Por AFP

Esta operación se produce en un momento en que Washington decidió imponer un arancel de 220% a los aviones de la canadiense Bombardier, por considerar que la empresa se beneficia de subsidios y por lo tanto afecta a la estadounidense Boeing.

Boeing acusa a la empresa canadiense de fabricar sus aviones gracias a las ayudas y de haberlos vendido a pérdida a Delta Air Lines.

El acuerdo va a permitir un ahorro importante en la fabricación de C-Series y además permitirá que éste se beneficie de la presencia de Airbus en el mercado, indicaron las empresas.

La sede de producción permanecerá en Quebec.

Airbus tomará aproximadamente un 50,01% de las participaciones en CSALP, entidad que gestiona el programa C-Series, y Bombardier y Investissement Québec guardarán 31 y 19%, respectivamente.

'¡Esto es un acuerdo beneficioso en el que todos ganan!', declaró el presidente ejecutivo de Airbus, Tom Enders.

'No tengo ninguna duda que nuestra asociación con Bombardier va a impulsar enormemente las ventas y el valor del programa', agregó.

El director ejecutivo de Bombardier, Alain Bellemare, dijo estar 'feliz' de recibir a Airbus en el programa C-Series.

'Airbus es el socio perfecto para nosotros, para Quebec y para Canadá', afirmó.

Hace dos años surgió la idea de una asociación de este tipo, pero el proyecto fue abandonado después.

Esta asociación da un sustento comercial al programa de Bombardier, un proyecto que constituye el primer diseño de una nueva generación de aviones de un pasillo en 25 años, pero sin demasiados resultados comerciales.

'Tenemos excelentes opiniones de los clientes', destacó Enders, para quien esta asociación va a permitir al programa C-Series alcanzar todo su potencial.

Una bocanada de aire para Bombardier

Gracias a esta operación, Airbus toma un lugar en un segmento en el que estaba ausente, ya que su gama de medio recorrido Airbus va de 140 a 220 asientos en su versión remotorizada.

Para la compañía europea, la ventaja es que este aparato entró en servicio en 2016 y ya tiene una certificación y no requiere inversiones importantes en el futuro.

Según un experto del sector, un acercamiento de este tipo supone para Airbus una 'gran oportunidad para renovar su gama en el segmento de 100 a 150 asientos' a un costo menor y le permite 'conservar un pie en el mercado'.

Para Bombardier, esta es una bocanada de aire, ya que la empresa no ha recibido nuevos pedidos para la serie C-Serie desde principios de año.

Esta familia de aviones fue lanzada en 2004 y su producción comenzó en 2008. A mediados de 2016 la primera camada fue entregada a la empresa Swiss, con un retraso de dos años en el calendario inicial y con mayores costos de lo previsto.