Lo que evidencia que la incorporaci&oacute;n de estas nuevas habilidades se orienta a todos los nichos laborales. La creaci&oacute;n de un mejor futuro del trabajo, requerir&aacute; la formulaci&oacute;n e implementaci&oacute;n de pol&iacute;ticas efectivas para capacitar al capital humano de la regi&oacute;n y as&iacute; mitigar el impacto de la tecnolog&iacute;a en los niveles de empleo, en la desigualdad y promover la inclusi&oacute;n laboral. Adem&aacute;s, incidir&aacute; en una mayor incorporaci&oacute;n de profesionales independientes en el mundo del trabajo.<br /><br />Para Fernando Vargas, especialista en formaci&oacute;n profesional de OIT-CINTERFOR, entre el 2025 y el 2030 <strong>los empleos m&aacute;s demandados podr&iacute;an ser optimizador de tr&aacute;fico de drones, minimizador de impacto del medio ambiente, gastr&oacute;nomo molecular, psic&oacute;logos y terapeutas de plantas, arquitectos de realidades virtuales y terapeutas del aumento de la memoria.</strong><br />&quot;Suena a una escena irreal, pero en realidad son las tendencias que se vienen marcando. Esto trae desaf&iacute;os a las universidades, escuelas y colegios, porque deben enfocarse en el desarrollo de competencias digitales, de inteligencia emocional digital y ah&iacute; las redes sociales juegan un papel muy importante, pues definir&aacute; c&oacute;mo nos ve el mundo y los empleadores comienzan a hacer un an&aacute;lisis de los candidatos a trav&eacute;s de sus p&aacute;ginas personales&quot;, detall&oacute; Vargas.La educaci&oacute;n, se&ntilde;al&oacute; el especialista de OIT, deber&aacute; enfocarse en el aprendizaje a trav&eacute;s de los retos, proyectos y soluciones de los problemas, porque la gente no puede continuar aprendiendo bajo el modelo educativo dise&ntilde;ado en el siglo pasado.&quot;Es vital aprender capacidades transversales, formarse en al menos un idioma adicional, el aprendizaje por asignaturas ya no es la v&iacute;a, sino a partir de la generaci&oacute;n de espacios para solucionar problemas. Pero <strong>es una tarea pendiente, pues muchas consultoras de recursos </strong><strong>humanos aseguran que los empleadores tienen dificultades de llenar sus vacantes por falta de habilidades, como un estudio de Manpower que plantea que el 40% no logran encontrar al personal que requieren</strong>&quot;, a&ntilde;adi&oacute;.<h1>Un trabajo lleno de desaf&iacute;os</h1>Los grandes cambios que ha experimentado el mercado laboral chocan de frente con una realidad que vive Latinoam&eacute;rica,yenespecial,Centroam&eacute;rica,relacionada con la urgencia de garantizar m&aacute;s y mejores trabajos para las generaciones m&aacute;s j&oacute;venes, enfrentar el incremento del empleo informal y la reducci&oacute;n de brechas y oportunidades entre hombres y mujeres.<br />De acuerdo con Guy Ryder, Director General de la OIT, la regi&oacute;n presenta signos de gran incertidumbre, en lo que respecta a los mercados del trabajo, luego de la desaceleraci&oacute;n econ&oacute;mica en el a&ntilde;o 2014, seguida por una contracci&oacute;n y hoy una lenta recuperaci&oacute;n.<br /><strong>&quot;Para el 2014 se dio la tasa m&aacute;s baja de desempleo promedio que hab&iacute;amos registrado en la OIT, para un 6,1% y en 2017 alcanzamos un 8,1%, la m&aacute;s alta de la d&eacute;cada y para el primer semestre de este a&ntilde;o llevamos un 8,8%</strong> y aunque hace unos meses pensamos que la tendencia se pod&iacute;a disminuir, ahora vemos que es poco probable que se revierta&quot;, explic&oacute; Ryder.<br /><br />El tema del desempleo resulta una preocupaci&oacute;n para los pa&iacute;ses latinoamericanos, aunado a una fuerte presencia de la informalidad, que llega a tasa promedio del 53%.<br />Una cifra que se traduce en 140 millones de personas en Am&eacute;rica Latina y el Caribe que no cuentan con las garant&iacute;as de seguridad social, cotizaciones para la jubilaci&oacute;n, ni derechos laborales, expuestos muchos de ellos a condiciones de trabajo inseguras, ingresos irregulares y m&aacute;s bajos, as&iacute; como extensas jornadas. Y claro est&aacute;, la mayor&iacute;a sin acceso a la formaci&oacute;n en las &aacute;reas de Tecnolog&iacute;as de la Informaci&oacute;n y la Comunicaci&oacute;n o al incentivo para desarrollar habilidades blandas.<br /><strong>Las mujeres son parte de los grupos m&aacute;s afectados por la informalidad y el desempleo, a pesar de que se han dado avances en inclusi&oacute;n al mercado laboral, ellas alcanzan una tasa de desempleo del 11%, en relaci&oacute;n con un 7,8% en promedio de los hombres.</strong><br />&quot;Mientras la participaci&oacute;n femenina pas&oacute; de un 49,8% en el 2017 a poco m&aacute;s del 50% en 2018, el desempleo de las mujeres es 1,4 veces m&aacute;s que el de los hombres; sumado a una importante brecha salarial y condiciones que las mantienen en desventaja&quot;, indic&oacute; Ryder.</div>