Por Univision.com
Cerradas las urnas de la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Francia, la ultraderechista Marine Le Pen, del Frente Nacional (con un 23.3%) y el centrista Emmanuel Macron de la formación En Marcha! (con un 22.98% de los votos) encabezan los resultadoss con el 71 % del voto escrutado, por lo que serían los dos candidatos que se tendrían que ver las caras en la segunda vuelta para que uno de los dos se convierta en presidente.
El conservador François Fillon se sitúa en la tercera posición con el 19.74 % de los votos, por delante del izquierdista Jean-Luc Mélenchon, con el 18.7 %.
Tras los primeros resultados, Le Pen hizo sus primeras declaraciones: "Queremos una Francia que proteja su identidad nacional", dijo la ultraderechista apelando al mismo discurso que ha liderado a lo largo de toda la campaña. "Quiero liberar al pueblo francés -incluyendo a nuestros conciudadanos más allá del mar-, liberarlo de esta arrogancia, soy la candidata del pueblo y lanzo un llamado a los sinceros patriotas, cualquier que sea su voto, a que me voten. Ahora, se trata de un interés superior, el país", dijo la candidata que le dio paso a sus seguidores a que entonaran la Marsellesa.
Macron también se proclamó ante sus seguidores: 'El pueblo francés ha decidido ponerme en cabeza' de la primera vuelta de las elecciones presidenciales. También agradeció al conservador François Fillon y al socialista Benoît Hamon haber anunciado que votarán por él. 'En un año hemos cambiado la cara de la política francesa', dijo un eufórico Macron ante sus partidarios en el Palacio de Congresos de Puerta de Versalles.
Por su parte, líderes del conservadurismo francés y el candidato presidencial socialista Benoit Hamon dijeron, tras las proyecciones, que respaldarán Macron en la segunda vuelta del 7 de mayo contra Marine Le Pen. Del otro lado del espectro político tradicional, el ex primer ministro Jean-Pierre Raffarin, miembro del partido Los Republicanos que postulaba al derrotado Francois Fillon, dijo: 'Sin vacilar, y en lo que a mi respecta, tenemos que encolumnarnos detrás de Emmanuel Macron'.
Mélenchon también compareció públicamente, pero explicó que aguardará a que se oficialicen los resultados para dar más detalles de su postura.
En lo que respecta a la participación, justo antes del cierre de los colegios electorales se estimaba que era del 77%, un porcentaje ligeramente inferior al de las elecciones presidenciales de 2012.
Estas elecciones son muy importantes para todo el continente europeo. Francia es el segundo país de la Unión Europea por población y extensión. También lo será en riqueza cuando Reino Unido salga oficialmente de la organización. Es un país fundador de la Unión y sus líderes llevan décadas empujando a favor de la integración junto a Alemania.
A diferencia de la mayoría de sistemas electorales, incluido el de Estados Unidos, los votantes franceses tienen dos oportunidades para decidir su voto y matizarlo después. El resultado tiene como consecuencia un mandato de cinco años para la persona elegida para la Presidencia. Hasta 2000, duraba siete años.
Cerradas las urnas de la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Francia, la ultraderechista Marine Le Pen, del Frente Nacional (con un 23.3%) y el centrista Emmanuel Macron de la formación En Marcha! (con un 22.98% de los votos) encabezan los resultadoss con el 71 % del voto escrutado, por lo que serían los dos candidatos que se tendrían que ver las caras en la segunda vuelta para que uno de los dos se convierta en presidente.
El conservador François Fillon se sitúa en la tercera posición con el 19.74 % de los votos, por delante del izquierdista Jean-Luc Mélenchon, con el 18.7 %.
Tras los primeros resultados, Le Pen hizo sus primeras declaraciones: "Queremos una Francia que proteja su identidad nacional", dijo la ultraderechista apelando al mismo discurso que ha liderado a lo largo de toda la campaña. "Quiero liberar al pueblo francés -incluyendo a nuestros conciudadanos más allá del mar-, liberarlo de esta arrogancia, soy la candidata del pueblo y lanzo un llamado a los sinceros patriotas, cualquier que sea su voto, a que me voten. Ahora, se trata de un interés superior, el país", dijo la candidata que le dio paso a sus seguidores a que entonaran la Marsellesa.
Macron también se proclamó ante sus seguidores: 'El pueblo francés ha decidido ponerme en cabeza' de la primera vuelta de las elecciones presidenciales. También agradeció al conservador François Fillon y al socialista Benoît Hamon haber anunciado que votarán por él. 'En un año hemos cambiado la cara de la política francesa', dijo un eufórico Macron ante sus partidarios en el Palacio de Congresos de Puerta de Versalles.
Por su parte, líderes del conservadurismo francés y el candidato presidencial socialista Benoit Hamon dijeron, tras las proyecciones, que respaldarán Macron en la segunda vuelta del 7 de mayo contra Marine Le Pen. Del otro lado del espectro político tradicional, el ex primer ministro Jean-Pierre Raffarin, miembro del partido Los Republicanos que postulaba al derrotado Francois Fillon, dijo: 'Sin vacilar, y en lo que a mi respecta, tenemos que encolumnarnos detrás de Emmanuel Macron'.
Mélenchon también compareció públicamente, pero explicó que aguardará a que se oficialicen los resultados para dar más detalles de su postura.
En lo que respecta a la participación, justo antes del cierre de los colegios electorales se estimaba que era del 77%, un porcentaje ligeramente inferior al de las elecciones presidenciales de 2012.
Estas elecciones son muy importantes para todo el continente europeo. Francia es el segundo país de la Unión Europea por población y extensión. También lo será en riqueza cuando Reino Unido salga oficialmente de la organización. Es un país fundador de la Unión y sus líderes llevan décadas empujando a favor de la integración junto a Alemania.
A diferencia de la mayoría de sistemas electorales, incluido el de Estados Unidos, los votantes franceses tienen dos oportunidades para decidir su voto y matizarlo después. El resultado tiene como consecuencia un mandato de cinco años para la persona elegida para la Presidencia. Hasta 2000, duraba siete años.
