El Consejo de Gobierno tomó la decisión ayer martes de suspender de sus funciones a los cinco miembros de la Junta Directiva del Banco de Costa Rica (BCR) que no renunciaron a sus puestos.
Así lo informó el ministro de la Presidencia, Sergio Alfaro, quien aseguró que lo hacían como una medida cautelar mientras se lleva a cabo el proceso ordinario que se abrió contra ellos.
Los directivos suspendidos son Evita Arguedas, Mónica Segnini, Alberto Raven, Francisco Molina y Paola Mora, la mayoría de ellos quienes denunciaron lo sucedido con el 'Cementazo'.
Según Alfaro, la próxima semana definirán los sustitutos de los directivos suspendidos, así como de los dos que renunciaron: Ronald Solís y Gustavo Arias.
Moody’s baja calificación del BCR
Horas antes, Alfaro insistía en pedir la renuncia a los directivos que se negaron la semana anterior a acatar la solicitud del Presidente Solís de dejar sus cargos.
El funcionario indicó que la rebaja en la calificación crediticia que anunció Moody’s solo "confirma la necesidad de remozamiento de la junta directiva". Sin embargo, Moody’s señaló que la rebaja en la calificación fue consecuencia de la solicitud que hizo el Presidente de pedir la renuncia a los directivos.
El BCR informó que la decisión de la agencia se debe a la situación actual del gobierno corporativo y no por debilidades en materia financiera.
En opinión de Alfaro, la permanencia de los directivos Segnini, Mora, Arguedas, Raven y Molina solamente profundizaría "el daño ya provocado".
Alfaro dijo que se busca que los nuevos directores tengan amplio conocimiento del sector bancario para que puedan mantener al banco con buenos resultados.
Insistió en que ya tienen un grupo de nombres para ocupar los cargos, pero las condiciones que habían aceptado es que fueran de carácter permanente, por lo que el Ejecutivo tendría que renegociar.
