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Boeing suspenderá la producción del 737 MAX a partir de enero

El máximo órgano de gestión de la compañía ha decidido suspender temporalmente en enero la producción del 737 MAX, la aeronave que permanece en tierra desde marzo tras dos accidentes fatales en los que murieron 346 personas.

2019-12-16

Por Expansión (España)

El consejo de administración de Boeing ha culminado una reunión de dos días que tendrá serias consecuencias para el futuro del fabricante estadounidense de aviones a corto y medio plazo.

El máximo órgano de gestión de la compañía ha decidido suspender temporalmente en enero la producción del 737 MAX, la aeronave que permanece en tierra desde marzo tras dos accidentes fatales en los que murieron 346 personas, según publica 'The Wall Street Journal'.

La fabricación del 737 MAX se había reducido considerablemente en abril, bajando de 52 a 42 aviones al mes. Los planes del equipo de Boeing pasaban por retomar las entregas del aparato en el último trimestre del ejercicio, con la esperanza de ponerse al día con el calendario previsto a finales de 2020 y retomar así los planes iniciales de producción, con la fabricación de hasta 57 aviones al mes en la recta final del año que viene.

Nada de eso parece que será posible ahora. El baño de realidad de Boeing tomó forma tras la reunión mantenida la semana pasada entre su consejero delegado, Dennis Muilenburg, y las autoridades de aviación estadounidenses (FCC, por sus siglas en inglés). En el encuentro, quedó claro que los planes de Boeing eran demasiado optimistas ya que no estaba previsto que los reguladores certificaran el nuevo software del 737 MAX, al menos, hasta antes de febrero del año que viene.

El consejo de Boeing de ha debatido entre un nuevo freno en la producción o la suspensión definitiva. Paralizar la fabricación es menos costoso que cancelarla, especialmente, teniendo en cuenta que la cadena de suministro del 737 MAX afecta a 600 contratistas.

Sin embargo, la empresa ha optado finalmente por la opción más drástica, lo que tendrá un efecto considerable no solo para Boeing, sino para toda la economía estadounidense, ya que la multinacional es el mayor fabricante exportador y uno de los principales generadores de empleo privado.

La compañía se anotó una provisión de US$2.700 millones por la caída de la producción de su modelo más vendido, cifra que meses más tarde tuvo que incrementar en US$900 millones. Además, se apuntó US$6.100 millones adicionales para compensar a los clientes, muchos de los cuales han tenido que afrontar sus propias provisiones por la crisis de seguridad del avión, que alcanza una flota de 800 unidades.

La situación también deja con incertidumbres a muchas aerolíneas y podría generar despidos. El 737 Max se produce en la planta de Boeing en Renton, en el estado de Washington, que emplea a unas 12.000 personas. De momento, la fábrica cerrará durante dos semanas por las vacaciones de Navidad.

Boeing tendrá que anotarse, con mucha probabilidad, nuevos extraordinarios, lo que afectará aún más a su beneficio. La compañía redujo ya un 51% el resultado en el tercer trimestre, hasta US$1.167 millones, tras registrar un descenso de las ventas del 21%, hasta US$19.980 millones.

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