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¿Por qué una Comisión Mundial sobre el Futuro del Trabajo?

La tecnología, la demografía, el cambio climático y la globalización van marcando una mutación del trabajo a un ritmo, un calado y un alcance sin precedentes. Estos cambios tienen un enorme potencial, pero también plantean muchas incertidumbres sobre el futuro del trabajo.

2017-08-21

Por: Ameenah Gurib-Fakim y Stefan Löfven*

Creemos que el trabajo es la base del crecimiento de las personas y la sociedad. A partir de un ingreso digno, el trabajo puede facilitar el avance social y económico, así como el fortalecimiento de las personas, sus familias y las comunidades.

La tecnología, la demografía, el cambio climático y la globalización van marcando una mutación del trabajo a un ritmo, un calado y un alcance sin precedentes. Estos cambios tienen un enorme potencial, pero también plantean muchas incertidumbres sobre el futuro del trabajo. El temor a que unos se beneficien enormemente de estos cambios espectaculares y otros no, se ha convertido en una de las principales preocupaciones, en especial en una época en que tantos países padecen un alto desempleo.

Cuando hay demasiada gente que teme quedar rezagada y que las sociedades no sean capaces de forjar cambios positivos, existe también un mayor margen para que fuerzas destructivas socaven el crecimiento y desestabilicen la armonía social y política. De hecho, las ideas populistas que vemos aparecer son uno de los problemas fundamentales de nuestro tiempo.

Por lo tanto, tenemos que respaldar el potencial de creación de empleo que ofrece el giro hacia la sostenibilidad ambiental y hacia un sistema comercial mundial equitativo y abierto, fundado en valores sólidos: derechos, libertad y solidaridad. La globalización debe beneficiar a todas las personas. Solo quienes se sienten seguros en el presente pueden estar abiertos a un futuro incierto.

En lugar de sentarnos a esperar, hemos de pensar seriamente sobre el futuro del trabajo que deseamos, y sobre cómo lograrlo. El futuro no está predefinido; las elecciones sociales y las políticas que tomemos pueden determinarlo.

Por eso hemos aceptado copresidir la nueva Comisión Mundial sobre el Futuro del Trabajo, presentada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Para generar ideas y soluciones que permitan solucionar estos problemas clave relacionados con el empleo. La Comisión se enmarca en la Iniciativa relativa al futuro del trabajo de la OIT, y congrega a pensadores y profesionales prominentes de todo el mundo. La Comisión presentará sus recomendaciones a los Estados miembros de la OIT en 2019.

No cabe duda de que esta Iniciativa es un verdadero esfuerzo mundial: más de 100 países han celebrado diálogos nacionales entre gobiernos, empleadores y trabajadores sobre el futuro del trabajo. La contribución de la Comisión también será un elemento importante en el seguimiento de la histórica Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. El Objetivo 8 de la Agenda, en particular, apunta a promover el crecimiento económico incluyente y sostenible, el empleo pleno y productivo, y el trabajo decente para todos.

Durante casi un siglo, la OIT ha efectuado una contribución significativa para mejorar el mundo del trabajo. Para ello, ha reunido en una misma mesa a representantes de gobiernos, trabajadores y empleadores, con la mira puesta en promover la justicia social.

Está en nuestras manos -y no en las de fuerzas que somos incapaces de controlar- forjar el futuro del trabajo. No dudamos de que el futuro tiene un poderoso mensaje de esperanza, y estamos empeñados en no perder de vista ese espíritu al dirigir esta Comisión Mundial. Nos centraremos en la búsqueda de soluciones concretas, en el asesoramiento sobre políticas y buenas prácticas, siempre con el objetivo de hacer del futuro de trabajo un futuro que incluya a todos.

* Presidenta de la República de Mauricio, y Primer Ministro de Suecia

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