&quot;Nos dio una esperanza, un norte, es como que ya ten&iacute;amos qu&eacute; hacer&quot;, explica a BBC Mundo.Bertasio tuvo que pasar de proveer en Buenos Aires a restaurantes, comedores, supermercados e instituciones p&uacute;blicas, a consumidores particulares.<strong>Lo primero que solicita la app es el c&oacute;digo postal del cliente y si est&aacute; en el radio de operaciones de la empresa, en seguida se les ofrece el cat&aacute;logo de panader&iacute;a congelada</strong> que luego se despacha directamente a la casa del consumidor, quien finalmente hornea el producto.Con la experiencia de la dura crisis econ&oacute;mica de 2001 en Argentina, Bertasio ya se hab&iacute;a reinventado en ese entonces y conoc&iacute;a la incertidumbre.&quot;El 18 de marzo, cuando decretaron la cuarentena, arm&eacute; una reuni&oacute;n de urgencia con el equipo, de unas 25 personas, y les dije que a partir de ahora todos ser&iacute;amos vendedores y que lo har&iacute;amos recomendando a la gente que usara la app&quot;, dice.El golpe de gracia vino cuando un medio local argentino rese&ntilde;&oacute; el negocio de Bertasio y la novedosa forma en que despacha pan.&quot;No le di la dimensi&oacute;n que ten&iacute;a&quot;, dice sobre el escrito, que termin&oacute; dando su empresa a conocer a muchas m&aacute;s personas.&quot;Ahora ya armamos un equipo, una campa&ntilde;a de comunicaci&oacute;n, hay personas especializadas en e-commerce directamente enfocadas en que podamos expandirnos y seguir creciendo sobre esa base digital&quot;, dice.<h2>6. M&aacute;s trabajo en el laboratorio</h2>Desde Uruguay, el doctor en qu&iacute;mica Andr&eacute;s Abin y sus socios en el laboratorio ATGen ve&iacute;an el coronavirus como una especie de ola de tsunami amenazante pero lejana.<strong>'Es un error poner cadenas a las puertas de las empresas por el coronavirus. Cerrarlo todo es muy primitivo'</strong>Desde su peque&ntilde;a empresa, &quot;que en t&eacute;rminos de Uruguay es peque&ntilde;a, peque&ntilde;a&quot;, recalca Abin con humor, analizaban si era viable invertir en metodolog&iacute;a e insumos para la prueba diagn&oacute;stica del SARS-CoV-2.&quot;Discutimos que no val&iacute;a la pena invertir en covid-19, porque hab&iacute;amos perdido tiempo con SARS y H1N1&quot;, dice a BBC Mundo en referencia a virus respiratorios de a&ntilde;os anteriores.Pero la ola del tsunami se fue acercando y cambiaron de opini&oacute;n. A principios de marzo, ya contaban con insumos, la metodolog&iacute;a necesaria para trabajar y el aval del Ministerio de Salud.<strong>Poco despu&eacute;s se detect&oacute; el primer caso confirmado de covid-19 en Uruguay, &quot;y ah&iacute; estall&oacute; la locura&quot;, explica Abin.</strong>&quot;Empezamos a incorporar gente al equipo porque hab&iacute;a que resolver telef&oacute;nicamente la toma de las muestras y eso no estaba en nuestra estructura de negocio&quot;, dice.El esfuerzo tambi&eacute;n involucr&oacute; a m&aacute;s gente: instituciones p&uacute;blicas prestaron equipos, la academia apoy&oacute;, se cre&oacute; una p&aacute;gina web, un chatbot y hasta recibieron una donaci&oacute;n de un contenedor para montar la primera estaci&oacute;n m&oacute;vil de toma de pruebas en el pa&iacute;s.&quot;En un mes desarrollamos lo que habitualmente har&iacute;amos en un a&ntilde;o&quot;, a&ntilde;ade Abin.Con los problemas, adem&aacute;s, que vinieron con el suministro de insumos. Su laboratorio trabajaba con empresas de Italia y Alemania que &quot;no nos entregaron nunca m&aacute;s&quot;.Aunque otros laboratorios en el pa&iacute;s estaban en lo mismo, Abin cree que les benefici&oacute; empezar antes de que se registraran casos en el territorio.&quot;Esa anticipaci&oacute;n nos dio la capacidad de que pudi&eacute;ramos abastecernos y luego por suerte no nos quedamos sin reactivos para responder&quot;, explica.Ahora el laboratorio est&aacute; desarrollando un examen de sangre de tipo ELISA para detectar la presencia de anticuerpos, una prueba clave para monitorear la prevalencia de contagios.No hay duda de que el negocio se expandi&oacute; y reinvent&oacute;, pero, ¿gener&oacute; ganancias?&quot;Si no aparec&iacute;a esto, capaz que ten&iacute;amos que cerrar la empresa&quot;, dice Abin, pero tambi&eacute;n considera que, m&aacute;s all&aacute; de las cuentas, &quot;el punto de vista econ&oacute;mico no es tan importante como el de sentirnos &uacute;tiles, lo cual es muy gratificante&quot;.<h2>7. Escudos de protecci&oacute;n</h2>La arquitecta venezolana <strong>Francis Murillo</strong> lleva seis a&ntilde;os en el negocio de los <strong>cortes l&aacute;ser</strong> e impresi&oacute;n 3D con su empresa 2MD L&aacute;ser y jam&aacute;s se imagin&oacute; que en alg&uacute;n momento servir&iacute;a al sector m&eacute;dico.Normalmente, su clientela est&aacute; entre estudiantes de arquitectura y profesionales que mandan hacer sus maquetas, decoradores de interiores o empresas que le piden fabricar regalos ejecutivos.'Conseguir dinero toma tiempo y esfuerzo, as&iacute; que centremos la discusi&oacute;n del manejo de esta crisis donde est&aacute; el dinero: el FMI'<strong>Pero todo cambi&oacute; con la llegada del coronavirus a Venezuela.</strong> Y en pocas semanas, Murillo ha fabricado alrededor de 8.000 viseras protectoras para personal m&eacute;dico, un elemento clave en el uniforme de quienes tratan a pacientes con covid-19 o realizan pruebas diagn&oacute;sticas.Todo inici&oacute; con un llamado de la organizaci&oacute;n Code4Venezuela, explica Murillo, que logr&oacute; &quot;articular una red de espacios de impresi&oacute;n 3D para imprimir viseras&quot;.Luego empez&oacute; a llegarles un volumen inesperado de donaciones por parte de empresas y particulares de material como acetato y tereftalato de polietileno (PET), que les vino bien para producir r&aacute;pido.&quot;Hicimos contacto con m&eacute;dicos para ver qu&eacute; hospitales los necesitaban y d&oacute;nde estaban las carpas de las pruebas&quot;, describe.Murillo dice que, a pesar de ser competencia en una situaci&oacute;n normal, esto llev&oacute; a que los negocios que se dedican a lo mismo se unieran.Durante el primes mes toda la producci&oacute;n fue donada, pero en semanas recientes Murillo ha empezado a recibir solicitudes de presupuesto y se est&aacute; enfocando en producir inventario para poner en pr&aacute;ctica un nuevo esquema de compra-donaci&oacute;n: &quot;Consiste en que por cada visera que compras, donas una&quot;.</div>