Por agencias
De esta manera, se superó el récord de incremento del 8,9 % registrado en 2014, cuando se produjeron 387.300 millones de operaciones.
Tal y como indica el informe, el aumento de las operaciones de pago digital estuvo impulsado principalmente por el fuerte aumento económico en los principales países emergentes, la mejora de las medidas de seguridad, y las iniciativas públicas de fomento del pago electrónico en esos mercados, dada la subida constante del coste del efectivo.
También fue consecuencia de la demanda creciente de servicios digitales seguros y cómodos, proveniente sobre todo del cliente corporativo, que ha empujado a la banca a acelerar la inversión y su colaboración con las empresas tecnológicas del sector financiero, conocidas como 'fintech'.
El informe desvela igualmente que el pago digital creció en todas las regiones, si bien su volumen fue más significativo en los mercados emergentes, con un 16,7 %.
Luego se situaron las economías maduras, con un incremento del 6 %, y siguieron representando el 70,9 % del volumen total mundial.
Por primera vez, China adelantó a Reino Unido y Corea del Sur en número de transacciones en pago digital, colocándose en el cuarto puesto entre los diez primeros mercados, por detrás de EEUU, la eurozona y Brasil.
Las tarjetas continuaron siendo el instrumento de pago digital que registran un mayor crecimiento desde 2010, frente a la sucesiva caída del uso del cheque.
De la misma manera, el estudio señala que los pagos inmediatos tienen el potencial para impulsar las operaciones digitales como alternativa al uso del efectivo y cheques, lo que sugiere que es necesario 'educar' en su uso, ofrecer servicios de mayor valor añadido y actualizar la infraestructura de comercios y corporaciones.
Por último, el informe alerta de que los bancos deben 'pensar en digital' para mantener y ganar cuota en la banca transaccional.
