido reduciendo en los últimos tres años, desde US$163,3 millones para 2013; US$149,5 millones en 2014 y US$148,4 millones para el año en curso.
Mientras que el Ministerio de Seguridad recibió este 2015 de US$422,7 millones, un notable aumento con respecto al 2014 cuando recibió US$356 millones, sin embargo hay un fuerte componente para operatividad y prevención del delito, no todo se destina a represión del crimen.
Entre ambas instancias, la Seguridad Pública, propiamente dicha, y la militar recibieron este 2015 alrededor de US$571,1 millones; mientras que otros países de la región que no poseen Ejército, como son los casos de Costa Rica y Panamá, recibieron presupuestos representativos, respectivamente: US$443 millones y US$684,9 millones, aún con reducciones en el orden de tres millones de dólares, en el caso costarricense, y US$31,5, en el caso panameño.
Pero el enfoque empresarial, según el director ejecutivo de la ANEP, Arnoldo Jiménez, es que se debe optimizar y ordenar la acción policial, de manera que con base en las estadísticas se enfoque mejor los esfuerzos en zonas donde sea más necesario y prioritario. Esto antes de poder calcular una cifra de refuerzo presupuestario.
"En tema de seguridad se ha ido subiendo (el presupuesto) en promedio de US$100 millones en los últimos cinco años, nuestro punto de vista es que sí se necesita invertir más en el tema de seguridad, para ser eficientes y siendo que la inseguridad aleja la inversión y por lo tanto que no se genere empleos, pero se han enfocado para la contratación de más policías sin darles entrenamiento adecuado, sin darles chalecos antibalas y enseñarles adecuadamente a tirar dentro de un polígono y sin herramientas tecnológicas necesarias", expresó Jiménez.
Según Jiménez, "hasta que estoy seguro que tengo un buen sistema de seguridad, funcionando de forma armónica y en equipo, con sistemas de informática compartiendo datos, aportando las evidencias adecuadas, entonces yo ya puedo decir, ¿cuántas personas más necesito para fortalecer estas áreas o que funcionen equilibrados? Pero hacerlo así, bajo el desorden, diría yo, en que estamos trabajando actualmente (en materia de seguridad pública)", no se tendrán resultados diferentes y favorables.
Muchos sectores en El Salvador, sobre todo del rubro empresarial, aseguran que sin plan de seguridad no puede hablarse de aumento de fondos en el presupuesto o impuestos especiales para esa área de combate a la delincuencia y el crimen.
El ex secretario técnico de la Presidencia de Mauricio Funes (2009-2014) y hoy presidente de Instituto Centroamericano de Investigaciones para el Desarrollo y el Cambio Social (Incide), Alexander Segovia, dio la razón al sector empresarial de que no estén de acuerdo con algún aumento de fondos, creación de impuestos especiales u orientación de los actuales, para reforzar el combate al crimen, si no hay un plan concreto y claro que marque el rumbo y las estrategias.
"El país necesita una reforma fiscal, pero eso no es nuevo, el país siempre ha necesitado y siempre se ha opuesto el sector empresarial, que en parte tienen razón, pero ahora con el tema seguridad es una contradicción, porque quieren que se solucione, pero no quieren pagar la cuenta, yo creo que tienen razón en un punto, nadie va estar dispuesto, ni las clases medias ni los empresarios, en pagar un impuesto si no ven que hay una estrategia clara de seguridad, si no hay un plan ningún Gobierno puede venirle a pedir dinero a los ciudadanos y a los empresarios", dijo Segovia.
Pero para cualquier plan o estrategia anti-delincuencial que se emprenda se necesita de más fondos, por simple lógica y sentido común.
Por ejemplo, la estrategia que el ex alcalde de Nueva York en la época del ataque terrorista al Centro Mundial del Comercio (WTC, en inglés), el 11 de septiembre de 2001, Rudoph Giuliani (periodo 1994-2001), contratado ahora para la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), es cara; así lo confirmó el mismo Giuliani, que ahora posee una agencia de asesoría en seguridad (Giuliani Partners LLC ), en la entrevista televisiva matutina de TCS, este lunes por la mañana.
Guliani también se pronuncia, entre sus recomendaciones a la ANEP, que se debe otorgar una especie de "bono", aparte del sueldo, para aquellos "buenos policías" que si cumplan efectiva y eficientemente con el combate al crimen.
Como quiera que se vea, se necesita de más fondos y presupuesto para la Seguridad Pública y, de alguna forma, también para Defensa Nacional que también colabora con la seguridad, a la par de los policías, desde la administración Funes y que el actual mandatario, Salvador Sánchez Cerén, ha mantenido también.
En ese sentido, los presupuestos de Defensa en El Salvador se han venido reduciendo en los últimos tres años, desde US$163,3 millones para 2013; US$149,5 millones en 2014 y US$148,4 millones para el año en curso.
Mientras que el Ministerio de Seguridad recibió este 2015 de US$422,7 millones, un notable aumento con respecto al 2014 cuando recibió US$356 millones, sin embargo hay un fuerte componente para operatividad y prevención del delito, no todo se destina a represión del crimen.
Entre ambas instancias, la Seguridad Pública, propiamente dicha, y la militar recibieron este 2015 alrededor de US$571,1 millones; mientras que otros países de la región que no poseen Ejército, como son los casos de Costa Rica y Panamá, recibieron presupuestos representativos, respectivamente: US$443 millones y US$684,9 millones, aún con reducciones en el orden de tres millones de dólares, en el caso costarricense, y US$31,5, en el caso panameño.
Pero el enfoque empresarial, según el director ejecutivo de la ANEP, Arnoldo Jiménez, es que se debe optimizar y ordenar la acción policial, de manera que con base en las estadísticas se enfoque mejor los esfuerzos en zonas donde sea más necesario y prioritario. Esto antes de poder calcular una cifra de refuerzo presupuestario.
"En tema de seguridad se ha ido subiendo (el presupuesto) en promedio de US$100 millones en los últimos cinco años, nuestro punto de vista es que sí se necesita invertir más en el tema de seguridad, para ser eficientes y siendo que la inseguridad aleja la inversión y por lo tanto que no se genere empleos, pero se han enfocado para la contratación de más policías sin darles entrenamiento adecuado, sin darles chalecos antibalas y enseñarles adecuadamente a tirar dentro de un polígono y sin herramientas tecnológicas necesarias", expresó Jiménez.
Según Jiménez, "hasta que estoy seguro que tengo un buen sistema de seguridad, funcionando de forma armónica y en equipo, con sistemas de informática compartiendo datos, aportando las evidencias adecuadas, entonces yo ya puedo decir, ¿cuántas personas más necesito para fortalecer estas áreas o que funcionen equilibrados? Pero hacerlo así, bajo el desorden, diría yo, en que estamos trabajando actualmente (en materia de seguridad pública)", no se tendrán resultados diferentes y favorables.
