El documento, realizado conjuntamente por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y Eurofund, una agencia de la Unión Europea, se basa en investigaciones llevadas a cabo en 15 países.
El informe distingue entre las personas que trabajan desde casa, que parecen gozar de un mayor equilibrio entre la vida laboral y familiar, y los trabajadores 'muy móviles', que emplean nuevos medios de comunicación y están más expuestos a las consecuencias negativas en su salud y bienestar.
Entre las ventajas del teletrabajo, los empleados señalan una reducción del tiempo de desplazamiento, una mayor autonomía y un mayor equilibrio entre la vida profesional y la privada.
Las empresas ven en esta modalidad una mayor motivación por parte del personal, más productividad y eficiencia y, sobre todo, una reducción del espacio necesario de trabajo.
Sin embargo, la otra cara del teletrabajo es más inquietante.
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El informe destaca 'la tendencia a inducir una prolongación de la jornada laboral, a crear una superposición entre el trabajo remunerado y la vida privada y a que esto conlleve una intensificación del trabajo'.
'El 41% de los empleados muy móviles dan muestra de niveles altos de estrés, comparados con el 25% de quienes trabajan en la oficina a tiempo completo', indica el estudio. Además, el 42% de las personas que trabajan en su domicilio a tiempo completo y el 42% de los trabajadores muy móviles declaran que se despiertan varias veces por la noche, mientras que esto solo le ocurre al 29% de los empleados que laboran en la oficina.
Jon Messenger, coautor del informe, subraya las ventajas del teletrabajo a tiempo parcial, que permite mantener el contacto con otros colegas.
'El equilibrio ideal parece ser de 2 a 3 días de trabajo en casa', dijo en una rueda de prensa en Ginebra. 'Quizá las empresas deberían recurrir [al teletrabajo] más a menudo, pues tiene efectos positivos, no solo para los empleados sino también para el empleador', destacó.
El informe defiende, además, el 'derecho a la desconexión', citando el ejemplo de Francia y Alemania. Algunas empresas ya imponen que se apaguen los servidores informáticos fuera de las horas de trabajo para impedir el envío de correos durante el tiempo de descanso y las vacaciones.