Por La Prensa
La industria textil y de la confección de Honduras sigue firme como uno de los mayores motores de la economía hondureña, según la Asociación de Hondureña de Maquiladores (AHM).
Esto ha permitido que inversionistas extranjeros y nacionales hayan confirmado la inversión, en diversas empresas, de unos US$300 millones para este año (L7,365 millones).
Esa industria tuvo un crecimiento de un 5% durante 2018, donde se estima que la exportación de bienes para la transformación alcanzó los US$4.300 millones (L104,920 millones). En estas se incluyen partes y componentes automotores, así como productos de empaque.
Las cifras anteriores permiten que en la actualidad Honduras sea el séptimo exportador de prendas de vestir a los Estados Unidos.
Mario Canahuati, presidente de la AMH, dijo a LA PRENSA que desde hace varios años el país está alcanzando el liderazgo en prendas de fibra sintética producto de la demanda global de ropa deportiva que ha motivado inversiones en insumos para su elaboración. Ejemplo de esto es el reciente inicio de operaciones de una planta de filamento sintético y próximamente una textilera para elaborar tela sintética.
El presidente de los maquiladores señaló que además de la industria textil y confección se están desarrollando otras como la de partes y componentes de automóviles así como el outsourcing de servicio (call centers, back office y empresas desarrolladoras de software). Según la AHM, en la actualidad están en marcha inversiones en parques industriales, fabricación de textiles, confección, infraestructura de call centers, empresas comerciales y de servicio.
"La AHM, a través de alianzas estratégicas, trabaja en conjunto con el Gobierno de la república, así como con socios internacionales en la atracción de inversión extranjera directa con el propósito de diversificar las exportaciones, los destinos de exportación y generar empleo", dijo Canahuati.
Entre las operaciones e inversiones que se iniciaron este año se encuentra una empresa manufacturera de capital coreano que está operando en Puerto Cortés, relanzando la actividad maquiladora del municipio, con una inversión inicial de US$3,5 millones (L85.4 millones).
Además, tanto en Choloma como en San Pedro Sula hay inversiones en ejecución, como la construcción de una fábrica de hilo de algodón y otra que fabricará textiles sintéticos.
"Hoy en día, con el comercio electrónico, la creciente demanda de athleisure (un híbrido de ropa deportiva y casual) y la fast fashion (moda rápida), cada vez se acortan más los ciclos de la industria para satisfacer las demandas de inmediatez del consumidor", dijo el empresario.
Ante estas situaciones, el sector se está dirigiendo a procesos de más diversificación y de más valor agregado, según Canahuati.
Agregó que la proximidad con el principal socio comercial del país, Estados Unidos, debe hacerse valer a través de procesos más eficientes.
El presidente de la AHM señaló que para que el país siga compitiendo exitosamente son necesarios varios elementos: un marco para los negocios que garantice una facilitación comercial, eficiencia en los trámites aduaneros y procedimientos administrativos, inversión en tecnología, así como talento humano formado y entrenado para el mercado en constante evolución que demanda capacidades para diseño, producción, administración, informática, programación, logística.
El empresario expresó que un factor clave será la consolidación de la integración centroamericana, para facilitar y reducir los tiempos en el flujo de mercancías y procesos de producción y que además atraerá la inversión al país.
En la actualidad se manejan hasta 20 colecciones al año, antes eran entre 2 y 4. Además de que se lanzan hasta 50.000 creaciones o nuevos diseños cuando antes eran centenares en un buen año.
Se han reducido los tiempos de ciclos a tres semanas entre el diseño y la disponibilidad en tienda, cuando antes estos ciclos tenían un tiempo de varios meses.
Debido al impacto del comercio electrónico y la creciente demanda, las tiendas hacen y reciben nuevos pedidos de prendas todos los días.
La industria textil y de la confección de Honduras sigue firme como uno de los mayores motores de la economía hondureña, según la Asociación de Hondureña de Maquiladores (AHM).
Esto ha permitido que inversionistas extranjeros y nacionales hayan confirmado la inversión, en diversas empresas, de unos US$300 millones para este año (L7,365 millones).
Esa industria tuvo un crecimiento de un 5% durante 2018, donde se estima que la exportación de bienes para la transformación alcanzó los US$4.300 millones (L104,920 millones). En estas se incluyen partes y componentes automotores, así como productos de empaque.
Las cifras anteriores permiten que en la actualidad Honduras sea el séptimo exportador de prendas de vestir a los Estados Unidos.
Mario Canahuati, presidente de la AMH, dijo a LA PRENSA que desde hace varios años el país está alcanzando el liderazgo en prendas de fibra sintética producto de la demanda global de ropa deportiva que ha motivado inversiones en insumos para su elaboración. Ejemplo de esto es el reciente inicio de operaciones de una planta de filamento sintético y próximamente una textilera para elaborar tela sintética.
El presidente de los maquiladores señaló que además de la industria textil y confección se están desarrollando otras como la de partes y componentes de automóviles así como el outsourcing de servicio (call centers, back office y empresas desarrolladoras de software). Según la AHM, en la actualidad están en marcha inversiones en parques industriales, fabricación de textiles, confección, infraestructura de call centers, empresas comerciales y de servicio.
"La AHM, a través de alianzas estratégicas, trabaja en conjunto con el Gobierno de la república, así como con socios internacionales en la atracción de inversión extranjera directa con el propósito de diversificar las exportaciones, los destinos de exportación y generar empleo", dijo Canahuati.
Entre las operaciones e inversiones que se iniciaron este año se encuentra una empresa manufacturera de capital coreano que está operando en Puerto Cortés, relanzando la actividad maquiladora del municipio, con una inversión inicial de US$3,5 millones (L85.4 millones).
Además, tanto en Choloma como en San Pedro Sula hay inversiones en ejecución, como la construcción de una fábrica de hilo de algodón y otra que fabricará textiles sintéticos.
"Hoy en día, con el comercio electrónico, la creciente demanda de athleisure (un híbrido de ropa deportiva y casual) y la fast fashion (moda rápida), cada vez se acortan más los ciclos de la industria para satisfacer las demandas de inmediatez del consumidor", dijo el empresario.
Ante estas situaciones, el sector se está dirigiendo a procesos de más diversificación y de más valor agregado, según Canahuati.
Agregó que la proximidad con el principal socio comercial del país, Estados Unidos, debe hacerse valer a través de procesos más eficientes.
El presidente de la AHM señaló que para que el país siga compitiendo exitosamente son necesarios varios elementos: un marco para los negocios que garantice una facilitación comercial, eficiencia en los trámites aduaneros y procedimientos administrativos, inversión en tecnología, así como talento humano formado y entrenado para el mercado en constante evolución que demanda capacidades para diseño, producción, administración, informática, programación, logística.
El empresario expresó que un factor clave será la consolidación de la integración centroamericana, para facilitar y reducir los tiempos en el flujo de mercancías y procesos de producción y que además atraerá la inversión al país.
En la actualidad se manejan hasta 20 colecciones al año, antes eran entre 2 y 4. Además de que se lanzan hasta 50.000 creaciones o nuevos diseños cuando antes eran centenares en un buen año.
Se han reducido los tiempos de ciclos a tres semanas entre el diseño y la disponibilidad en tienda, cuando antes estos ciclos tenían un tiempo de varios meses.
Debido al impacto del comercio electrónico y la creciente demanda, las tiendas hacen y reciben nuevos pedidos de prendas todos los días.
