Google Chrome está instalado en más de la mitad de los ordenadores conectados a internet y su dominio sobre la competencia es indiscutible: Microsoft Edge, por ejemplo, sólo se encuentra en el 5% de computadoras. Pero Microsoft se ha puesto las pilas para que los usuarios olviden el odiado Internet Explorer, y de hecho acaba de actualizar su nuevo navegador. Si eres fan incondicional de Chrome estos motivos quizá te convenzan de darle una oportunidad a su rival.
Es más rápido
Aunque ha mejorado mucho en los últimos tiempos, el consumo de memoria RAM de Chrome es famoso. En los análisis hechos por las propias empresas y también en los más parciales de webs como 'Makeuseof', el navegador de Google nunca sale muy bien parado al respecto.
Consume menos batería
Este mes, Microsoft volvía a reírse de su rival a raíz de la actualización de Edge. Según sus propios análisis, la batería de los portátiles aguanta entre un 24 y un 43% más que la competencia cuando se navega por internet, y entre un 23% y un 69% cuando se utiliza para ver vídeo en 'streaming'.
Por fin tiene extensiones
El gran punto flaco de Internet Explorer era la ausencia de extensiones, esos añadidos tan útiles que nos facilitan la vida en Chrome y Firefox. Pero Edge las incorporó en su última actualización, por lo que ya no tenemos por qué preocuparnos de no poder disfrutarlas.
Es muy fácil hacer anotaciones en las webs
Es una función muy secundaria, pero sorprende por su utilidad. El icono del lápiz situado a la derecha sirve para abrir una versión de la web visitada que podremos subrayar, tachar, comentar y dibujar. Una vez finalizado, es fácil de guardar y compartir con otros.
Windows 10 quiere a Edge
Es lógico: Microsoft intenta que sus productos se lleven bien entre sí, y en el caso de Edge se nota por la unión entre Cortana y el explorador. En su versión web, la asistente virtual se transforma en una especie de secretaria que muestra direcciones, números de teléfono y definiciones, en un claro intento por hacernos ahorrar tiempo.
