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Trump extiende su 'muro' hasta el Triángulo Norte de Centroamérica

Los acuerdos migratorios firmados por el gobierno estadounidense con países del sur buscan limitar el flujo de migrantes que buscan establecerse en EEUU, ingresando por la frontera sur.

2019-09-25

Por estrategiaynegocios.net

La administración del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, sigue ampliando su plan de fronteras cerradas, iniciativa que contempla la construcción de un muro en su frontera con México, pero también una serie de acuerdos migratorios con gobiernos en Centroamérica, que también tienen como objetivo cortar el flujo migratorio.

En ese sentido, se han firmado una serie de acuerdos con México, Guatemala y El Salvador, mientras se conoce de avances para firmar otro con Honduras.

El último de ellos, fue el firmado con el gobierno de Nayib Bukele establece que El Salvador no podrá remover a los refugiados que sean enviados por los Estados Unidos al territorio, de acuerdo al artículo 3 del compromiso.

El documento, conocido como "Acuerdo entre el Gobierno de los Estados Unidos de América y el Gobierno de la República de El Salvador para la cooperación en el examen de solicitudes de protección" es muy similar al firmado con Guatemala.

De acuerdo con Diario El Mundo, Estados Unidos cooperará -según está descrito en el artículo 7- la capacidad institucional de El Salvador para los migrantes que tramitan el asilo en Estados Unidos, pero que tendrán que esperar en territorio salvadoreño. El artículo 8 indica que "ambas partes deberán esforzarse por ayudarse mutuamente en el reasentamiento de individuos que se determine que requieran protección en circunstancias apropiadas".

Foto: Estrategia y Negocios

Ola de críticas

Mientra en Guatemala el tema fue revisado por la Corte de Constitucionalidad (máxima instancia judicial) e incluso el presidente electo Alejandro Giammattei habló de revisar el pacto hecho por la administración de Jimmy Morales, en el caso de El Salvador los detalles del pacto se han ido conociendo a cuentagotas.

Sin embargo, el 'nebuloso' acuerdo fue condenado de inmediato por grupos pro-inmigrantes en EEUU, entre estos "Human Rights First", como un "acuerdo fatal" para solicitantes de asilo, tomando en cuenta los altos niveles de homicidios, violencia y pobreza en el país centroamericano.

"El Salvador no es un lugar seguro para sus propios ciudadanos, así es que considerarlo seguro para refugiados que buscan asilo sería simplemente risible, si no peligroso y mortal. Este acuerdo no solo minimiza los peligros que afrontan estos individuos sino que amenaza la seguridad of refugiados que huyen de Cuba, Nicaragua, Venezuela, y otros países", advirtió.

Por su parte, el salvadoreño Oscar Chacón, director ejecutivo de Alianza Americas dijo que ha visto de primera mano la inestabilidad y violencia que "dejó la política exterior de EEUU en El Salvador".

Si se pone en marcha este acuerdo, EEUU obligará a las comunidades más vulnerables "a buscar seguridad en un país que no está equipado para proteger a sus propios ciudadanos o proveerles oportunidad económica.

"Es inhumano que EUU le esté dando la espalda a las propias condiciones que ayudó a crear" en El Salvador, sentenció Chacón.

De acuerdo con el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC), la política de 'fronteras cerradas' adoptada por la administración de Donald Trump en Estados Unidos está privando a miles de centroamericanos que huyen para salvar sus vidas de un lugar seguro y devolviéndolos a los peligros de los que tratan de escapar.

El secretario general de la ONG, Jan Egeland, que visitó Centroamérica y en el recorrido que miles de migrantes hacen desde San Salvador, la capital salvadoreña, hasta Tapachula, en México.

'He conocido a hombres, mujeres y niños que huyeron de homicidios, amenazas, tortura y violencia sexual', ha contado en un comunicado, subrayando que 'sus historias son similares a las

que escucho en zonas de guerra'. Sin embargo, ha lamentado, 'estas personas se encuentran con una política de fronteras cerradas y recortes de ayuda liderados' por Estados Unidos.

Según resalta la ONG noruega, en 2018 unas 10.500 personas fueron asesinadas en los países del Triángulo Norte --Guatemala, El Salvador y Honduras--, mientras que en estos países se estima que hay unos 700.000 desplazados internos. Sus habitantes no solo se exponen a desastres naturales sino a las pandillas, la extorsión, el tráfico de personas, el reclutamiento de menores y la violencia sexual y de género.

Foto: Estrategia y Negocios



Como resultado de ello, según datos del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), en 2018 hondureños, guatemaltecos, salvadoreños y mexicanos figuraron entre las diez principales nacionalidades de los solicitantes de asilo en el mundo junto con Siria, Venezuela, Sudán del Sur y Afganistán.

'Marcharse o quedarse y morir es la única elección que les queda a miles de personas en el Triángulo Norte de Centroamérica', ha denunciado Egeland. 'Las medidas de control en las fronteras abusivas, caras e ineficaces además de la contraproducente retórica política de Estados Unidos deben ser reemplazadas con solidaridad y apoyo a sus vecinos vulnerables', ha defendido.

Sin embargo, los acuerdos de Estados Unidos con sus vecinos del sur buscan limitar que muchos de los que salen de sus países para acogerse al estatus de asilo en territorio estadounidense.

La polémica figura de tercer país seguro

La figura, conocida como 'tercer país seguro', pretende que los naturales de varias nacionalidades (entre ellas Cuba, Venezuela e incluso de la misma Centroamérica) hagan sus solicitudes en otros países mientras esperan que se analice su caso, situación que es rechazada por la NRC y otras entridades.

Según el secretario general del NRC, que también ha ocupado altos cargos en la ONU, 'hay que llamar a las cosas por su nombre: Estados Unidos y algunos países europeos son ahora patrullas de enterramiento del antiguo derecho al asilo para otros seres humanos que huyen por sus vidas'.

El NRC ha denunciado que la militarización de las fronteras, el recorte de la ayuda humanitaria, la restricción del acceso a documentos y la ineficacia de los llamados 'acuerdos de tercer país seguro' hacen 'virtualmente imposible para los desplazados por la violencia llegar a lugares seguros'.

Además, ha subrayado que pese a las masivas necesidades en la región, tanto el NRC como otras ONG presentes tienen pocos fondos y la limitada ayuda internacional se concede a programas de desarrollo a largo plazo y de respuesta ante desastres.

Egeland ha advertido de que 'los equivocados recortes de fondos por parte de Estados Unidos para programas que ofrecen educación, medios de vida y promoción de la paz a nivel local son enormemente contraproducentes'. Según el jefe del NRC, 'fomentará la migración hacia el norte'.

Por tanto, ha subrayado, 'necesitamos un plan de respuesta regional humanitario liderado por la ONU para movilizar fondos y mejorar la coordinación humanitaria con el fin de que la gente reciba la ayuda que tanto necesita'.

Con información de Europa Press / Telemundo / Diario El Mundo

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