Por José Barrera - estrategiaynegocios.net
La banca salvadoreña vio una caída de sus utilidades al cierre de 2016. De acuerdo con datos de la Asociación Bancaria Salvadoreña (ABANSA), hasta diciembre, las utilidades de los bancos del sistema alcanzan los U$139.9 millones, 10.2% menos que en diciembre del año previo.
El sector, si bien goza de buena salud, está atento a la degradación de la calificación de riesgo soberano, un indicador que se ha mantenido a la baja tras las revisiones independientes hechas por Fitch, Moody's y Standard & Poor´s.
En los últimos 12 meses, las tres firmas han hecho revisiones que han dejado a la calificaciónn a un peldaño de caer en categoría basura.
Esta tendencia está afectando al sistema, debido a que se está encarecimiento el financiamiento externo, pero también por regulaciones especiales, además del entorno internacional.
Por ejemplo, la banca resiente la puesta en marcha de la 'Contribución Especial para la Seguridad Ciudadana y Convivencia', la cual grava transacciones del sistema y que solo en 2016 generó US$8 millones para las arcas estatales.
Asimismo, hay expectativa sobre el rumbo que tomará la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), la que ha entrado en una tendencia alcista de sus índices de referencia.
El sector en cifras
De acuerdo con el balance de Abansa, los depósitos alcanzaron US$10.613 millones, con crecimiento anual punto a punto del 2.6%, equivalente a $269,4 millones adicionales.
Asimismo, la cartera de prestamos neta alcanzó los US$11.115,7 millones, y creció en US$557,8 millones (5,3%), mientras que el el patrimonio alcanzo US$2.175,4 millones, mostrando un crecimiento punto a punto de US$55,5 millones, que corresponde a un 2,6%.
Según la asociación, 'la cartera de prestamos al sector consumo es la que muestra mayor crecimiento durante 2016, equivalente al 6,4%, seguida de la empresarial por 5,8%'. Una de las mayores fortalezas del sistema es que la cartera vencida tuvo una reducción del 7,6% anual y reporta una reducción de US$19 millones.
1. El Salvador enfrenta una crisis de liquidez que agudiza el manejo del déficit fiscal de aproximadamente el 3.3% del PIB.
2. Una deuda de corto plazo importante y un débil crecimiento económico, urgen de tomar medidas -y acuerdos políticos- para evitar una crisis económica mayor.
3. Las degradaciones en la calificación de riesgo soberano esta encareciendo y limitando el financiamiento al sector público y al sistema financiero del país.
4. El Salvador esta a tiempo de implementar acciones que permitan que el país cumpla con sus compromisos y evite una situación de cesación de pagos.
5. Urge de acuerdos y los partidos políticos tienen la responsabilidad de alcanzarlos a tiempo y evitar que sea la población mas vulnerable la que sufra las consecuencias del desempleo.
6. Los acuerdos y medidas a implementarse deben incluir la debida rendición de cuentas y transparencia en el uso y destino de los fondos públicos.
7. Consideramos importante que la situación fiscal se vea de manera integral: incluyendo una disminución del déficit fiscal, el financiamiento de largo plazo adecuado, una reforma de pensiones bien diseñada y una recuperación del crecimiento económico
La banca salvadoreña vio una caída de sus utilidades al cierre de 2016. De acuerdo con datos de la Asociación Bancaria Salvadoreña (ABANSA), hasta diciembre, las utilidades de los bancos del sistema alcanzan los U$139.9 millones, 10.2% menos que en diciembre del año previo.
El sector, si bien goza de buena salud, está atento a la degradación de la calificación de riesgo soberano, un indicador que se ha mantenido a la baja tras las revisiones independientes hechas por Fitch, Moody's y Standard & Poor´s.
En los últimos 12 meses, las tres firmas han hecho revisiones que han dejado a la calificaciónn a un peldaño de caer en categoría basura.
Esta tendencia está afectando al sistema, debido a que se está encarecimiento el financiamiento externo, pero también por regulaciones especiales, además del entorno internacional.
Por ejemplo, la banca resiente la puesta en marcha de la 'Contribución Especial para la Seguridad Ciudadana y Convivencia', la cual grava transacciones del sistema y que solo en 2016 generó US$8 millones para las arcas estatales.
Asimismo, hay expectativa sobre el rumbo que tomará la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), la que ha entrado en una tendencia alcista de sus índices de referencia.
El sector en cifras
De acuerdo con el balance de Abansa, los depósitos alcanzaron US$10.613 millones, con crecimiento anual punto a punto del 2.6%, equivalente a $269,4 millones adicionales.
Asimismo, la cartera de prestamos neta alcanzó los US$11.115,7 millones, y creció en US$557,8 millones (5,3%), mientras que el el patrimonio alcanzo US$2.175,4 millones, mostrando un crecimiento punto a punto de US$55,5 millones, que corresponde a un 2,6%.
Según la asociación, 'la cartera de prestamos al sector consumo es la que muestra mayor crecimiento durante 2016, equivalente al 6,4%, seguida de la empresarial por 5,8%'. Una de las mayores fortalezas del sistema es que la cartera vencida tuvo una reducción del 7,6% anual y reporta una reducción de US$19 millones.
La cartera vencida, que totaliza US$231,8 millones, tiene reservas por US$273,5 millones, lo que corresponde a una cobertura del 118%.
7 consideraciones de Abansa sobre la economía salvadoreña
1. El Salvador enfrenta una crisis de liquidez que agudiza el manejo del déficit fiscal de aproximadamente el 3.3% del PIB.
2. Una deuda de corto plazo importante y un débil crecimiento económico, urgen de tomar medidas -y acuerdos políticos- para evitar una crisis económica mayor.
3. Las degradaciones en la calificación de riesgo soberano esta encareciendo y limitando el financiamiento al sector público y al sistema financiero del país.
4. El Salvador esta a tiempo de implementar acciones que permitan que el país cumpla con sus compromisos y evite una situación de cesación de pagos.
5. Urge de acuerdos y los partidos políticos tienen la responsabilidad de alcanzarlos a tiempo y evitar que sea la población mas vulnerable la que sufra las consecuencias del desempleo.
6. Los acuerdos y medidas a implementarse deben incluir la debida rendición de cuentas y transparencia en el uso y destino de los fondos públicos.
7. Consideramos importante que la situación fiscal se vea de manera integral: incluyendo una disminución del déficit fiscal, el financiamiento de largo plazo adecuado, una reforma de pensiones bien diseñada y una recuperación del crecimiento económico
