Claves del día

Dow Jones cae 4,6% en una caótica sesión de Wall Street

El Dow Jones llegó a ceder casi un 6%. El desplome está secundado por las mayores compañías del mundo: Exxon Mobile, Chevron, McDonald's, Coca-Cola, Pfizer, Johnson&Johnson y Boeing.

2018-02-05

Por AFP

Momentos de pánico se vivieron en Wall Street, donde el emblemático índice de Nueva York, el Dow Jones, llegó a perder más de 1.500 puntos durante la sesión, recuperándose parcialmente poco antes del cierre.

De acuerdo con las cifras provisorias de cierre, el Dow Jones Industrial Average finalmente perdió 1.175,73 puntos (-4,61%) para terminar en 24.345,23 puntos, mientras el Nasdaq cayó 3,78% para cerrar en 6.967,53 puntos y el índice ampliado S&P 500 abandonó 4,11% terminando en 2.468,69 puntos.

El Dow Jones llegó a ceder casi un 6%. Los recortes después se han moderado hasta dejarse más de un 4% y cerrar su peor sesión desde 2011. Ha perdido 1.100 puntos, el mayor descenso en su historia. Desde que marcó los máximos del 26 de enero por encima de los 26.000 puntos, el Dow Jones se deja cerca de un 8%.

El S&P 500 se dejó un 4,1% y el Nasdaq, un 3,91%. Todo ello después de que la Bolsa neoyorquina cerrase el viernes su peor sesión en dos años. La caída de esta noche sume al Dow Jones y al S&P 500 en pérdidas anuales. El Nasdaq, sin embargo, escapa a ellas y sube más d eun 1% este año.

Las caídas en la renta variable se ven acompasadas por alzas en la divisa. El euro cae un 0,3% frente al dólar hasta perder los 1,25 billetes verdes. Todo ello al ritmo que se disparó la volatilidad. El índice VIX llegó a subir un 100% hasta máximos de 2015.

Foto: Estrategia y Negocios

El desplome en Wall Street está secundado por las mayores compañías del mundo. Las ventas se han extendido a todos los sectores. No se han librado ni petroleras como Exxon Mobile o Chevron ni gigantes del consumo como McDonald's o Coca-Cola, farmacéuticas como Pfizer o Johnson&Johnson o de industriales como Boeing.

Los grandes bancos tampoco se salvaron, entre los que se encuentran Goldman Sachs o JP Morgan. Todas ellas han cedido cerca del 5%. Tan solo se pueden contentar algo las tecnológicas, que pese a caer lo hacen menos que el resto.

La excusa que está sirviendo de corrección en las últimas sesiones es el repunte de las rentabilidades de la deuda que tienen su mejor reflejo en los bonos de EE.UU. y Alemania. Después de años en los que la deflación llevó a los bancos centrales a desplegar todas sus armas para combatirla, ahora los precios empiezan a dar síntomas de recuperación.

Aunque la eurozona continúa lejos de una inflación próxima al 2%, la mejora de los salarios en la primera economía del mundo, por primera vez desde el estallido de la crisis, sumado al impacto de la reforma fiscal de Donald Trump llevan a los inversores a descontar una subida de los tipos de interés más agresiva.

De momento, Jerome Powell, que juró su cargo al frente de la Reserva Federal (Fed) no se ha pronunciado y el mercado solo está poniendo en precio tres subidas de tipos este año, en línea con las previsiones de la institución. Pero el simple rumor de una posible aceleración en el proceso de subida de las tasas es suficiente para desatar los nervios entre los inversores.

El repentino crac en Wall Street se extendió también al mercado de deuda. El bono a 10 años pasó en unos minutos de ese 2,84% al 2,72% para después repuntar.

Las firmas de análisis ya lo advertían en sus perspectivas para 2018, y aunque elegían a la renta variable como el principal activo, afirmaban como riesgo la corrección en la Bolsa americana. La semana pasada Goldman Sachs apuntó que la corrección era inevitable pues el S&P 500 estaba inmerso en su periodo más largo sin corrección de más del 5% desde la Gran Crisis (1929). La tendencia se ha roto precisamente hoy.

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