The Coca-Cola Company acordó comprar una participación mayoritaria de su embotelladora africana a Anheuser-Busch InBev (AB InBev) por US$3.150 millones, una operación que permite al mayor fabricante de bebidas distanciarse de la cervecera.
El fabricante de gaseosas indicó en octubre que podría ejercer el derecho a compra de la participación que anteriormente era propiedad de SABMiller, compañía que fue adquirida por AB InBev.
La jugada empresarial también deja en manos de la estadounidense a la planta de Coca-Cola en el municipio de Nejapa, El Salvador, donde se fabrican varias de las marcas de la multinacional para los mercados hondureño y salvadoreño.
Coca-Cola y AB InBev, son los mayores fabricantes del mundo de refrescos y cervezas, respectivamente. Ambas firmas dijeron en un comunicado conjunto que habían acordado la transferencia de un 54.5% de la participación de AB InBev en Coca-Cola Beverages Africa (CCBA), la embotelladora más grande del continente.
Con poco espacio para que AB InBev crezca de manera significativa en el mercado de la cerveza, los analistas han comenzado a considerar la posibilidad de que la cervecera finalmente se pase al negocio de los refrescos. Esto podría poner a Coca-Cola en la cima de su lista de potenciales compras, aunque el valor de mercado de la firma estadounidense, de US$180.000 millones, sería un gran obstáculo.
AB InBev ya es embotelladora de PepsiCo en América Latina, pero hasta ahora no ha tenido negocios en áfrica, donde la distribución puede ser particularmente difícil debido a la mala infraestructura.
El acuerdo en detalle
El acuerdo actual permite que Coca-Cola retome algunos territorios africanos que no están cubiertos por CCBA, como Zambia, Zimbabue y Botsuana, además de las operaciones de embotellado en El Salvador y Honduras.
Coca-Cola asegura que mantendrá todas las operaciones de forma temporal hasta que una nueva licencia pueda ser otorgada a otros socios.
áfrica es un mercado atractivo para los fabricantes de envasados de alimentos y bebidas, debido la fuerte demanda de su creciente clase media.
Regulador de Competencia analiza la concentración en El Salvador
La Superintendencia de Competencia analiza desde octubre la concentración económica que resulta de la compra de SABMiller por parte de AB InBev.
'El consejo directivo de la Superintendencia de Competencia analiza esta solicitud de concentración económica, en cumplimiento de lo establecido por la Ley de Competencia', dijo en octubre el superintendente Francisco Díaz Rodríguez.
En noviembre de 2015, las juntas directivas de ambas compañías anunciaron un acuerdo sobre los términos de adquisición por parte de AB InBev de la totalidad del capital social de SABMiller. El mismo se consolidó este año y ha permitido crear a la mayor cervecera del mundo, paso que ha puesto en marcha tras las supervisiones de reguladores en Estados Unidos, Europa, China y Sudáfrica.
La segunda etapa de que consiste en la adquisición y consolidación de ambas compañías en un agente económico, el cual tendría efecto tras cumplirse las autorizaciones en Colombia, Ecuador, Australia, India y Canadá.
En El Salvador, el grupo SABMiller operaba mediante Industrias La Constancia, S.A. de C.V., una embotelladora con más de un siglo de historia, que además de contar con líneas de producción e importación, cuenta con sus plantas de embotellado y distribución de cervezas y bebidas carbonatadas, entre ellas algunas bajo licencia de The Coca-Cola Company y de Schweppes.
Mientras que AB InBev tiene presencia indirecta enlos mercados de bebidas alcohólicas (cervezas) a través de las importaciones que realizan las distribuidoras Comercializadora Interamericana S.A. de C.V y Crio Inversiones S.A. de C.V., desde las filiales de AB InBev en Guatemala y República Dominicana, respectivamente.
Con información de El Economista (México)
