Microsoft llegó a Costa Rica en 1995, abriendo su primera oficina en América Central, cuando el país tomó algunas medidas para la protección intelectual.
En más de dos década ha tenido un crecimiento sostenido, y hoy ha anunciado un importante salto, con la creación de 280 empleos con la creación de dos áreas nuevas en el país: Inside Sales y Soporte y Servicio al Cliente (CSS, por sus siglas en inglés), que dará servicio a Caribe y América Latina (México, Brasil, Centroamérica y región Andina, entre otros).
La apertura de ambos servicios generará 280 nuevos empleos, que se sumarán a los 80 ya existentes en el país con los que cuenta la multinacional.
Con las nuevas áreas, Microsoft pretende acelerar la transformación digital en América Latina
Según Jean-Philippe Courtois, vicepresidente ejecutivo de Microsoft, la compañía "confía en el potencial del país".
El hecho de haber traído estas áreas a Costa Rica se debe a varias razones, confirmó Courtois, como la escalada en el desarrollo, las alianzas que ya tiene la corporación tecnológica con empresas y Gobierno, el tratarse de una economía competitiva y con facilidad para hacer negocios; y el buen talento humano, incidiendo en las habilidades técnicas de los empleados y el dominio de dos idiomas, en este caso español y portugués.
Para Luis Guillermo Solís, presidente de Costa Rica, se trata de una "enorme oportunidad", para el país; y la ha calificado como una "relación a largo plazo".
Carlos Flores, gerente general de Microsoft Costa Rica comentó que la compañía ya ha comenzado a reclutar para las nuevas posiciones. "En la feria de empleo de Cinde -realizada a mitad de febrero- recibimos más de 1.000 currícula", y compartió que en un plazo de tres a cinco meses comenzarán con estas operaciones con 50 personas, y después "avanzar lo más rápido posible" hasta esas 280 personas
"En Costa Rica hemos encontrado un país que invierte educación, que tiene buen talento", incidió Flores.
El ministro de Comercio Exterior, Alexander Mora, expuso que "la vinculación con la Academia es muy importante", por lo que apuntó como fundamental trabajar de la mano con universidades y escuelas técnicas para asegurar que el talento tico esté "adecuadamente desarrollado para aprovechar estas nuevas oportunidades".
Costa Rica y los servicios
Y es que Costa Rica se ha convertido en un importante polo de atracción de servicios para las multinacionales, que consideran al país un lugar estable y con el talento laboral necesario para cubrir sus necesidades.
La educación (con buen nivel de inglés), la seguridad jurídica, la estabilidad política, económica y social; y la localización geográfica juegan a favor de Costa Rica.
Un tercer idioma, especialmente el portugués y el francés (este por las islas del Caribe), ayuda y mucho a que las empresas decidan internarse en Costa Rica, y a contratar a ese personal capacitado.
Lo que comenzaron siendo centros de llamadas, se han convertido en entornos mucho más sofisticados: servicios financieros, de ingeniería, recursos humanos, tecnologías de la información, impuestos, compras…
En 2016, la Coalición Costarricense de Iniciativas para el Desarrollo (Cinde), atrajo 40 proyectos de inversión: 18 del sector servicios, 12 del sector de ciencias de la vida, 5 de manufactura liviana y 5 de manufactura avanzada. Esto supuso más de 12.000 empleos generados el año pasado.
La suma de estos sectores roza los 90.000 empleos en total, lo que representa el 16% del total en Costa Rica, y un 22% del total del empleo neto generado por el sector privado.
Los CSC, con 60.000 empleos al cierre de 2016, es el sector de Inversión Extranjera Directa que más empleo genera.
Las multinacionales apuestan por el talento tico y crean empleo de calidad.
Un estudio de Procomer, realizado con el apoyo de Cinde y del Ministerio de Comercio Exterior apunta que, entre 2010 y 2014, cada dólar de incentivo en Zona Franca le retribuyó a Costa Rica US$5,7 en beneficios sociales y económicos.
Costa Rica lidera la estadística latinoamericana en exportaciones de servicios por habitante (datos de 2015): US$1.240 per cápita, seguido por Chile (US$719) y Argentina (US$335).
