CEPAL: Al menos 4.091 mujeres fueron víctimas de feminicidio en 2020 en América Latina y el Caribe

La violencia feminicida est&aacute; presente durante todo el ciclo de vida de las mujeres, aunque se expresa con mayor intensidad durante las edades reproductivas, apunta la Comisi&oacute;n.En t&eacute;rminos absolutos, en 18 de los 26 pa&iacute;ses que informan a la CEPAL, el n&uacute;mero m&aacute;s alto de casos de feminicidio en 2020 correspondi&oacute; al tramo de edad de entre 30 y 44 a&ntilde;os (344 mujeres). Las adolescentes y mujeres adultas j&oacute;venes de entre 15 y 29 a&ntilde;os representaron el segundo rango con mayor incidencia de feminicidio , con 335 v&iacute;ctimas en 2020. Tambi&eacute;n genera alerta, seg&uacute;n la CEPAL, la situaci&oacute;n de las ni&ntilde;as y adolescentes de la regi&oacute;n: al menos 40 ni&ntilde;as menores de 15 a&ntilde;os fueron v&iacute;ctimas de feminicidio. El feminicidio no afecta solamente a las v&iacute;ctimas directas, sino tambi&eacute;n a todo su entorno y, en particular, a sus dependientes m&aacute;s cercanos, subraya la Comisi&oacute;n. Al menos 357 ni&ntilde;os, ni&ntilde;as y adolescentes, as&iacute; como otros dependientes, se encontraban bajo el cuidado de las v&iacute;ctimas de feminicidio que se contabilizaron en 2020 en siete pa&iacute;ses de Am&eacute;rica Latina: Argentina, Chile, Costa Rica, Nicaragua, Panam&aacute;, Paraguay y Uruguay. Si bien los pa&iacute;ses de la regi&oacute;n han avanzado en la &uacute;ltima d&eacute;cada en la producci&oacute;n de estad&iacute;sticas sobre feminicidio , falta fortalecer los sistemas de registro a nivel nacional y estandarizar la informaci&oacute;n, de manera de contar con mejores datos para el an&aacute;lisis de las caracter&iacute;sticas del delito a nivel nacional, as&iacute; como para mejorar la comparabilidad regional e internacional, sostiene la CEPAL. La tolerancia social e institucional, la impunidad y la dificultad para acceder a servicios de salud y de justicia oportunos y de calidad, entre otros factores, contribuyen a que todas las formas de violencia contra las mujeres ocurran y se perpet&uacute;en, recalca la Comisi&oacute;n. En este sentido, resulta necesario ampliar la medición y visibilización de otras formas de violencia que forman parte del continuum de la violencia feminicida; en particular, la violencia sexual, que está muy vinculada al feminicidio, pues son habituales los asesinatos de mujeres y niñas que han sido precedidos por actos de violencia sexual ejercidos por perpetradores que no necesariamente tienen o han tenido una relación sentimental o familiar con las víctimas. El fortalecimiento del marco normativo debe ir acompa&ntilde;ado de otros pasos, como la elaboraci&oacute;n de planes y programas p&uacute;blicos basados en la evidencia, que incorporen estrategias de prevenci&oacute;n y reparaci&oacute;n y el fortalecimiento y financiamiento de los servicios esenciales de calidad, adem&aacute;s de mejorar el acceso a la justicia, dijo CEPAL. &quot;Desde la CEPAL destacamos la importancia de que las mediciones sobre violencia contra las mujeres y ni&ntilde;as se constituyan como centrales en el marco de los sistemas de informaci&oacute;n y las estad&iacute;sticas oficiales de los pa&iacute;ses. Hoy, prevenir y hacer realidad el derecho de las mujeres y las ni&ntilde;as a una vida libre de violencia es un horizonte impostergable y urgente en la regi&oacute;n&quot;, concluy&oacute; B&aacute;rcena.

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