La agencia de calificación de riesgo Moody’s Investors Service considera que el sector bancario panameño seguirá experimentando un proceso de consolidación, es decir, de operaciones de compra y fusiones que llevaría a una reducción en el número de competidores.
En un reciente reporte en el que califica como "moderado" el perfil del sector, la agencia dice que espera "un proceso gradual de consolidación entre los bancos más pequeños del país, porque será más difícil para ellos absorber los crecientes costos de cumplimiento vinculados a la ley de prevención de lavado de dinero aprobada en abril de 2015". Además, estos bancos son más vulnerables a las crecientes tasas de interés globales, porque tienen mayor dependencia de la financiación a través del mercado.
En Panamá tienen licencia 84 bancos, de los que alrededor de medio centenar mantienen operaciones locales. A pesar de ser bastante disperso en número de entidades, los mayores cinco bancos controlan el 56% de los créditos locales, lo que les permite tener cierta capacidad para establecer las tasas de interés. De acuerdo al análisis de Moody’s, la compra de Banvivienda por parte de Global Bank a finales de 2018 -un ejemplo del proceso de consolidación- no alterará significativamente el panorama competitivo del sector.
Enfoque positivo
Moody´s reconoce el fortalecimiento de la Ley de Responsabilidad Social Fiscal como un ancla fiscal para mejorar el control del gastoSobre las condiciones de financiamiento para los bancos, la agencia considera que la ausencia de un prestamista de última instancia -labor que ejercen los bancos centrales en otros países- representa un riesgo para el fondeo de los bancos. No obstante, este riesgo es compensado por unos elevados niveles de liquidez del sistema.
Mientras tanto, el riesgo reputacional sigue latente luego de las revelaciones sobre el bufete de abogados Mossack Fonseca y de la intervención de Balboa Bank & Trust en 2016. Estos riesgos para la capacidad de financiarse de los bancos son moderados, porque su principal fuente de recursos son los depósitos de los clientes, lo cual aporta estabilidad al sistema, según Moody’s.
Sobre el entorno económico, la agencia espera para este año un crecimiento de 5.5%, impulsado por un repunte de la construcción y el inicio de producción en la mina de cobre de Colón. Entre 2010 y 2019, el crecimiento promedio será de 6.5%, "uno de los más altos de América Latina", impulsado por fuertes niveles de inversión y por la construcción y puesta en funcionamiento del tercer juego de esclusas del Canal de Panamá.
En materia macrofiscal, Moody’s reconoce el fortalecimiento de la Ley de Responsabilidad Social Fiscal como un ancla fiscal para mejorar el control del gasto, una de las acciones que llevó a elevar la calificación de riesgo del país a Baa1. No obstante, también señala que para obtener una mayor ventaja el Gobierno debe alcanzar un "estricto" registro de cumplimiento de los términos de la nueva regla fiscal.
