Por La Prensa (Panamá)
El presidente de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura, Jean-Pierre Leignadier, dijo este martes 15 de septiembre que actividades como el comercio al por mayor, comercio al por menor, venta de autos, servicios profesionales, servicios administrativos y construcción privada, que originalmente se habían incluido en el bloque tres de la reactivación, sufrieron pérdidas mensuales en ventas por alrededor de US$1.500 millones.
Desde que inició la crisis en marzo, y como consecuencia de la paralización de la actividad económica para contener el nuevo coronavirus, se habrían perdido 157.000 puestos de trabajo y US$200 millones en salarios en esta actividades, de acuerdo a las estimaciones del Centro de Estudios Económicos de la Cámara de Comercio.
Antes de la apertura del pasado 7 de septiembre, había más de 14.000 empresas cerradas, lo que genera una afectación para el fisco de US$90 millones al mes en recaudación, apuntó el empresario.
Leignadier señaló que, como se había anticipado, el proceso de reactivación de las empresas que ya pueden operar está siendo gradual, como consecuencia de haber tenido uno de los cierres más prolongados de la región.
Dijo que además de las iniciativas que ya han sido impulsadas, el sector privado mantiene conversaciones con el Ejecutivo para trabajar en un plan que identifique los sectores que, dentro de la nueva normalidad, tengan una mayor oportunidad de generación de empleo para contrarrestar los grandes niveles de desempleo provocados por la pandemia.
Además, aseguró que en estos momentos es fundamental tener acceso al crédito, por lo que abogó por la creación de líneas de garantías que respalden la concesión de préstamos al sector productivo y acompañen a las iniciativas ya aprobadas de las líneas de liquidez.
El presidente de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura, Jean-Pierre Leignadier, dijo este martes 15 de septiembre que actividades como el comercio al por mayor, comercio al por menor, venta de autos, servicios profesionales, servicios administrativos y construcción privada, que originalmente se habían incluido en el bloque tres de la reactivación, sufrieron pérdidas mensuales en ventas por alrededor de US$1.500 millones.
Desde que inició la crisis en marzo, y como consecuencia de la paralización de la actividad económica para contener el nuevo coronavirus, se habrían perdido 157.000 puestos de trabajo y US$200 millones en salarios en esta actividades, de acuerdo a las estimaciones del Centro de Estudios Económicos de la Cámara de Comercio.
Antes de la apertura del pasado 7 de septiembre, había más de 14.000 empresas cerradas, lo que genera una afectación para el fisco de US$90 millones al mes en recaudación, apuntó el empresario.
Leignadier señaló que, como se había anticipado, el proceso de reactivación de las empresas que ya pueden operar está siendo gradual, como consecuencia de haber tenido uno de los cierres más prolongados de la región.
Dijo que además de las iniciativas que ya han sido impulsadas, el sector privado mantiene conversaciones con el Ejecutivo para trabajar en un plan que identifique los sectores que, dentro de la nueva normalidad, tengan una mayor oportunidad de generación de empleo para contrarrestar los grandes niveles de desempleo provocados por la pandemia.
Además, aseguró que en estos momentos es fundamental tener acceso al crédito, por lo que abogó por la creación de líneas de garantías que respalden la concesión de préstamos al sector productivo y acompañen a las iniciativas ya aprobadas de las líneas de liquidez.
