Claves del día

CAFTA eliminó restricciones nacionales y une a la región

El experto en comercio internacional, David Lewis, departió con E&N durante su estancia en Honduras, para quien el CAFTA “debe ser visto como el principio de una estrategia de inserción económica global”.

2014-08-21

Por: Dardo Justino Rodríguez

Con el CAFTA, a juicio de David Lewis, además de consolidar las relaciones comerciales con EE.UU. (con una fuerte vinculación de 30 años atrás, con la Iniciativa Cuenca del Caribe), también se consolida en la región una integración económica propia.

A diez años del CAFTA, ¿qué balance hace usted del período transcurrido?

A nivel regional, hemos tenido un aumento en todo lo relacionado con la vinculación económica, comercial y de inversión de toda la región con Estados Unidos.

Como siempre apunto, no son sólo diez años, sino treinta, desde que comenzara la Iniciativa de la Cuenca del Caribe, que data de 1983/84 y comienza toda la relación de comercio e inversión entre Estados Unidos y la región.

Lo que hace al caso, es que el CAFTA la consolida con la firma de un convenio que ya no se puede cambiar ni por el Congreso de Estados Unidos, porque el convenio ya no tiene unilateralismo por parte de ese país y es un convenio que tiene reciprocidad de parte de Centroamérica.

Ahora EUA también exporta e invierte en la región, así que son diez años técnicamente, pero en realidad ésta es una relación madura de treinta años, que desde la firma del CAFTA ha tenido un crecimiento de alrededor del 20% en comercio y en inversiones de EUA hacia la región.

Sin embargo, algunos países no han quedado tan bien, por diferentes razones. En el caso de Honduras, en particular, que durante muchos años fue el pivote por la zona franca de San Pedro Sula, hubo una caída fuerte con la crisis constitucional de 2009 / 2010, aunque está repuntando, según lo demuestran las cifras actuales.

Además, hay muchos problemas de competitividad empresarial, de infraestructura, de servicios, para que también puedan tomar el provecho que han tomado otros países, como por ejemplo El Salvador, Nicaragua y Costa Rica.

¿Cuáles son las fortalezas desarrolladas en estos años, así como las debilidades existentes?

Básicamente, como mencioné, lo que se da con el tratado es una consolidación de esa relación económica con Estados Unidos a nivel de flujo de inversión, a nivel de producción para la exportación y del crecimiento de ese intercambio comercial en términos de especialidades.

Ahora no sólo estamos hablando de prendas de vestir, de la industria textil, sino de toda el área industrial, del agro, que ha crecido muchísimo hacia Estados Unidos, sobre todo con la población hispana y el crecimiento en la demanda de productos agropecuarios de la región en ese país.

También el crecimiento que han tenido los servicios, y cuando hablamos de servicios, no solamente hablamos de turismo o de call centers, sino también de todo lo que ha sido en la región el boom del desarrollo de servicios logísticos, servicios de mercadeo y distribución, porque con el CAFTA también se consolida en la región una integración económica propia.

¿Se saltan barreras propias?

Lo que eran las barreras que existían entre los cinco mercados centroamericanos tradicionalmente: aduaneros, comerciales, arancelarios, ya se liberalizan y ahora básicamente estamos hablando de un mercado único de 40 millones de productores, consumidores, habitantes, relacionándose con todos los mercados de la región y con Estados Unidos a la vez. En ese sentido, es una consolidación muy fuerte.

¿Qué países lo están aprovechando?

Costa Rica es el país que mejor ha salido en esta etapa. Claramente, eso ha tenido mucho que ver con la inversión en recursos humanos, en infraestructura y básicamente en décadas de estar preparándose en las áreas de manufactura, lo que le dio valor añadido y no solamente quedarse en el área de mano de obra menos competitiva y de costo más bajo.

Entonces, tenemos informática, servicios de computación, desarrollo de software, y tenemos una inversión en esos sectores de empresas internacionales, como Hewlett-Packard, que no necesariamente se dan en el resto de la región.

Nicaragua es el país que, en términos numéricos propios, porcentuales, mejor ha aprovechado el tratado.

En parte porque comenzó más tarde; apenas salen del sandinismo, en la década del noventa, es cuando verdaderamente comienza este tipo de crecimiento económico, que el resto de la región ya tenía quince años de llevar adelante. En Nicaragua, esto se da a partir del 94.

Entonces, la curva de Nicaragua siempre iba a ser mucho más empinada que la de los demás países, porque estaban comenzando de nuevo.

Era un mercado fresco para la inversión y para la vinculación comercial en la región, y también han podido aprovechar que sus costos han sido menores que en otros países que ya son mercados más maduros en términos laborales.

Luego tenemos El Salvador, Honduras y Guatemala, que si bien en términos geopolíticos se les llama "el triángulo del norte", en términos del CAFTA son muy diversos.

¿Cómo ve al triángulo norte, en materia económica?

Vemos que Guatemala sigue siendo la potencia industrial de la región. Así lo fue en los años 60 y 70. Fue la sede de las primeras inversiones de industrialización en la región y eso se ha consolidado con el CAFTA, pero también diversificándose a otros mercados.

