Roberto García Botrán tenía 33 años cuando llegó a la empresa de su familia, Industrias Licoreras de Guatemala, en 1996. Apenas seis años después, en 2002, asumió la Presidencia de la compañía líder en la industria de bebidas centroamericana. El nuevo presidente se formuló un reto: conquistar al mundo con sus marcas.
Según estimaciones de García Botrán, en los últimos cuatro años, Industrias Licoreras de Guatemala ha invertido más de US$60 millones en diferentes proyectos para incrementar y ganar eficiencias en el ingenio y la destiladora, los que sumados a la inversión inicial de US$100 millones de 2007 por la compra del ingenio y la construcción de la destiladora, suman más de US$160 millones invertidos en esa operación.
