Stratolaunch, que no está diseñado para llevar pasajeros sino para transportar los cohetes que llevarán los satélites al espacio, tiene una envergadura de 117 metros, cuenta con seis motores de los utilizados por el Boeing 747 y podrá llevar más de 200.000 kilos de carga útil.
Y todo eso sobre 28 ruedas.
El avión de doble fuselaje, el bebé del cofundador de Microsoft Paul Allen, fue sacado de su hangar en el Puerto Aéreo y Espacial de Mojave en California para comenzar las pruebas de abastecimiento de combustible, la primera de muchas en tierra.
Jean Floyd, director general de Stratolaunch, dijo que el objetivo es poder hacer una demostración de lanzamiento tan pronto como en 2019.
Stratolaunch despegará desde una pista. Volará a la altitud de crucero aproximada de un avión comercial antes de lanzar un vehículo de lanzamiento. La idea es que cuando los cohetes entren en órbita, Stratolaunch regresará a una pista de aterrizaje para su repostaje y reutilización, explicó Allen, quien también es dueño de los portland Trail Blazers de la NBA y los Seattle Seahawks de la NFL.
La Vulcan Aerospace de Allen ha trabajado con la compañía del pionero aeroespacial Burt Rutan, Scaled Composites, en el ambicioso proyecto.
El dúo ha colaborado en el lanzamiento de SpaceShipOne en 2004. Allen no es el único multimillonario estadounidense con los sueños y los bolsillos lo suficientemente grandes como para asumir el reto espacial.
Jeff Bezos, CEO de Amazon, y Elon Musk, CEO de Tesla y SpaceX, se han distinguido como innovadores empujando fuerte para traernos el futuro.
A finales de marzo, SpaceX hizo historia al lanzar con éxito un cohete usado al espacio. Y la compañía planea llevar turistas a la Luna en 2018. satélites Ya ha llevado satélites y realizado viajes de reabastecimiento a la Estación Espacial Internacional.
Como Musk, Bezos quiere reutilizar los cohetes para reducir el costo de los viajes espaciales. Pero, por el momento, Blue Origin está más interesada en realizar vuelos suborbitales para turistas.
