Si 2017 fue el año estrella del bitcoin, la más famosa de las criptomonedas, 2018 se está convirtiendo en una auténtica pesadilla.
La moneda digital pierde un 54% en lo que va de año y se cambia ya a 6.237 billetes verdes. La caída es aún mayor si se parte de la referencia de sus máximos históricos, registrados hace apenas siete meses en los US$18.674 y que elevan la corrección a un alarmante 63%.
Los sucesivos robos de carteras de bitcoins por parte de piratas informáticos, así como los esfuerzos de las diferentes autoridades por poner coto al vacío regulatorio en el que se mueve la criptodivisa, han sido el origen de la perdida de valor del activo.
A ello se le suma la enorme incertidumbre sobre la capacidad de que pueda acabar convirtiéndose en un medio de pago en el futuro. Sin suelo a la vista, el bitcoin parece, además, no encontrar un terreno sólido en el que agarrarse.
Cada vez que intenta levantar la cabeza, encadenando unas cuantas sesiones en positivo, los inversores vuelven a vender criptomonedas y su cotización a caer en picado. Pese a todo, la enorme volatilidad del valor, que convertiría a su lado en blue chip a la moneda más volátil de los mercados emergentes, puede granjear serias oportunidades a los inversores que más arriesgados.
En medio de la espiral bajista en la se encuentra, el rey de las criptomonedas ha encadenado periodos de fuertes revalorizaciones. El más significativo es el de febrero, mes en el que en apenas 11 sesiones se revalorizó un 64%, hasta cambiarse a 11.750 dólares.Los inversores, eso sí, tienen una elevada probabilidad de perder una proporción importante de su dinero y los expertos recomiendan que se destine a esta posición sólo el dinero sobrante. 'Es más una apuesta.
Como jugar a la lotería', sostienen fuentes financieras. La CNMV, en cualquier caso, considera que las criptomonedas no son productos adecuados para inversores minoristas.
El resto de criptomonedas ha ido por el mismo camino, muy influenciadas por la tendencia bajista del bitcoin. De esta forma, según los registros de Bloomberg, el Ethereum se deja un 53% desde los máximos anuales alcanzados en febrero, mientras que el Ripple pierde un 61% y el Litecoin retrocede un 68%.
