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Epsy Campbell: La solución a la crisis en Nicaragua es cada vez más difícil

La vicepresidenta de Costa Rica, Epsy Campbell, es una de las voces más firmes entre quienes impulsan soluciones desde el multilateralismo para la crisis en Nicaragua. La también jefa de la diplomacia tica, sin embargo, reconoce que se trata de un camino cada vez más difícil.

2018-07-19

Por Cecilia Córdoba - estrategiaynegocios.net

Nicaragua cumplió esta semana tres meses de descontento popular y una cada vez más feroz represión que ha dejado más de 350 muertos y cientos de heridos.

Grupos parapoliciales, las turbas armadas del gobierno de Daniel Ortega, han atacado a civiles sin armas, obstaculizado la asistencia médica a heridos e incluso son señalados por el ataques a templos católicos, casos que demuestran que la crisis ha sobrepasado los límites y movilizado los pronunciamientos de la comunidad internacional que urge el fin de la represión, el reinicio del diálogo y el anticipo de elecciones.

Epsy Campbell, la vicepresidenta y canciller de Costa Rica es una de las referentes en la ofensiva diplomática que está enfrentando al régimen de Ortega en las instancias multilaterales.

Bajo la presidencia de Costa Rica, el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) aprobó esta semana una resolución -impulsada por este país- que condena a las graves violaciones a los Derechos Humanos que están ocurriendo en Nicaragua.

La declaración exhorta al gobierno a colaborar con la implementación de las recomendaciones de la OEA para fortalecer las instituciones democráticas, como así también a impulsar un calendario electoral acordado con los interlocutores que se encontraban participando del Diálogo Nacional.

Pero no solo en la OEA, también en la recién finalizada reunión de los ministros de Relaciones Exteriores de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y de la Unión Europea, Epsy Campbell instó a los participantes a discutir la crisis nicaragüense.

La jefa de la diplomacia tica también había aprovechado la última cumbre de presidentes y jefes de Estado del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), en República Dominicana, para alertar sobre la urgencia y relevancia de la crisis nicaragüense.

Foto: Estrategia y Negocios



En diálogo con E&N, Campbell analizó la situación actual de Nicaragua y las posibles soluciones para esta crisis, que cumple tres meses de haber estallado. "Deseo que haya una salida, pero lo miro cada vez más difícil", aseguró.

"Los actores internos no terminan de ponerse de acuerdo", valora la vicepresidenta, quien cree que la situación está llegando a un grado límite donde "se normalizaron las muertes y esto es lo más terrible que puede pasar en una sociedad, es algo realmente grave".

De acuerdo con la canciller, la presión internacional no es suficiente, sobre todo en un país donde han muerto más de 350 personas en tres meses.

"Desde Costa Rica hacemos la tarea que nos toca y buscamos el multilateralismo como solución", aseguró. La vicepresidenta recordó que su país llevó el tema a la cumbre del Sistema de Integración Centroamericana en República Dominicana, al igual que ha utilizado los espacios que brinda la OEA, la ONU y la reciente reunión de la CELAC con la Unión Europea.

"En todos los espacios estaremos planteando el tema porque, efectivamente, el ejército nuestro es la diplomacia y es por ese camino que pensamos se tiene que buscar una salida a una crisis tan tremenda como la que tiene Nicaragua", expresó.

Lazos económicos y comerciales

La situación en Nicaragua ocupa gran parte de la agenda actual de la Cancillería costarricense. La agudización de la crisis amenaza con crear un éxodo de nicaragüenses, además de haber generado un corte en las redes logísticas entre el sur y el norte centroamericano.

En los últimos meses la caída de la actividad económica representa millonarias pérdidas y actividades como el turismo, una de las más dinámicas del país, lo resienten. Vuelos cancelados, cierre de hoteles y pérdida de empleos materializan la crisis que se estima reducirá las estimaciones de crecimiento de la economía y amenaza con recortar unos 200.000 empleos, en el peor de los escenarios.

"Personalmente le dedico una gran cantidad de horas a la semana, porque aquí tenemos un tema económico y comercial muy importante. Efectivamente, hay una cantidad de nuestra producción, mucha de pymes, que pasa por o llega a Nicaragua y que debemos atender", afirmó Campbell.

Además, la canciller destacó que la problemática migratoria puede escalar a partir de la continuidad del conflicto.

"Debemos pensar también que siempre hay una potencial presión migratoria, por razones políticas, pero también por motivos económicos. El decrecimiento económico de Nicaragua es palpable. Nadie va a ir a hacer turismo a Nicaragua en estas condiciones y es clarísimo que lo que ha pasado en los últimos tres meses va a llevar al país a una cifra negativa de crecimiento al final de este año", aseguró.

De acuerdo con Campbell, la consecuencia directa de esta debacle económica será el desempleo y Costa Rica es el destino inmediato, a donde "se llega caminando", para las personas que decidan buscar una salida.

"Hay una serie de realidades que tenemos que confrontar y vamos a seguir haciendo nuestro esfuerzo, en lo que nos compete, para contribuir a resolver, para llamar al diálogo, para llamar a que realmente las partes lleguen a un acuerdo por el bien de Nicaragua, primero, y el de todos sus vecinos, incluido el más proactivo en las relaciones binacionales, que es Costa Rica".

Epsy Campbell reconoce que el camino del diálogo no está avanzando a la velocidad esperada, pero lo considera necesario y lo tilda como única salida viable a la crisis. "Es un camino lento. Así es. Nosotros somos de un país donde, incluso las diferencias más importantes, los debates más importantes, la gente entiende que se resuelven a través de un voto, como lo que pasó el 1 de abril pasado (en las elecciones de Costa Rica)".

"Lo que tenemos para ofrecer es el camino del multilateralismo, no tenemos otro. Nosotros no podemos incidir directamente en la realidad de Nicaragua, no es lo que se espera de un país vecino; además, no es el mecanismo que utilizaríamos de ninguna manera. Entonces, seguimos por las vías institucionales que, aunque lentas, consideramos es el único camino que tendrá Nicaragua para salir de la situación en la que se encuentra', confirmó la canciller.

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