</strong><h1>Hacia el abismo</h1>En enero de 2018, en otro Estudio de Opini&oacute;n P&uacute;blica de CID Gallup, el 71% de la poblaci&oacute;n mostraba una opini&oacute;n &quot;Favorable&quot; de Ortega, sin embargo, en Mayo 2018 esa opini&oacute;n cambi&oacute; 180 grados, al registrar 29% de opini&oacute;n &quot;Favorable&quot; y 65% &quot;Desfavorable&quot;.<strong>Por su parte Rosario Murillo, Vicepresidenta de la Rep&uacute;blica, recoge 22% de opini&oacute;n &quot;Favorable&quot; y 69% &quot;Desfavorable&quot;. En enero de este a&ntilde;o registr&oacute; 72% de opini&oacute;n positiva.</strong>En ese desgaste pol&iacute;tico, Ortega y Murillo arrastran tambi&eacute;n a Aminta Granera, Directora General de la Polic&iacute;a Nacional, quien en enero de este a&ntilde;o marcaba 61% de opini&oacute;n &quot;Favorable&quot;. Sin embargo, &eacute;sta se transform&oacute; en 25% &quot;Favorable&quot; y 57% &quot;Desfavorable&quot;.<strong>&quot;Daniel Ortega y Rosario Murillo, muestran un descenso m&aacute;s precipito en el periodo de tres meses en sus opiniones positivas, al igual que Aminta Granera&quot;, refiere la encuestadora.</strong><h1>Instituciones sin credibilidad</h1>Durante una d&eacute;cada, el gran capital nicaragüense, representado por el Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP), impuls&oacute; con el gobierno el modelo de di&aacute;logo y consenso con el Gobierno de Ortega, que contribuy&oacute; a atraer inversi&oacute;n extranjera directa, a elevar las exportaciones anuales y a mostrar robustos niveles de crecimiento econ&oacute;mico.<strong>Este modelo, sin embargo, le ha acarreado un desgaste pol&iacute;tico al COSEP, ya que el nivel de confianza de los nicaragüenses es negativo (-28%), al restar la percepci&oacute;n positiva (30%) con la negativa (58%).</strong>&quot;La clases empresarial estaba completamente entregada a Ortega, como un pacto Faustino&quot;, expres&oacute; Denton.<strong>Un fen&oacute;meno similar registra el Ej&eacute;rcito, instituci&oacute;n que registra 27% de nivel de confianza positiva (Algo/Mucha), y 67% negativa</strong><strong> (Nada/Ninguna/Poco). </strong>&quot;El Ej&eacute;rcito, junto con la Iglesia Cat&oacute;lica, siempre ven&iacute;a siendo una instituci&oacute;n que se percib&iacute;a por encima del bien y del mal, pero ya se manch&oacute; en esta coyuntura. Yo interpreto que se debe a que la poblaci&oacute;n de su involucramiento o no&quot;, dijo Denton.<strong>Por su parte la Polic&iacute;a Nacional registra un nivel de confianza del 18% y de desconfianza del 78%. Muy similar son los resultados de las Alcald&iacute;as, que en su gran mayor&iacute;a est&aacute;n en poder del Frente Sandinista y son obedientes a Ortega (21% confianza vs 75% desconfianza).</strong>&quot;La Polic&iacute;a Nacional cae mucho, pero nunca fue vista tan positivamente como el Ej&eacute;rcito&quot;, insisti&oacute; Denton.<h1>FSLN: pierde capital pol&iacute;tico</h1>En mayo de 2017, en el Estudio de Opini&oacute;n P&uacute;blica No. 87 sobre Nicaragua, de CID Gallup<strong>, el 42% de la poblaci&oacute;n se&ntilde;al&oacute; el Frente Sandinista de Liberaci&oacute;n Nacional (FSLN), la organizaci&oacute;n pol&iacute;tica que controla f&eacute;rreamente Ortega y Murillo, constitu&iacute;a su partido pol&iacute;tico favorito.</strong>Sin embargo, un a&ntilde;o despu&eacute;s, <strong>en el &uacute;ltimo de Estudio de Opini&oacute;n P&uacute;blica de CID Gallup, esa cifra baj&oacute; al 31%, la que representa el piso hist&oacute;rico del Frente Sandinista en los comicios electorales hasta las elecciones de 2006</strong>, en las que gan&oacute; Ortega con apenas 38% de los votos totales v&aacute;lidos.&quot;Daniel (Ortega) regres&oacute; al poder con aquella canci&oacute;n de los Beatles -<em>Dale a la paz una oportunidad</em><em>/ Give peace a chance</em>-, &eacute;l abogaba porque le dieran una nueva oportunidad para gobernar, ya que en los a&ntilde;os 80 intervino Estados Unidos en la guerra civil, sin embargo no era para quedarse eternamente&quot;, afirm&oacute; Denton.&quot;Se estableci&oacute; un r&eacute;gimen con los rasgos t&iacute;picos de una dictadura, un partido pol&iacute;tico manejando todos los poderes del Estado. Creo que esos simpatizantes, m&aacute;s all&aacute; de su piso hist&oacute;rico, no compart&iacute;an su ideolog&iacute;a, sino que estaban recibiendo beneficios, subsidios, o ten&iacute;an alg&uacute;n familiar de empleado en el Estado. Eran un matrimonio de conveniencia&quot;, dijo Denton.<strong>Hoy, que la ayuda venezolana se ha esfumado, junto a los subsidios al transporte p&uacute;blico, a la energ&iacute;a y a un bono extra para empleados estatales como profesores, el piso hist&oacute;rico del sandinismo volvi&oacute; a su lugar: el 30% de la poblaci&oacute;n. </strong>Al respecto, cabe se&ntilde;alar que la cooperaci&oacute;n venezolana disminuy&oacute; de US$457 millones en 2008 a US$102.4 millones en 2017. El a&ntilde;o de mayor flujo correspondi&oacute; a 2012, cuando se registr&oacute; una cooperaci&oacute;n por el orden de los US$729.3 millones.Ese a&ntilde;o en que lleg&oacute; la ayuda venezolana manos llenas, US$341.5 millones se invirtieron -seg&uacute;n el Banco Central de Nicaragua- en proyectos socio-productivos (energ&iacute;a, viviendas populares, financiamiento a Pymes) y US$209.2 millones a proyectos sociales (subsidios, bonos, etc).<strong>En 2017 en cambio, con la ca&iacute;da del precio internacional de petr&oacute;leo y la propia crisis aguda de Venezuela, los montos para proyectos socio-productivos cayeron a US$26.2 millones y los de los proyectos sociales a US$4.7 millones.</strong>&quot;Daniel (Ortega) puede meter una ola de represi&oacute;n feroz para domar a su gente, pero eso no funciona porque para poder gobernar necesita la colaboraci&oacute;n de la gente. No creo que pueda recuperar su capital pol&iacute;tico, pero es una opini&oacute;n personal. Hay sandinistas que hablan de un sandinismo, sin Daniel Ortega&quot;, concluy&oacute; Denton.</div>