Claves del día

EE.UU. sorprendido por éxito de banco chino de desarrollo

Estados Unidos no vio venir el golpe: el éxito del banco chino de desarrollo lo tomó desprevenido, por lo que luego de luchar contra esta nueva institución, ahora Washington debe cambiar el fusil de hombro.

2015-03-26

Por: AFP - Jeremy Tordjman

Alemania, Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos, observaron impotentes e incrédulos el alineamiento de sus aliados europeos a la estructura habilitada por Pekín para rivalizar con el Banco Mundial o el Banco asiático de desarrollo, en los que Washington lleva la voz cantante.

La lista no termina allí: otros socios de Washington como Australia o Corea del Sur planean integrarse al Banco asiático de inversiones en infraestructura (BAII), que ya cuenta con unos 30 estados miembro y recibió la bendición de la directora gerente del FMI, Christine Lagarde.

'Estados Unidos fue totalmente sorprendido por la masa de países que se atropellan para integrarse al BAII', dijo a la AFP Eswar Prasad, exdirector del departamento de China del FMI, aludiendo al 'declive' de la influencia estadounidense en la agenda económica mundial.

Entre bambalinas, la administración del presidente Barack Obama había realizado sin embargo un intenso lobby contra el proyecto de su rival chino, anunciado en octubre y acusado en principio de querer sabotear los estándares internacionales sobre desarrollo.

'¿Se protegerán los derechos de los trabajadores y el medio ambiente? ¿Se enfrentará la corrupción?', se indignaba el secretario del Tesoro estadounidense la semana pasada.

Esta estrategia de oposición frontal, alimentada por el clima de desconfianza mutua que existe entre la primera potencia económica mundial y su delfín asiático, resultó sin embargo ineficaz.

'Estados Unidos se aisló bastante pronto, expresando sus críticas, perdiendo así la oportunidad de tener una discusión abierta con los países tentados por el BAII', explicó a la AFP Scott Morris, un exalto funcionario del Tesoro.

Este fracaso no está exento de consecuencias. Hecho muy raro desde el fin de la Segunda guerra mundial, Estados Unidos deberá lidiar en el futuro con una institución multilateral sobre la que no tendrá influencia directa y a la cual se opone.

EEUU flexibiliza su posición

Acostumbrado a modelar la estructura financiera mundial, Washington podría haber pecado por exceso de confianza y subestimado el poder de atracción ejercido por China y sus colosales reservas de divisas, principalmente estadounidenses.

'Estados Unidos siempre gozó de una posición de líder y no está psicológicamente adaptado a la emergencia de otra potencia como China. Su mentalidad está un poco desfasada con la realidad', indicó a la AFP Hongying Wang, experta en relaciones sino-estadounidenses en el Centre for International Governance de Canadá.

Según expertos, Washington también subestimó el cansancio de algunos países, incluidos sus aliados, ante su escaso interés por el multilateralismo económico. Estados Unidos bloquea así la redistribución de votos en el FMI en favor de los países emergentes y en ocasiones es acusado de desinteresarse del Banco Mundial, dos instituciones de las que es sin embargo el principal inversor.

Los países que se integran al BAII 'tienen más ambiciones sobre el multilateralismo y se amparan en la ausencia de impulso por parte de Estados Unidos', afirma Scott Morris.

Constatando su aislamiento, Washington comenzó a flexibilizar su posición, abriendo la puerta a una cooperación con el banco chino, que debe entrar formalmente en funciones antes de fin de año.

'Estados Unidos dará la bienvenida a nuevas instituciones multilaterales que refuerzan el sistema financiero internacional', precisó el lunes el subsecretario del Tesoro, Nathan Sheets, señalando que Washington hablará 'directamente' con Pekín y formulará 'sugerencias concretas'.

Difícilmente Estados Unidos pueda ir más lejos. Una adhesión al BAII no dejaría de provocar la ira del Congreso y ser vista como una muestra de debilidad de Washington. 'Sería políticamente muy complicado', advirtió Morris.

En todo caso este episodio podría dejar huellas. Logrando la adhesión a su causa de numerosos países, Pekín mostró su 'madurez' y un 'liderazgo constructivo', según Prasad. 'Ahora será más difícil para Estados Unidos enfrentar la influencia creciente de China', advirtió.

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