Después de 40 meses de haber entrado en vigencia el Acuerdo de Asociación (AdA), firmado entre Centroamérica y la Unión Europea (UE), la industria cárnica nicaragüense no ha podido exportar al mercado europeo ya que la nación centroamericana no ha avanzado lo suficiente con el Programa Nacional de Trazabilidad, debido sobre todo a una resistencia cultural entre los ganaderos.
José Daniel Núñez, vicepresidente de Canicarne y gerente general del Nuevo Carnic, considera que las plantas están preparadas y atribuye el retraso principalmente a la falta de cultura de los ganaderos de llevar registro de sus actividades.
"Es un tema de trazabilidad, el animal tiene que estar registrado desde su nacimiento hasta el sacrificio y hay una resistencia cultural a escribir. El nicaragüense escribe poco y la trazabilidad es básicamente registro, no se limita a la colocación de la chapa en la oreja del animal, es escribir todo lo que ocurre en la hoja de vida de cada res", sostiene Núñez.
Cambiar esa resistencia cultural a llevar registro solo será posible, según Núñez, mediante el desarrollo de un plan nacional que incluya a todos los involucrados en la cadena. "Y recordemos que comenzar a llevar registro de las actividades de cada animal desde su nacimiento hasta que esté listo para el sacrificio tomará por lo menos dos años", advierte.
Onel Pérez, director ejecutivo de Canicarne, detalla que desde que se publicó la norma técnica NTON 11 026-10 se han enchapado o identificado más de 1.5 millones de reses en el país. "Pero solo a una ínfima parte de ese ganado se le ha llevado su trazabilidad correctamente, por lo que se podría decir que una mínima parte, o ninguna, está disponible para exportarse a la Unión Europea".
En el caso de Nicaragua, la entrada en vigencia del Pilar Comercial del AdA corresponde al 1 de agosto del 2013 y, a partir de entonces, las autoridades agropecuarias fijaron un plazo de tres años para que el Programa Nacional de Trazabilidad avanzara lo suficiente para cumplir ese requisito, que era visto en ese momento como el principal obstáculo a superar para que la carne ingresara a ese mercado que paga precios muy altos por ella. Sin embargo, las exigencias de ese mercado son muchas y muy complejas.