Así, vemos capitales de Guatemala moviéndose hacia otras regiones, aprovechando que ahora el CAFTA es, no ciudad de Guatemala, Guatemala; el CAFTA es ciudad de Guatemala, Centroamérica.

El movimiento ahora puede tener operaciones en San Salvador, en San José, en Managua. Entonces ya no están las restricciones nacionales. La base industrial es lo que le da la fortaleza a Guatemala y obviamente el tamaño de su economía, comparada con las demás, y la población, pero todavía hay unos retos muy importantes en este país, en términos de competitividad, en la parte laboral, marginalización de una parte de la población, sobre todo el sector indígena, pero también con gran fuerza agroindustrial.

Entonces vemos que Guatemala ha sabido aprovechar esa fortaleza tradicional para tener con el CAFTA un crecimiento mayor en varios sectores.

El Salvador tiene un reto que no tiene ningún otro país de la región, y es que tiene una limitación física que no se puede superar. Geográficamente es el país más pequeño, entonces todo lo que se vuelve producción que dependa de tener más recursos geográficos, de tener más recurso natural, se vuelve costoso, problemático.

Lo que hemos visto es que El Salvador se ha consolidado en un nicho que es distribución, mercadeo, hub logístico, vemos el desarrollo de TACA (ahora Avianca), el apoyo a otros servicios, porque competitivamente, en términos laborales, agroindustriales, en términos físicos, geográficos, tiene un problema, que no lo tienen sus vecinos.

Han sabido manejar eso bien, consolidándose adecuadamente con la diáspora en EE.UU. La población salvadoreña sigue siendo la más grande de la región en ese país.

Eso ha desarrollado un fortalecimiento de las cadenas de valor de la región en venta a Estados Unidos, y vemos que muchos de los productos agrícolas, como frijoles y otros granos básicos, además de lácteos, si bien son productos centroamericanos, son empacados, envasados y comercializados desde una fábrica en El Salvador, pero en base al acopio de la materia prima proveniente de otros países de la región.

Ellos le dan el valor añadido del envasado, empacamiento, mercadeo y distribución y ahí es donde El Salvador ha sabido sacarle provecho a lo que es su limitante físico-geográfica.

Honduras tiene tamaño, tiene población, tiene los recursos naturales, y por muchos años fue el líder en lo atinente a zona franca, con el modelo de San Pedro Sula.

Con la crisis constitucional del 2009, que aunque hay elecciones, y en el 2010 hay un gobierno nuevo, en términos económicos, ha habido una contracción de tres, casi cuatro años, de inversión en el país, de producción, todo a raíz de ese problema político, y también un problema de estado de derecho, un problema de derecho jurídico para la propiedad privada, y todo eso, a mi juicio, se unió en una lamentable tormenta perfecta para Honduras, porque era justo en el momento en que se iba a poder tomar mayor provecho del CAFTA. Estados Unidos estaba saliendo de la recesión y comenzando a demandar más productos y servicios.

En los dos últimos años, Honduras comienza a repuntar, pero todavía está rezagado, comparativamente, en la región.

Al igual que en otros países, hay aquí problemas de competitividad laboral, de infraestructura, que afectan mucho el atractivo para la inversión, para producir y para exportar.

¿Quedan abiertas ventanas de oportunidad para los países centroamericanos, a desarrollar dentro del CAFTA, o ya se han copado todos los nichos de negocios?

Creo que una de las debilidades estructurales que ha tenido la región, con excepción de Costa Rica, es que se vio al CAFTA como el alfa y el omega, pero el CAFTA, como cualquier otro convenio de libre comercio, es simplemente un instrumento de política económica, que usan los gobiernos y los sectores privados, para avanzar en el crecimiento económico. Así, tenemos políticas comerciales, macroeconómicas y otras. Un tratado de libre comercio es una más de esas políticas.

Si bien es cierto que estamos ante oportunidades para abrir nuevos mercados de exportación, no es la única y de la misma manera, aún con el mercado de mayor consumo en el mundo y la economía más importante del mundo y de mayor integración e interdependencia económica para esta región, que son los Estados Unidos, un tratado de libre comercio, sólo con un mercado, no llena todas las necesidades.

Uno de los rezagos que ha tenido esta región es que, a diferencia de otros países de América Latina y de otras partes del mundo, no ha aprovechado el CAFTA para diversificar más, para tener mayores relaciones comerciales con otros sectores en la región latinoamericana, del Caribe y también de fuera.

Se tiene ahora un acuerdo con Europa, que se venía manejando desde hace varios años, pero verdaderamente hay una gran necesidad y es una oportunidad de utilizar esa relación con Estados Unidos, ese tratado de libre comercio, como es el CAFTA, para "trampolinar" (sic) otros mercados, que ahora están muy agresivos en toda esta región, léase México, Chile, Colombia, Perú, además de países asiáticos.

Eso es parte de la debilidad, pero que entiendo que podría aprovecharse mucho más, porque con el tratado se consolida la relación con Estados Unidos.

El crecimiento se va a dar, pero no va a ser como en los primeros años, porque ahora hay una relación madura, de treinta años, ahora vamos a ver beneficios al margen, nichos, como usted dice, posiblemente en algunas áreas que obviamente no se han explotado en su cabalidad.

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