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Latinoamérica se enfrenta a la peor crisis de su historia: endeudamiento y depreciación

La actividad de la región tocará su fondo a finales de diciembre, según Monex. El endeudamiento y la depreciación de las divisas son los principales problemas

2020-04-23

Por Economiahoy.com

Latinoamérica es probablemente una de las zonas del mundo que menos preparada estaba para vivir una crisis sanitaria y económica de tal calibre como la actual. La región no ha sido especialmente devastada por la pandemia de coronavirus si a cifras de infectados nos remitimos, pero sí es una de las regiones que menos colchón tiene para amortiguar el golpe económico de los próximos meses.

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La desaceleración económica a nivel mundial se ha extendido casi con la misma rapidez que el COVID-19, sin embargo habrá países que podrán sobreponerse con cierta rapidez y otros que permanecerán demasiado tiempo en cuidados intensivos.

Latinoamérica ya ha vivido importantes debacles económicas a lo largo de su historia, la crisis financiera de 2008 y la crisis de deuda de los años 80, en las cuales la contracción económica significó un 2.1% y un 2.4% respectivamente. Sin embargo, según el grupo financiero Monex, el efecto del coronavirus en la región superará con creces las anteriores crisis, la pandemia generará una caída de la actividad de aproximadamente el 4%.

La comisión económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) revisó este martes sus estimaciones y también prevé que la crisis de la pandemia sea el doble de severa que las anteriores, su estimación es aún más pesimista que la de Monex, ya que espera una contracción del 5.3% para este 2021. Según la comisión, 'la pandemia llevará a América Latina a la peor crisis social de la región en décadas con millones de nuevos pobres y desempleados'. Los indicadores macroeconómicos reflejan que la recesión ya ha comenzado y según Monex la actividad de la zona tocará su fondo a finales de año. La recuperación llegará, pero esta tendrá que lidiar con los bajos precios de las materias primas y con un contexto de escaso crecimiento estructural. Las estimaciones de Monex apuntan a que la desaceleración más rápida de la zona la vivirá Perú y por el contrario, la más progresiva Colombia. Semejantes previsiones ha publicado CEPAL, que espera que el PIB de Colombia no se contraiga y que el que más sufra sea el de Venezuela con una caída del 18%.

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Al igual que el resto del mundo estos países han tomado medidas para paliar el impacto del coronavirus, en política monetaria los bancos centrales han recortado las tasas de interés, relajado las restricciones regulatorias y facilitado las condiciones de liquidez. El último en hacerlo ha sido el Banco de México, que este martes no solo bajó la tasa de interés de referencia al 6%, sino que además anunció un plan económico de 750,000 millones de pesos para dar oxígeno al sistema financiero. En cuanto a la política fiscal se han llevado a cabo paquetes de estímulo como retrasos temporales de impuestos, prestaciones por desempleo, transferencias directas y aumento de las líneas de crédito a los negocios con dificultades financieras.

Los principales problemas: deuda y divisas

Estas medidas fiscales llevadas a cabo por los gobiernos latinoamericanos elevarán el principal quebradero de cabeza de la región: el endeudamiento. Además, estos volúmenes de deuda se agravan debido a la profunda depreciación que están viviendo las divisas locales, ya que gran parte de esta deuda viene denominada en moneda extranjera.

En este contexto, México será uno de los países que más dificultades tendrá, el peso es la moneda emergente más lastrada por la crisis, desde finales de febrero se ha depreciado más de un 22% y se posiciona como la segunda moneda más volátil de la región por detrás del peso chileno.

El otro efecto colateral es el incremento de las primas de riesgo de estos países, lo que reduce las capacidades de inversión productiva y de crecimiento económico. Según Goldman Sachs el colchón más desinflado en política fiscal lo tiene Brasil. La casa de análisis avisa de que el país presidido por Bolsonaro dispone de escaso margen de actuación debido a que el peso del pago de intereses en proporción al Producto Interno Bruto es del 5.1%, mientras que en otros países como Peru o Chile significa porcentajes ligeramente superiores al 1%.

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