El proveedor estadunidense de televisión por cable Comcast, del consorcio propietario de NBCUniversal desde 2011, desistió de sus planes para fusionarse con su homóloga Time Warner Cable, por la que pagaría de US445,000 millones, después de intentarlo más de un año.
La decisión llega en medio de un intenso escrutinio de los reguladores del gobierno.
De acuerdo con el periódico The Wall Street Journal, el convenio entre Comcast y Time Warner Cable habría reformado a los medios de comunicación y dado el control exclusivo a Comcast sobre el mercado de internet de banda ancha, además de que habría reconfigurado a este mercado y también al de video.
Es por ello que grupos de defensa pública, medios de comunicación y legisladores se opusieron a la fusión, al asegurar que la unión tendría una gran participación de mercado, pues habría tenido a 30% de los suscriptores del servicio de televisión de paga y entre 35% a 50 % del de internet de banda ancha en Estados Unidos, de acuerdo con CNN, en función de cómo los reguladores definen el mercado.
A pesar de todo, el acuerdo entre Comcast y Time Warner Cable no contempla ninguna "cuota de ruptura", es decir, una sanción por desistir a la fusión.
Analistas consultados por The Wall Street Journal aseguraron que Comcast probablemente culpe del colapso de la fusión al clima que persiste en Washington estos días, encabezado por los demócratas que son hostiles a estos negocios.
Comcast había argumentado que el acuerdo traería un servicio más rápido y mejor a más estadunidenses; tanto así, que hubo comentarios favorables sobre la fusión hasta el último minuto.
Un cabildero en Washington gastó 21.3 millones para presionar sobre la fusión y otros asuntos relacionados desde el primer trimestre de 2014, cuando se anunció el acuerdo, según revelaciones del gobierno de ese país.
Competidores de Comcast celebran en privado, ya que empresas como a 21st Century Fox y Time Warner les preocupaba la fusión, pero rara vez lo expresaron públicamente.
Incluso, otros opositores de la fusión, como Netflix, Dish y Discovery, habían argumentado que Comcast ganaría demasiado control sobre el mercado de video y sería capaz de ejercer algún poder sobre el crecimiento del video en internet.
En tanto, The Wall Street Journal publicó que el desistimiento se vio venir antes de la fusión, que se anunció a bombo y platillo en febrero de 2014. Un factor clave para Comcast, según Variety, era la posibilidad de ganar participación en Nueva York y Los ángeles, en donde Time Warner Cable tiene posición dominante. Aunque ya no más.
