Ante un panorama político que enfrentará una segunda ronda electoral, entre dos sectores extremos, los inversionistas ven con incertidumbre el panorama económico de Costa Rica, a la espera de ver qué pasa con los indicadores en las próximas semanas., según Silvia Jiménez, Jefe Analista y Estratega de Inversión de Mercado de Valores.
Materia fiscal
En el tema de impuestos, la Asamblea Legislativa tendrá un gran desafío, sobre todo por su diversidad partidaria, para quien quede en el gobierno será indispensable acuerdos políticos y negociaciones, pero esto no será tan sencillo.
Para Jiménez, la persona que quede como Presidente de la República deberá sortear la suerte de una economía con dos principales deudas que se vienen arrastrando: un déficit fiscal proyectado a niveles para arriba del 7% en 2018 y un crecimiento económico desacerado con un 3,4%.
"Hay que tener claro que hay se ha dado un ajuste en los bonos del país, pero esto no responde únicamente al panorama político, aunque sí podría tener alguna relación, pero llamamos a la calma a los inversionistas quienes toman con cautela el panorama actual", señaló la experta.
El tipo de cambio es el primer precio sensible en ver los efectos, pues esta semana experimento un alza importante, sin embargo, Jiménez no considera que el gobierno del Partido Acción Ciudadana (PAC) vaya a permitir que se dé una devaluación muy frente, de cara a que su candidato estará disputando el escaño en la segunda ronda.
Jiménez repite: "Quien quede en la Presidencia enfrentará retos muy importantes en materia económica, un déficit fiscal preocupante, un alto endeudamiento, una necesidad de incentivar aún más la actividad económica, sobre todo de mantener activo el sector servicios que ha sido un dinamizador de la economía, ahí necesitamos ver las luces que nos den estos candidatos".
Hay que tomar en cuenta que el nuevo mandatario enfrentará un desempleo estancado en el 9%, con problemas estructurales, pues afecta en mayor medida a las poblaciones más vulnerables del país. La llegada de un nuevo gobierno estará vinculada con la búsqueda de soluciones para enfrentar el déficit fiscal, lo cual es muy difícil si no se establecen reformar, deberá entrársele a los ingresos y gastos.
A diciembre de 2017, los ingresos totales del gobierno alcanzaron ₡4.742.918,6 millones (US$8.263 millones) mientras que los gastos ₡6.764.020,3 millones (US$11.785 millones), un déficit financiero del 6,2% del Producto Interno Bruto (PIB).
Según datos de Mercado de Valores, los gastos siguen creciendo más que los ingresos con un 9,1% y 3,8%, respectivamente y el rubro de intereses continúa aumentando con una variación interanual de 16,9%, seguido por el de transferencias corrientes con un 8,8% y el de remuneraciones con un 5,2%.
Por su parte, Tony Pérez, director general de Mercado de Valores, aseguró que hoy el país está a las puertas de un incremento en las tasas de interés, consecuencia de las bajas en el petróleo y en las materias primas.
Se debe esperar el alza en las tasas de interés, que tendrá efectos tanto en los rendimientos de inversiones futuras como de inversiones actuales. De la misma forma, el gobierno continuará teniendo una alta participación en el mercado primario, provocando una menor influencia de liquidez en el secundario. Por eso, Pérez agregó: urgen propuestas de parte de los candidatos a la Presidencia para resolver el tema fiscal y económico, pues se siente un ambiente de inversión paralizado.
Elecciones estuvieron matizadas por falta de narrativa
Costa Rica se enfrenta a un cambio generacional, la segunda ronda electoral se la disputan dos hombres jóvenes y deberán apostar por atraer los votos de una forma distinta, según Jorge Vargas Cullel, director del Programa Estado de la Nación. Para el analista, los primeros comicios tuvieron una campaña electoral sin narrativa propia, ningún partido logró poner sobre la mesa un tema de discusión y más bien respondieron a temas específicos y coyunturales."ésta fue la primera campaña que no tuvo narrativa, solo se hicieron ofertas como un metro o tren, pero que estuvo dirigida por el tema de Cementazo, donde se habló de corrupción en los partidos y luego la resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre el matrimonio igualitario, a lo que los partidos reaccionaron, esto demostró una debilidad extrema de los partidos políticos", comentó.
Las perspectivas son complicadas para ambos candidatos en pugna. Si se suman los votos que obtuvieron solo cuentan con el 47% entre los dos, es decir, más de la mitad de la gente no votó por ellos. Eso significa que deberán armar un acuerdo político rápidamente.
¿Qué retos tienen los Alvarado?
En el caso del Partido Acción Ciudadana (PAC), Carlos Alvarado cuenta con militantes que son leales a sectores muy específicos, pero es el partido de gobierno y debe convencer a sus socios que esta vez será distinto, además deberá lidiar con sus bases y dar un giro en las políticas económicas.
En el tema de impuestos la Asamblea Legislativa tendrá un gran desafío: sobre todo por su diversidad partidaria, para quien quede en el gobierno será indispensable acuerdos políticos y negociaciones, pero esto no será tan sencillo. Por ejemplo, en el último período para el Partido Liberación, que seguirá teniendo una alta representación en el Congreso y el PAC no fue posible alcanzar un acuerdo en el tema fiscal, por lo que habrá que ceder mucho.
Este acuerdo político deberá llegar pronto para dar señales a los inversionistas locales e internacionales de que se está moviendo el tema, no habrá una solución integrada sino que deberá mezclar propuestas de todos los sectores. Adicionalmente, la Asamblea Legislativa se enfrentará a una alta novatada, porque la mayoría de los diputados, 53 en total, se estrenan como diputados y solamente cuatro repiten ocupando curules.
"Por ello ambos candidatos deberán hacer una campaña de ideas, sin envenenar el ambiente porque luego les tocará sentarse a negociar y será necesario un tono distinto, sin imposiciones o insultos para alcanzar una reforma fiscal y que los mercados entiendan el mensaje positivo", concluyó el especialista.
"Por ello ambos candidatos deberán hacer una campaña de ideas, sin envenenar el ambiente porque luego les tocará sentarse a negociar y será necesario un tono distinto, sin imposiciones o insultos para alcanzar una reforma fiscal y que los mercados entiendan el mensaje positivo", concluyó el especialista.
