No podemos negar que hoy en día encontrar trabajo es todo un desafío, siempre piden experiencia pero ilógicamente te permiten obtenerla. Lo más difícil es encontrar un trabajo que verdaderamente nos haga feliz, son muy pocos los afortunados que tienen la dicha de estar en un trabajo que en verdad se sienten satisfechos y disfrutan.
Sin embargo, existen ocasiones en que a pesar de estar en un trabajo que disfrutan y les agrada, existen otros factores que llevan a algunos empleados a renunciar casi obligados, lo que implica para la empresa una pérdida casi invaluable.
Se considera que para trabajar en paz y armonía, ambas partes (jefe y empleado) deben hacer una buena mancuerna y apoyarse como equipo que son, sin embargo, existen jefes a los que su puesto les termina quedando demasiado grande y son factores que te obligan a renunciar al trabajo por más que éste te guste.
Y estas son algunas de las causas por las que los buenos empleados renuncian a su trabajo:
1. Carga excesiva de trabajo
Es cierto que la carga de trabajo se inclina más hacia los mejores trabajadores y de mayor confianza, pero esto a largo plazo termina siendo agotador. Lo que primero resulta halagador porque depositan confianza en ti, termina viéndose como un castigo por realizar bien el trabajo.
Lo más considerado sería que si se aumenta el trabajo también se aumente el salario o el puesto del empleado.
2. No hay reconocimiento alguno ni recompensan el trabajo bien hecho
No vamos a negar que a todos nos gustan que nos feliciten y más por aquello que hacemos verdaderamente bien, el que reconozcan nuestro fuerzo motiva a seguir trabajando duro. Es indispensable que los jefes se preocupen más por sus empleados y de alguna u otra forma motive el trabajo bien hecho y reconozca los frutos de cada trabajador.
3. No mostrar preocupación por los empleados
Es necesario que exista un equilibrio entre la relación laboral y humana. A algunos jefes no les importa simpatizar con tus empleados, lo que termina ocasionando que muchos renuncien a sus puestos, lo más recomendado es la sana convivencia dentro y fuera del centro de trabajo.
4. No cumplen sus promesas
Cuando se trabaja en un ambiente de confianza se trabaja más agusto. A todos nos gusta escuchar lindas promesas pero más nos gusta que se cumplan y cuando esto ocurre los trabajadores se crean expectativas más altas de su superior e inclusive lo halagan fuera del trabajo, presumiendo a los demás lo honesto y digno de confianza que es su jefe, pero cuando éste no llega a cumplir las promesas que le hace a sus trabajadores evidentemente ocurre todo lo contrario a lo anterior.
5. Ascienden y contratan a los empleados incorrectos
Esta resulta una de las tareas más complicadas de los jefes. Evidentemente al ascender o contratar a alguien se pone mucho en juego y es fácil llegar a caer en el ¨amiguismo¨, es decir, contratar a la gente por afecto y no por su capacidad de trabajo. Cuando esto ocurre, claramente los buenos empleados se desmotivan, pues pese a su esfuerzo de diario su trabajo no se ve valorado.
6. No utilizan las habilidades de sus trabajadores
Dice Bradberry que los buenos jefes prestan atención a sus trabajadores y están constantemente escuchándolos y haciendo críticas constructivas, esto sin duda alguna favorece a gran escala el trabajo, pues al conocerlos e interesarse por ellos es que pueden conocer sus habilidades y capacidades y colocarlos en las áreas en las que puedan desempeñar un mejor trabajo.
No importa que tan bueno seas en lo que haces ni lo cómodo que estas en un trabajo, si estos aspectos te están desfavoreciendo entonces en cualquier momento desearás huir de donde estás. Lo importante es hacer buena mancuerna con el jefe y que este a su vez, contribuya a que sus empleados se sientan contentos con el empleo que tienen.
