Jakeline Arango, una joven emprendedora de Quetzaltenango, Guatemala. Creció en la casa de sus abuelos. Recuerda el olor de las tabletas de chocolate artesanal para batir y beber en aquella casa. Su abuela las vendía en los mercados cercanos y aunque toda la familia apoyaba en la producción, el negocio no se transformó, en aquella época, en un negocio familiar. La abuela quería un futuro académico para su hija.
En el año 2014, a seis años del fallecimiento de su abuela, Jakeline y una amiga deciden echar a andar "Abuela Ka’kao". Aprovechó la oportunidad de aplicar los conocimientos adquiridos en su educación universitaria, la creación de una empresa basada en un producto innovador y a la vez lleno de historia.
Luego de experimentar y perfeccionar la receta de las tabletas de cacao con condimentos como café granizado y cardamomo logran sus primeras ventas en ferias artesanales. Con el paso de los meses, su amiga se retiró del proyecto, por lo que la emprendedora se enfrentó con un gran reto, encargarse de todas las áreas administradas ella sola.
El negocio aún no generaba suficientes ventas para contratar personal, no contaba con puntos de venta, ni marketing especializado para atraer más clientes y no procesaba su propio chocolate. Esto último, parte del sueño al iniciar el negocio y era una meta que quería alcanzar.
Cuando se enteró del apoyo que brinda el PROMIPYME/UVG supo que era justo lo que su negocio necesitaba. Como primer paso, PROMIPYME/UVG le ayudó en la formulación de su plan de negocio, lo que facilitó retomar la dirección y analizar de forma más clara la situación en cuanto a recursos y costeo en la producción. Otro apoyo clave fue un plan de marketing que le ayudó a tomar decisiones importantes sobre precio, tamaño de la presentación, canales de distribución y uso de las redes sociales para dar a conocer sus productos.
Pero sobre todo, y en las palabras de Jakeline: "el mayor valor encontrado en el apoyo recibido para la empresa ha sido el respaldo y acompañamiento para la búsqueda de puntos de distribución".
Con estos cambios logró, en pocos meses, incrementar sus ventas en un 10%, lo que le ha permitido la contratación de 2 personas de tiempo parcial para el proceso de producción. Al mismo tiempo ha tenido acceso a nuevos puntos de venta en hoteles y tiendas gourmet de Quetzaltenango y Chichicastenango. Antes vendía únicamente en ferias, hoy cuenta con 8 puntos de venta en lugares estratégicos.
Jakeline no quiere terminar aquí, con el apoyo del PROMIPYME/UVG está trabajando en el establecimiento formal de un pequeño espacio para iniciar la producción del chocolate en su totalidad. Así es que va a lograr uno de sus objetivos iniciales: ofrecer un producto 100% guatemalteco y de granos garantizados en su calidad y pureza.
