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Honduras: nueva prisión aislará a cabecillas de las maras

Los cabecillas de las maras estarán en celdas blindadas, sin privilegios y aislados, en la nueva prisión de Ilama (en Santa Bárbara, occidente de Honduras). Ayer fueron trasladados al centro penal 37 líderes de pandillas hondureñas.

2016-09-20

Por: elheraldo.hn

En los alrededores del recinto carcelario no hay viviendas, solamente montañas.

El acceso a la energía eléctrica en sus celdas será nulo y en el olvido quedarán las señales de Internet y telefonía celular a las que tenían acceso.

Estas son, entre otras, parte de las limitaciones que tendrán en el centro penal de Ilama, Santa Bárbara, occidente de Honduras, al que fueron movilizados los 37 cabecillas de pandillas el pasado lunes.

Características

El nuevo confinamiento se encuentra a tres kilómetros del centro de Ilama, en una franja ubicada entre la carretera a Santa Bárbara y el Río Ulúa, y albergará a más de 2.000 reclusos.

El gobierno, por medio del Instituto Nacional Penitenciario (INP), comenzó a edificar esta cárcel en 2014 y está construida en un 98%.

Melvin Zambrano, asistente de la dirección del Instituto Nacional Penitenciario, explicó que visitaron la nueva granja penal donde "aún falta por terminar algunas cosas".

"Este (centro penal) no es mejor que el de El Porvenir, Atlántida, pero reúne estándares internacionales de alta seguridad", dijo Zambrano.

La nueva zona penitenciaria tiene una dimensión de 20 manzanas distribuidas entre el complejo carcelario (6 manzanas) y un área para cultivos (14 manzanas), donde realizarán trabajos agrícolas los reos de menor riesgo.

La cárcel vista desde lejos tiene aspecto de complejo industrial y está compuesta por tres zonas de reclusión: baja, media y alta peligrosidad.

En cada una de las cuatro esquinas tiene una torre de vigilancia donde, además de guardas penitenciarios, habrá cámaras controladas desde una sala de monitoreo.

En contraste con algunos inadecuados presidios, como el de San Pedro Sula, donde solo un muro divide a la población de reclusos de las vías públicas, la granja de Ilama es impenetrable: cinco portones separan la zona de alta seguridad (para reos peligrosos) de la carretera. Las celdas solo son para un recluso y cuentan con lo básico: una litera, sanitario y lavamanos.

Los privados de libertad más peligrosos no tendrán visitas ni accesos a teléfonos fijos y móviles y solamente saldrán una hora al día para recibir los rayos del sol y alimentarse.

Para reducir los riesgos y descongestionar los presidios del país, el gobierno comenzó a construir, junto con el de Morocelí, El Paraíso, la cárcel de Ilama con una inversión que supera los US$25 millones.

Lea aquí la nota original.

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