Para entendidos en temas políticos ninguna Cumbre se parece a otra, y nunca se sabe qué se puede encontrar en el camino, como ocurrió con los apasionados debates que rompieron el protocolo y pusieron inquietud a la Cumbre Iberoamericana de 2000 en Panamá, por las apasionadas intervenciones de los entonces presidentes de Cuba, Fidel Castro; de Venezuela, Hugo Chávez, y de El Salvador, Francisco Flores. Los discursos de estos mandatarios en cierta forma "se robaron el show".
La VII Cumbre de las Américas que se celebrará los próximos 10 y 11 de abril no será seguramente la excepción a la regla, aunque con antecedentes con sentido histórico que generan creciente expectativa.
El director de logística de la Cumbre de la próxima Cumbre de las Américas, Miguel Lecaro, reconoció que el que viene será el certamen a nivel de mandatarios más importante, por la inédita convocatoria de 35 jefes de Estado y de Gobierno que se espera pueda reunir.
La llamada por el Gobierno del presidente panameño Juan Carlos Varela como "Cumbre de las Cumbres" se espera que congregue según Lecaro a un mayor número de mandatarios que otras Cumbres importantes que han tenido lugar en Panamá como las Iberoamericanas de 2000 y de 2013, entre otros encuentros.
Otro hecho remarcado en la reunión de avanzada por la administración Varela fue la presencia que se espera en este encuentro continental de los presidentes de Estados Unidos y Cuba, Barak Obama y Raúl Castro, respectivamente, y que se concretó en el contexto de la histórica decisión de los gobiernos de estas dos naciones de restablecer las relaciones diplomáticas entre sus dos países.
Lecaro recordó que presidentes de Cuba y Estados Unidos se vieron la cara en persona por última vez en Panamá en 1956, en ocasión de un encuentro conmemorativo del Congreso Anfictiónico al que convocó el libertador Simón Bolívar y que se efectuó el 22 de junio de 1826, en busca del sueño bolivariano para la integración del continente americano.
Desde esta perspectiva, según el representante del ministerio de Relaciones Exteriores, la próxima Cumbre de las Américas confirmará la histórica misión de Panamá como un punto de encuentro y para encontrar nuevos caminos en el hemisferio, y contribuir con la paz y la seguridad.
"Que sea Panamá el primer país en que se dé una primera reunión entre los presidentes de Cuba y de Estados Unidos es de gran complacencia para Panamá".
Pero más allá del reencuentro histórico entre los gobiernos de dos países que por décadas vivieron una relación tensa y antagónica (Cuba y Estados Unidos), otro factor que se resaltó este viernes fue el propósito al que convocó Varela para que la Cumbre lleve a mandatos concretos y de importancia, dentro del propósito de lograr en el continente un desarrollo con equidad.
Mandatos relevantes
Lecaro destacó el compromiso del gobernante panameño en que la Cumbre de las Américas de Panamá lleve a mandatos de importancia y realizables, sobre los que reconoció que se ha estado trabajando y negociando, en beneficio de toda la sociedad, sobre todo de lo más necesitados.
Entre los temas comunes de relevancia que se espera se traten en la Cumbre están los que tienen que ver con la educación, la salud, la infraestructura y la gobernabilidad.
Reconoció que la VII Cumbre de las Américas dará la posibilidad a los mandatarios de participar en multiplicidad de reuniones bilaterales, para lo cual explicó que habrá 15 salas disponibles y para que los presidentes a su discreción se puedan reunir, y a lo que se sumarán otros encuentros bilaterales formales o informales que puedan tener lugar.
Durante el encuentro de avanzada se destacó también que se espera para la Cumbre en Panamá, y que estará antecedidas por los Foros de Jóvenes, de la Sociedad Civil y de Rectores, el traslado a Panamá de alrededor de 5.000 participantes.
Lecaro mencionó también que se realizará también en el marco de la Cumbre un encuentro de Primeras Damas, y con un enfoque en el que se ha dado la instrucción de darle relevancia a la prensa, para que los frutos de la Cumbre se conozcan.
La administración Varela estimó además que alrededor de US$15 millones quedarán en los comercios locales a través de las contrataciones de la Cumbre, y que los delegados que lleguen para el encuentro pagarán hoteles, comerán en restaurantes y comprarán artesanías, por ejemplo.
